"Honduras y la poesía revolucionaria en la resolución de la vida práctica"
Cuando se trata de defender la voluntad democrática de un pueblo, la potencia creadora y la dignidad del Trabajo, (en todos sus sentidos y hasta sus consecuencias más hondas), la Huelga, particular o general se hace Poesía que inerva los procesos sociales más rebeldes y florece con ellos… eso, claro, no lo es todo pero… ahí donde se concentran las fuerzas des-alienantes más avanzadas, concientes de sus necesidades, se incuba la magnificencia de la Poesía: el salto cualitativo de la conciencia hacia su liberación definitiva. ¿No es eso hermoso? "La poesía debe ser hecha por todos".
Una Huelga, libre de parásitos y usurpadores… convocante y unificadora, con un debate político independiente y de clase; es un acto de amor colectivo, una ofrenda, un ejemplo de fraternidad y fortaleza para el movimiento obrero. Poesía en serio. Una Huelga es un poema de corazón enorme poblado de revoluciones, no sin amenazas, no sin riesgos. Es un corazón poderoso y cálido que no desfallece a la hora de prodigarse en desafíos y conquistas. Es un regalo espléndido, una oportunidad magnífica de conocer y amar la fuerza de los trabajadores a la hora en que ponen su identidad de clase, frente a frente, contra lo que los explota y aliena. Valor e inteligencia puros.
Es la hora obrera de afinar puntería y gravitar con su peso social más verdadero. En la épica y la lírica social del proletariado la Huelga, aunque cueste verlo, es un poema necesario cuya inspiración es cada día más poderosa. Contra eso nadie puede. Se honran a las luchas, los sacrificios y los triunfos de la clase obrera mundial. ¿Quién puede negarnos ese derecho? ¿Quién puede negarnos ese privilegio? La Huelga puebla el corazón con la certeza de nuestras fuerzas transformadoras. La Huelga es un himno de certezas emanadas de los surcos y las fábricas que han tocado fondo para asaltar el cielo. La Huelga con su luz alta, sus torres altas, su altivez y sus ojos altavoces se hace piel de vida, piel de obrero, piel de luz… Nadie lo omita, nadie lo olvide.
Se actualiza una agenda mundial de los trabajadores, inspiradora e ineludible. Agenda cargada con reivindicaciones no exclusivamente económicas. Agenda para la Revolución profunda y permanente, necesaria… para conquistar, con independencia política, mejores condiciones de vida y suprimir toda relación fincada en explotar a los trabajadores. Agenda de solidaridad contra de la voracidad capitalista, donde ocurra y como ocurra. Agenda contra las transnacionales, agenda de solidaridad con las Huelgas hermanas en todo el mundo… contra las guerras de invasión y saqueo, contra el imperialismo, contra el neoliberalismo. Toda expresión de unidad en la clase trabajadora es, además de necesaria, una tendencia natural hacia la Huelga General que comporta una de las expresiones más fortalecedoras contra el capitalismo. ¿No es eso hermoso?
