Roberto Micheletti se ha atrevido a lanzar una represión sangrienta contra el pueblo de Honduras, a pesar del repudio general que tanto interna como externa ha recibido su golpe de estado que el día domingo causó por lo menos dos muertos y 10 heridos.
Esta represión planificada la realizó directamente el ejército, luego que las fuerzas policiales se replegaran permitiendo a las masas hondureñas seguir avanzando hacia un perímetro más cerca de la pista del aeropuerto de Tegucigalpa, donde debía aterrizar el avión que traía en su seno al presidente electo Manuel Zelaya y a Miguel de Escoto, presidente de la Asamblea General de la ONU y el cual fue impedido de hacerlo al atravesar las fuerzas represivas del gobierno, vehículos en la pista de aterrizaje.
Fuentes informativas (Walter Martínez en su programa Dossier del domingo 5), señalan que al empezar a caer hombres y niños, otros marchantes los empezaron a auxiliar y en esta labor la propia policía, colaboró, la cual según la misma fuente, en la voz de su comandante había dicho que no iba a reprimir a los manifestantes que se acercaban al aeropuerto.
Estos asesinatos, al estilo de los realizados por las fuerzas de la Policía Metropolitana y los mercenarios que sirvieron de francotiradores el 11A, se realizan en momentos que el gobierno empieza a ser abandonado hasta por empresarios que se identificaron con el golpe como son los casos de Ricardo Maduro y Rafael Ferrari y Carlos Flores Facussé. Este último es señalado como uno de los ideólogos y promotores del golpe de estado, salió del país en avión el mismo domingo 5. (Aporrea 05-07 que toma la información de YVKE/Mundial). El abandono del barco que se hunde se produjo según la misma fuente ante la intransigencia de Roberto Micheletti de no querer aceptar una salida negociada.
LOS GOBIERNOS QUE REPUDIARON EL GOLPE
En un hecho inédito, gobiernos de distinto signo, de manera unánime en la OEA y casi en la ONU, repudiaron el golpe y pidieron la restitución de Manuel Zelaya. Este hecho que es producto de la nueva situación de la lucha social en el mundo y en América en particular, pero sobre todo de la fuerte reacción de las masas hondureñas, le complica la situación al gobierno de facto el cual acude al uso de las armas asesinas, como un último recurso para tratar de seguir controlando la presidencia del país.
Los gobiernos de todo el mundo han declarado desde la OEA y desde la ONU su posición de que Micheletti debe abandonar el cargo que está usurpando y entregarlo a Mel Zelaya, legítimo presidente de Honduras, pero son pocos los que han roto sus relaciones económicas con el mismo, lo cual le resta fuerza a las declaraciones antigolpistas.
Todas las organizaciones democráticas y revolucionarias del mundo también hemos fijado nuestra posición en el mismo sentido y apoyamos sin condiciones las gigantescas movilizaciones que el pueblo de Morazán venía y viene desarrollando por la restitución del hilo constitucional y la vuelta de Zelaya a la presidencia de la República, coincidiendo en su mayoría en ver la necesidad de que la clase obrera impulse una huelga general para dinamizar la caída del régimen de facto.
LA REPRESIÓN DEL DOMINGO 5
En un acto desesperado, en momentos cuando es abandonado grano a grano por los propios burgueses impulsores originarios del golpe, cuando la potencia de las movilizaciones se empiezan a reflejar en las filas de los cuerpos represivos, en momentos cuando las movilizaciones se acrecientan a cifras significativas calculándose la movilización hacia el aeropuerto el domingo 5 entre 300 y 400,000 personas, lo cual es gigantesco para unpaís como honduras, Roberto Micheletti prefirió organizar el asesinato de hombres, mujeres y niños que aceptar su derrota y hasta huir, como ya lo han hecho muchos de sus partidarios incluyendo empresarios.
La represión del día domingo no es un síntoma de fortaleza de los golpistas sino de debilidad que de ser aprovechada por las fuerzas populares movilizadas, con el acrecentamiento de su movilización, pero sobre todo de su organización democráticamente centralizada y con la entrada en grande de los batallones de la clase obrera, la caída del régimen es tan solo una cuestión de poco tiempo, quzás unos días o semanas.
