La globalización de los años 80-90, supo confinar a los pueblos a las fronteras territoriales de nuestros países ya sometidos, para poder mantenernos divididos. División que garantiza la dominación. No sucedió así con los capitales. Estos trepidaron en afluencia hacia las arcas del norte y de los diferentes emporios transnacionales, dejando en su transitar, como dice la canción del cantor del pueblo “miseria y sudor de obrer@s”, injusticia y exclusión. El objetivo de la propuesta entonces fue, estrictamente economicista.
Separarnos, dividirnos, sujetarnos físicamente a nuestras naciones forma parte de la esclavitud neo-capitalista, y de dominación, sino, para muestra un botón: el muro que construye EEUU en la frontera mexicana. Como tapa del frasco, para redondear la extracción y saqueo de las riquezas de nuestros países, nos vinieron con el “cuento mocho” del TLC, a lo que admirablemente los Comandantes Fidel y Chávez, le salieron al paso con el ALBA. Deteniendo lo que parecía indetenible, para terminar de subyugar a nuestras ya depauperadas patrias.
El ALBA ha sido concluyente en la actual lucha de determinación y emancipación de nuestros pueblos. La postura anti-imperial, anti-capitalista y anti-neo-colonial que ha asumido la América Latina y el Caribe, envolviendo a las oligarquías dominantes, que se resisten a perder sus privilegios, los ha desesperado; generando una virulenta y violenta reacción de quienes caminan bajo directrices del imperio, en Honduras. Sin escrúpulos estos oligarcas, no han tenido miramientos al desatar su barbarie contra un pueblo desarmado que reclama la retoma de la causa democrática, la libertad, la justicia y la paz.
Con profundo pesar observo como la insensible oposición venezolana, irracional y fraticida, con sobrado desprecio suicida, ensalza, el retroceso de la humanidad, a ruines condiciones de la especie. Su anhelo de compartir y vivir en nuestro país, la violencia y el futuro incierto de las acciones de unos oligarcas y militares trasnochados, que se han lanzado en la hermana Honduras a esta descabellada felonía, sin medir consecuencias y mucho menos tener respeto por la decisión de un pueblo, que eligió democráticamente a José Manuel Zelaya Rosales como su presidente. Experiencias que parecían superadas en nuestros países, y más aun, en nuestra condición humana.
Difícilmente esa expresión amorfa e irracional que se desprende de la apatrida oposición venezolana, podrá entender la solidaridad, complementariedad y mucho menos la Patria Grande. Valores que inspiran y orientan la brújula que guía el transitar Revolucionario, que recorre a la América Latina, en su determinante búsqueda de la Libertad Plena, que ahora más que nunca estamos decididos a defender, al costo que sea. La sangre derramada por los hijos de Morazán no será un esfuerzo en vano, en esta justa libertaria.
Rompamos las fronteras territoriales, globalicemos la lucha y junt@s, vayamos a defender al lado del bravío pueblo hondureño, este revés histórico, esta afrenta, en contra de l@s mujeres y hombres que decidimos asumir las riendas de nuestros destinos. Es la lucha de la América Latina y del Caribe, ¡Honduras Resiste!.
Médico Gastroenterólogo venezolano/Vocero de la CONAMEV.