Creíamos superado aquel largo periplo oscurantista.
Con el formato de las bayonetas, los tanques, la represión y los soldados apuntando con sus fusiles indiscriminadamente a todo lo que se mueva, fuimos sorprendidos todos en América Latina este 28 de junio, con el golpe de Estado al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya. Los movimientos comenzaron el 24 de junio, en la fecha conmemorativa de la independencia de Venezuela.
Honduras...
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Honduras... ¿Qué fue de aquel pequeño territorio centroamericano hasta hace muy poco? ¿Cuál es su delito en la actualidad? Uno de los territorios más sojuzgados por la arrogancia gringa; "más sumiso", decían algunos. Calificado insolentemente como una de las "repúblicas bananeras de Centroamérica", Honduras está situado en la franja del continente, fundamental para la ambición yanqui de salida y entrada por ambos océanos.
Las tesis del "destino manifiestismo" y de la doctrina Monroe, sostenidas e impulsadas por Estados Unidos, permean los siglos XIX y XX. La doctrina de la Seguridad Nacional y la formación en la Escuela de las Américas impregnó a los sectores más conservadores de la región y a las altas cúpulas militares. Las élites se confabularon con los peores intereses en desmedro de los pueblos. "Usureros, comerciantes, dueños de la tierra, plantaciones, latifundios, en suma, las oligarquías, asociado con todo un sistema de desprecio racial", Galeano dixit, imperó en Centroamérica.
El zarpazo militar en Honduras contra su democracia, a 10 meses de que el presidente Zelaya concluya su mandato y por una inofensiva pregunta que, de ser aceptada, se incluiría en los comicios de noviembre, perfila la ambición de los dueños de todo en aquel pequeño país: oligarquías y burguesías. Demasiado burdo. Torpezas y abusos que el mundo ha visto a través de Telesur.
El guión del cerco mediático se aplica en Honduras. Cierre de emisoras de radio y de televisoras. La prensa servil al golpe.
Los cómics se apoderan de dos plantas de TV opositoras que secundan a los golpistas. Respuesta contundente de América Latina: la Alba, el Grupo de Río, el Sica, la OEA, todas las naciones del continente se levantan a una sola voz: condena a los golpistas y restitución del presidente constitucional, Manuel Zelaya.