LA SOLIDARIDAD NECESARIA
En esta coyuntura, las fuerzas revolucionarias y el pueblo organizado debemos redoblar nuestros esfuerzos a escala continental y mundial impulsando comités de solidaridad con el pueblo de Honduras por la restitución del hilo constitucional y el reposición de Manuel Zelaya en la silla presidencial. Estos comités deben servir para impulsar la solidaridad militante con el pueblo de Honduras pero también para fortalecer las fuerzas democráticas y revolucionarias en nuestros propios países, de sobremanera en aquellos donde las fuerzas de la reacción oligárquica y burguesas están activas de manera abierta o solapadamente como en Bolivia y Venezuela tan solo para poner dos ejemplos.
En este momento, los pueblos organizados del mundo entero tenemos que incorporarnos al planteamiento que hoy realiza el pueblo hondureño de que se castigue a los golpistas y decimos nosotros que dicho llamado no puede limitarse a los sectores politicos y militares que ejecutaron tan criminal acto antidemocrático, antiobrero y antipopular, sino que tiene que hacerse extensivo a los sectores económicos que auparon el golpe en Honduras y que lo han aupado en otros países como Venezuela.
El enjuiciamiento de los golpistas es un planteamiento positivo para los civiles y militares involucrados pero a las empresas multinacionales que participaron en el golpe y siguen apoyando a los golpistas tras bambalinas, tienen que sufrir un proceso de expropiación sin indemnización y bajo control obrero, a fin de quitarles todo el poder que tiene para subvertir el orden y trastocar el orden democrático en Honduras y todo el mundo.
Si camaradas militantes. La mejor solidaridad que podemos dar los pueblos del mundo es exigir el castigo ejemplar de las multinacionales que estuvieron detrás del golpe y de los gobiernos que le apoyaron. Tenemos que unirnos e impulsar a través de nuestra organizaciones obreras y populares y de los Comités de Solidaridad que se constituyan en TODOS EN TODO EL MUNDO la expropiación sin indemnización de las multinacionales farmacéuticas que impulsaron el golpe y aquellas empresas que en Honduras presionaron y amenazaron a sus trabajadores para que no expresaran su repudio al golpe y a los golpistas. Esas empresas nacionales y multinacionales también son responsables del golpe y del asesinato de hermanos hondureños pues han contribuido con el sostenimiento de Roberto Micheletti y sus golpistas, que incluye a Billy Joya, conocido por coordinar y dirigir torturas y asesinatos en este país durante la década de los años 80, cuando integró el Batallón de Inteligencia (3-16) y fundó el Escuadrón elite de represión "Lince", de los Cobras siendo el primer comandante de esa agrupación y quien hace poco fue nombrado asesor del gobierno de facto.
Tenemos que presionar para que los gobiernos que votaron en la OEA y la ONU en contra del golpe y el golpismo, muestren una acción concreta de verdadera y efectiva solidaridad con el pueblo hondureño. Tenemos que seguir impulsando la ruptura de las relaciones económicas con el gobierno de Micheletti y por la expropiación de las multinacionales que auparon el golpe. Esta solidaridad es importantísimo como lo fue la que se desarrolló en la década de los 60 del siglo pasado en solidaridad con el pueblo vietnamita, pero teniendo claro que nadie puede sustituir la lucha propia del pueblo afectado, siendo el pueblo hondureño quien ocupa ese lugar. Su lucha y capacidad de resistencia será la determinante en lograr el triunfo sobre la dictadura aupada por el imperialismo norteamericano.
Ningún precio es suficiente para pagar la sangre derramada por el pueblo hondureño, pero por lo menos con la expropiación, en todo el mundo, de esas multinacionales sin indemnización y bajo control obrero, se le marcará un paso adelante hacia el fin del poder de las multinacionales que en todos los continentes actúan contra los pueblos.
