¿Que nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Cuanta angustia, cuanta emoción, cuanta indignación y cuanta valentía encierra aquel grito de arenga del Padre de la Patria ante la Junta Patriótica, que justo el pasado viernes 3 de julio de 2009, se cumplieron 198 años de aquel llamado a la realidad que hizo Bolívar, a quienes pretendían unirse “para descansar en brazos de la apatía”, visión que aún afecta a buena parte de quienes estamos apoyando este proceso libertario del continente aborigen.
¡Ay... Bolívar...! que pocos hicieron caso de tus angustias y tus advertencias y cuan caro estamos pagando aquella subestimación de tu visionaria arenga. Si quienes te acompañaron en aquella quijotesca empresa de la independencia americana, hubiesen comprendido tus angustias, que no eran otra cosa que la prolongación de las angustias y los temores del Generalísimo Sebastian Francisco de Miranda y Simón Rodríguez, frente a la incomprensión de los ambiciosos individualistas, que no entendían el arrojo y el desprendimiento de ustedes, no tendríamos hoy a 198 años de aquel discurso ente la Junta Patriótica la afrenta de un “Soldado maldito en Honduras” blandiendo el fusil contra su propio pueblo. No tendríamos hoy en nuestro sagrado suelo la semilla indigna de una oligarquía que te sigue odiando y maldiciendo y resentida contra un pueblo que ha dado vida a tus ideales, que hoy repite frente al mismo imperio, “que después se volvió gringo y aqui lo tenemos hoy”,¿ QUE NOS IMPORTA QUE LOS ALCONES DEL NORTE SALTEADORES DE PUEBLOS Y ASESINOS DE INOCENTES, SE MUESTREN “PREOCUPADOS”, POR LO QUE HACEMOS EN NUESTRO CONTINENTE SI HEMOS DECIDO SER LIBRES?
Esa oligarquía que no soporta esa decisión soberana, también se encuentra despechada y cargada de odio, porque ahora no puede ir a tu sarcófago en el Panteón Nacional, ni a la Plazas Bolívar de cada pueblo, para cerciorarse de que sigues bien muerto, porque tus herederos lo evitamos y te despertamos junto a nosotros y ya no serás jamás el muerto de la Quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, sino que seguirás vivo en cada consejo comunal, en cada comuna, en cada consejo obrero, en cada consejo estudiantil, en cada consejo campesino, en cada consejo de profesionales y técnicos, en el corazón de cada curita obrero revolucionario que desde su apostolado conduce a sus ovejas por el camino de la revolución y en cada hijo de tu pueblo que con orgullo lleva el uniforme del componente de su preferencia de nuestra fuerza armada y que porta el sable y el fusil, no para atropellar a su pueblo sino como emblema disuasivo en defensa de la soberanía y la dignidad de nuestro territorio. El último “soldado maldito” en ese pueblo en armas que tu forjaste, puso tierra de por medio el 13 de abril de 2002, cuando tus hijos, arengados por tu sabia y visionaria conciencia limpiaron a Miraflores del lumpen de la traición, colocaron tu retrato en el sitio de donde lo habían arrancado los traidores y reinstalaron en el cargo que en libérrimos comicios le otorgaron al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Por eso decimos que hoy mas que nunca estamos obligados a decirte: Ordene Padre, que nosotros obedecemos. No hay otro camino, no hay otro camino que el que nos marcaste aquel 3 de julio de 1811, cuando ante la Junta Patriótica y ante las dudas de tus compañeros exclamaste: “Estas dudas son tristes efectos de las antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! ¿Trescientos años en calma no bastan? La Junta Patriótica respeta como debe al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana. Vacilar es perdernos.
Es por eso Padre Libertador que en esta fecha cuando se cumplen también 192 años del Milagro de Casacoima aqui mismo cerca de San Félix em la inmensa Guayana, quisimos recordarte y dialogar contigo como inmortal, contándote como estamos creciendo a la sombra de tu ideal y como estamos escribiendo la nueva historia que enseñamos a nuestros hijos y que dejaremos para nuestros nietos y demás descendientes, con legislaciones que permeen nuestra memoria histórica y con sólida formación a nuestro pueblo, para que nunca jamás, le roben su memoria histórica, para que nunca jamás le enseñen a adorar a las tres carabelas y a los invasores que tantos males nos trajeron, para que jamás en las aulas de nuestras escuelas se vuelva a presentar a Miranda en esa, desde el punto de vista histórico infame pintura; viejo, fracasado y resignado a morir en La Carraca, sino que podamos estudiarlo en su justa dimensión como el ideólogo y soldado de la liberación de nuestra América desde Méjico hasta la Patagonia. Para que tu memoria sea la brújula en la formación de nuestras generaciones venideras y para que nunca más se te mencione como el muerto de Santa Marta, sino como el centauro que con sus gualdrapas llenas de cariño y amor para la Patria Grande y su espada lanzando fulgores de libertad recorre montañas y praderas, navega, ríos, lagos y mares desde el río Grande hasta La Patagonia, diciéndonos que el 5 de Julio ahora es cuando está en pleno desarrollo en toda américa y el mundo. Viva Honduras sin traidores. Viva la libertad.