Para su show anticubano, los tres politiqueros mafiosos comparecieron ante la
prensa local flanqueados del "coronel retirado" Chris Simmons,
autotitulado "el Cazador de espías", un ex esbirro de la inteligencia
militar yanki que convirtió en negocio sus pretendidos conocimientos del mundo
del espionaje
Retirado en el 2007, Simmons se inventó el Cuban Intelligence
Research Center,
marca patentada, que le permite hacer conferencias -cobrando varios miles de
dólares por ello- ante quien tenga la ingenuidad de escucharlo.
Para este especialista de la desinformación contra Cuba, denunciar
a supuestos agentes cubanos en EE.UU. se ha convertido en un business que le permite sobrevivir a la
crisis, a fuerza de difamación.
Según el Diario Las Américas, de Miami, que reporta religiosamente el
acontecimiento, Ileana Ros-Lehtinen aseguró que no solo decenas de
"espías" trabajan en cada representación cubana sino que,
precisamente, 69 "trabajan dentro del gobierno de Estados Unidos en
niveles altos" y otros 12 en universidades.
"Monitorean al exilio cubano, nos monitorean a nosotros", repitió con
su habitual rabia Ros-Lehtinen, quien se ganó su asiento en la cámara baja
defendiendo al terrorista internacional Orlando Bosch.
IMAGINACIÓN DELIRANTE
La imaginación de Si mmons no tiene límite. Su delirio tampoco. Siempre bajo la mirada de su madrina
del Congreso, resaltó que "además" estos agentes cubanos diseminados
por todas partes "asesinan a ciudadanos norteamericanos".
Ojo: la venta de información sería, según las elucubraciones de Simmons,
"la tercera fuente de ingresos" de la Isla. ¿Quién hubiera adivinado?
Para este James Bond de pacotilla, los viajes de estudiantes a Cuba pudieran
ser un gran peligro para la nación, pues los muchachos pudieran ser
"conquistados" por los servicios cubanos, que buscan "renovar
sus agentes mediante reclutamiento en los ambientes académicos"
Viajar a Cuba
no constituye unas vacaciones académicas, dijo el ahijado de Ros-Lehtinen, que
propone "educar a los estudiantes en los riesgos y peligros de ser
reclutados".
Pero Simmons no le tiene miedo a las demandas: comenta que las universidades de
New York, Columbia, Georgetown, la Florida International University, Barry
University, University of Miami, Harvard y Yale, han sido
"identificadas" como objetivos "de los servicios de inteligencia
comunista".
¿Más delirio? Para Simmons, "en relación con el número de habitantes, los
servicios de inteligencia de Cuba
poseen más agentes que Estados Unidos".
Las declaraciones histéricas del ex coronel y de la congresista se hicieron
después que la Corte Suprema de Justicia emitió su decisión monosilábica, por
orden de la Casa Blanca, respecto a no escuchar el reclamo universal de
revisión de l caso de los Cinco.
Teniente coronel retirado y oficial de contrainteligencia de reserva de U.S.
Army, ex analista de la Agencia de Inteligencia Militar, Simmons estableció su
"Centro de Investigación" en Leesburg,
Virginia, para a la vez promocionarse como "Super
Espía" y servir a los intereses de la extrema derecha.
Aparte de sus performances, el héroe de la Ros-Lehtinen, escribe artículos y
libros, y propone temas... de películas.
Sus ponencias, siempre sobre el tema de los
"espías de Castro, están por todas partes, aunque usted no lo crea",
las cobra a unos 50 000 dólares para públicos "de hasta 25 personas".
Para grupos más grandes, se supone que hay un
costo extra.
ILEANA Y SU HALCÓN DE
SEGUNDA MANO
Lo más delirante es que Ileana Ros-Lehtinen se llevó al Congreso a este halcón de segunda mano para que ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja -por la misma tarifa- denunciara "la relación entre los regímenes castrista e iraní".
Se abstiene de hablar
del Mossad o de las amistades israelíes que engrasan el fondo de campaña de su
protectora, ni de los espías israelíes y de su proveedor Larry Franklin que
acaban de absolver, escandalosamente.
Casi 11 años después de la operación desencadenada por el jefe del FBI de Miami, Hé ctor Pesquera, a solicitud de estos mismos políticos corruptos y terroristas que dominan Miami y la política estadounidense respecto a Cuba, una nueva cacería de brujas para estimular el odio hacia la Isla le viene bien a los congresistas batistianos que temen, más que todo, la posibilidad de un diálogo reclamado por la mayoría del pueblo norteamericano y exigido por América Latina.