LAS TAREAS DEL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR HONDUREÑO
La solidaridad que se ha venido desarrollando y la que va a continuar va a ser muy importante para la caída de la tiranía, pero repetimos que será el pueblo hondureño el factor fundamental para alcanzar la caída del tirano.
Será el pueblo de Honduras quien tendrá que saber cobrar los crímenes de la dictadura, pero para ello tiene que multiplicar su capacidad de movilización y de combate, una vez que pasen estos primeros momentos de dolor y estupor por las heridas sufridas, sobre todos las de este domingo 5.
El pueblo de Honduras tiene que aprovechar la experiencia adquirida en el camino andado para organizar sus filas y no las de una simple vanguardia política, para responder a esta escalada represiva con su propia capacidad de combate. Las brigadas de orden, que han jugado un papel de evitar el desbordamiento incontrolado de las masas en las movilizaciones realizadas hasta el sol de hoy, deberán cambiar su carácter y convertirse en brigadas de autodefensa que cubran todo el país y puedan proteger las nuevas movilizaciones que se planteen. Brigadas que le demostrarán a los soldados y policías hijos del pueblo, que tienen una alternativa real a donde pasarse si no quieren ser el brazo asesino de un gobierno de burgueses y oligarcas.
Los marxistas revolucionarios del mundo entero estaremos solidarios de manera militante de las determinaciones que en este sentido tomen las organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles, indígenas y populares de Honduras, pues entendemos que el pueblo puede ser pacífico, pero tiene que aprender a defender su vida y sus derechos a darse el gobierno que bien le venga en gana. Los pueblos del mundo sabrán comprender que los trabajadores y pueblo hondureño, organicen sus brigadas de autodefensa que responda con todo a las bandas de asesinos que arme el gobierno de facto y a los sectores de las Fuerzas Armadas que prefieran servir al amo capitalista foráneo y nacional.
Estas brigadas tienen que surgir de las organizaciones que el pueblo se ha dado. Tiene que surgir de las organizaciones obreras que ya están incorporadas a la lucha contra la dictadura para que puedan responder a las masas movilizadas y evitar que sean infiltradas por agentes de la burguesía.
La victoria está cerca, pero las fuerzas de la dictadura han demostrado que están queriendo vender caro su retroceso. Las fuerzas de la dictadura están resquebrajándose pero no han caído y no lo harán si no se le contrapone una fuerza mayor y organizada de manera centralizada y democrática con capacidad de respuesta ante cualquier situación. La centralización democrática de las organizaciones obreras, campesinas, indígenas y populares, será también la garantía de que la lucha no vaya a ser negociada entre bambalinas por políticos burgueses de oficio.
Vamos todos por la Victoria.
EL PUEBLO HONDUREÑO TIENE DERECHO A DEFENDERSE DE LA REPRESIÓN SANGRIENTA DE LOS GOLPISTAS QUE ENCABEZA ROBERTO MICHELETTI
LOS PUEBLOS DEL MUNDO TENEMOS QUE SER SOLIDARIOS MILITANTES CON EL PUEBLO DE HONDURAS.
POR LA EXPROPIACIÓN EN TODO EL MUNDO DE LAS MULTINACIONALES Y EMPRESARIOS QUE APOYARON EL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS, SIN INDEMNIZACIÓN Y BAJO CONTROL OBRERO.
POR LA CONSTITUCIÓN DE BRIGADAS DE AUTODEFENSA POR PARTE DEL PUEBLO HONDUREÑO, PARA DEFENDERSE DEL EJÉRCITO GOLPISTA Y DE LAS BANDAS ARMADAS QUE EL GOBIERNO DE FACTO HA ORGANIZADO CONTRA EL PUEBLO.
POR LA UNIFICACIÓN Y CENTRALIZACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES OBRERAS Y POPULARES DE HONDURAS, EN UN ORGANISMO INTEGRADO POR DELEGADOS REVOCABLES DEMOCRÁTICAMENTE ELECTOS EN LAS BASES POPULARES.
Por la Corriente Socialista Revolucionaria – El Topo Obrero
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