Más allá de consecuencias obvias, y no por eso sin validez para el debate, hay un elemento que a mí parecer, sobresale en el contexto actual. Claro que la formación derechista, dictada y recibida por los militares hondureños desde la Escuela de las Américas, ha influenciado para que exista una Fuerza Armada desligada de cualquier arraigo popular, claro que el golpe contra Zelaya es en pro de la defensa de los privilegios de una clase burguesa dueña de todo, cuyo temor a la perdida de tales, los tiene al borde de la locura, fue de Zelaya la cita sobre Roque Dalton: “…cuando los pobres hagan las leyes, dejaran de existir los pobres…”, mejor manera de describir la necesidad de deponer al Estado burgués costará encontrar. Desde luego que la unión de Honduras al Alba y la actuación de su presidente desde este escenario, fueron detonantes para la movida golpista, pero creo que hay algo aun más allá de todas estas causas. La crisis económica mundial del capitalismo.
La tarea de recomponer las estructuras desgastadas, corrompidas y moribundas del sistema económico reinante en la esfera global, no ha sido nada fácil, los números no respaldan los esfuerzos por salvar al capitalismo mundial, poco ha podido resolver la OMC, la UE y los mismos EEUU, la tarea les ha sobrepasado, después de todo, levantar una economía con base a la especulación y a las burbujas financieras, como método llano de ganar más e invertir menos, es bastante difícil, pues no existe ella base real para tal solución. El desempleo, la desinversión y la pobreza, crecen, y al parecer las viejas medidas keynesianas no han mejorado la situación. ¿Qué le queda entonces a las élites mundiales controladoras del sistema de marras?, ¿Si no pueden salvar el sistema, se hunden con él? O que tal si mejor, se frenan los intentos por desarrollar vías alternativas a las impuestas, con el fin de solucionar los problemas sociales de los pueblos del mundo.
La creación de nuevas formas de intercambio comercial, de nuevas formas de realizar inversiones y negocios de gobierno a gobierno, donde no hay manos de intermediarios que se enriquezcan a costa del aumento de los precios en los productos, la creación de formas de intercambio comercial donde no están metidas las manos de las trasnacionales de la salud, de la energía, de la producción agrícola y pecuaria, de la producción de bienes y servicio; dichas novedosas e ingeniosas formas que están siendo creadas al calor de la revolución latinoamericana, asustan y ponen en jaque al sistema hegemónico. La creación del Alba y su Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), de Petrocaribe, el intercambio de tecnología, las inversiones de Estado-Estado realizadas por los gobiernos populares de la región, ponen a temblar a las burguesías latinoamericanas acostumbradas ellas, a poner las condiciones del juego económico, por supuesto siempre en el marco del capitalismo. Empezar por Honduras, la tarea, pero desde luego que vendrán por nosotros, todos aquellos los que nos resistimos a pensar que todo está perdido y que el fin de las ideologías ha llegado. Pero la construcción de este sistema alternativo depende, de la masiva participación de las fuerzas populares y del diseño de por parte de estas, de un sistema democrático mucho más profundo, la democracia participativa y protagónica. Por eso era tan importante para la derecha, evitar la consulta del pasado domingo hondureño, la masiva convocatoria en la que iba a derivar tal consulta, haría casi insostenible para la burguesía, a pesar de no ser vinculante tal encuesta, evitar que efectivamente se dispusiera de la cuarta urna para transformar el Estado. Cualquier esfuerzo para arrancar las raíces de la genealogía propias del capitalismo mundial, deben ser barridos, defenestrados y extirpados, no creo que Obama sea inocente ni preso de las estructuras imperiales, el es una ficha más en el ajedrez mundial, una marioneta movida por los hilos de las corporaciones que gobiernan en los EE.UU., el rostro fresco y joven presentado por las trasnacionales para soliviantar una posible revuelta social en el mismo seno del imperio, en definitiva un producto muy bien vendido a unos consumidores ávidos de esperanza.
Israel es entonces el nuevo actor de la novela, un país que desde su génesis hace el trabajo sucio del imperialismo. Que la comunidad internacional te deplore, que el mundo condene el golpe y hasta yo mismo lo condenaré, que bloqueen tus ayudas y acuerdos comerciales que hasta yo mismo bloquearé, total siempre hay alguien que da la mano (Israel). Y mientras ganas tiempo y vuelves al orden constitucional y la comunidad internacional te acepta, tras haber montado unas elecciones en un escenario de golpe y terror, donde seguramente un lacayo nuestro será el ganador, habremos logrado el objetivo. Aguanta un poco. ¿Qué es el nuevo ingrediente de la receta golpista? Ojo la sirve el mismo Barack Hussein Obama.
Solo la resistencia popular podrá salvar el conflicto hondureño. Resiste hermano hondureño, los pobres conscientes del mundo están contigo.
(*) Estudiante de Ciencias Políticas de la Ucat.