Las Huelgas, con ocupación de fábricas, tienen el poder de rebasar esencialmente al capitalismo. Lo saca de sus casillas. Son un golpe certero al ídolo de la propiedad capitalista, un golpe a la propiedad privada y las leyes burguesas. Ocupar una fábrica, o un espacio de trabajo, durante una Huelga implica decir en voz alta, la voz más alta porque es la de todos, que el trabajador es el dueño verdadero de la fábrica y del trabajo. Las Huelgas con ocupación son una advertencia seria que los trabajadores dirigen no sólo a la burguesía sino también a otras organizaciones obreras y a la sociedad toda. Por eso es fundamental ser cauto, estar organizados unidos y solidarios, antes de que la burguesía ordene a sus perros atacar a los trabajadores asesinarlos y redoblar las condiciones de opresión. Ser audaces no implica ser ingenuos. "Si creéis que ahorcándonos podéis acabar con el movimiento obrero... ¡entonces ahorcadnos! Aquí pisoteáis una chispa, pero allí y allá, detrás de vosotros, frente a vosotros, y por todas partes, las llamas surgirán. Es un fuego subterráneo. No lo podréis apagar." Augusto Spies (Mártir de Chicago)
Se honra a los trabajadores que luchan, a los trabajadores que construyen conciencia sobre su fuerza, porque se han cansado de ser explotados… se realizan grandes manifestaciones de organizaciones laborales, fiestas de trabajadores independientes y suele ser una oportunidad para ayudar a esclarecer la relación irreconciliable entre las organizaciones de trabajadores y la burguesía que financia gobiernos serviles. También es cierto que, por culpa de los burócratas de todo tipo, en algunos lugares la fiesta se olvida. No se olvidan sus principios y fines. Pero lo importante no es que se indigeste el patrón, lo importante es que la lucha obrera se nutra con triunfos propios. Hay que estar muy alertas. Es indispensable diagnosticar y comprender las características y los ritmos de cada momento y saber responder creativa y organizadamente con tácticas y estrategias cada vez mejores. La exacerbación de la lucha de los trabajadores significa, también, la exacerbación de los métodos represivos del capitalismo. No se puede ser ingenuo ni aventurero. Es de importancia vital toda tarea preparatoria de los trabajadores, es de importancia vital conocerse bien, confiar sólo en los que luchas codo a codo, confiar sólo en las fuerzas propias y dar la bienvenida sólo a los compañeros más honestos y creíbles. Un error puede ser muy costoso ya lo hemos visto… el camino está plagado de traidores y los enemigos se alistan… uno no puede dejarse tomar desprevenido. La burguesía no se limita en ninguna parte a utilizar solamente la policía y el ejército oficiales, hay gente disfrazada de civil, que cobra por traicionar y por golpear. Hay muchas fotos.
La Huelga es un jardín insurrecto que plaga con luces los almanaques, la Huelga no da tregua porque avanza como enredadera sobre los andamios y las factorías mientras descerraja a la historia. La Huelga se acuna sobre los ojos diáfanos de los trabajadores más dispuestos a sentirlo todo. La Huelga nos saluda con sus manos bien abiertas en la hora crucial de las palabras mojadas con rocío mañanero. La Huelga es una locomotora que nos sale de la garganta, sedienta de pueblos y de obreros. La Huelga es un conjuro magnífico contra el crimen y va de retro en las lunas y en los espejos de la historia como violín defensor que ronda la madrugada, se enfunda en los percheros, se inyecta en los nervios y se derrama a gritos como la alegría…. por eso es una estrella temática donde se deshoja la muerte del capitalismo… la Huelga es amor y vida que se dilata en círculos obreros contra las borrascas de la miseria. La Huelga anda entre las sístoles y las diástoles como pájaro, como sueño y como espejo. La vida misma.
La Huelga General es una oportunidad magnífica para perfeccionar las tareas de los trabajadores que piensan en los trabajadores porque eso es un poema contra el capitalismo mundial en lucha permanente para derrotar a un sistema económico, social y cultural que ha intensificando la explotación y ha saqueado los recursos a mansalva. Poema concreto de praxis obrera contra esa lógica burguesa del extermino sistemático que recorta presupuestos sociales mientras aumenta gastos en armamentos. Huelga y poema contra el jolgorio de la obscenidad de las industrias militares que sacan ganancias destripando pueblos. Poema de los trabajadores que no pierden de vista la escalada armamentista nuclear con más de un billón de dólares dilapidados mientras se profundiza la contaminación medioambiental y se destruyen los ecosistemas. Sólo los trabajadores podrán frenar esta barbarie descontrolada. La Huelga es una de sus armas. Una fuente de moral para la lucha. La moral revolucionaria.
Es necesaria la Huelga General. Basta de sacrificios, flexibilidad laboral, recorte salarial, resignación y cerebros vacíos. Basta ya de los trabajadores paguen la borrachera de lujos de la burguesía. Paremos la física, anímica e intelectual a que es sometido el trabajador. Nuestra realidad no sólo no mejora sino que ha empeorado… hambre, enfermedad, abandono son cada vez más graves... Es obra del capitalismo imperialista. Las Huelgas pueden ser formas de rechazo a esta situación y este rechazo social está aumentando el desgaste y desprestigio del sistema capitalista. La Huelga no es por si misma la "solución" es un espacio de discusión y movilización importantísimo entre trabajadores que puede ser muy provechoso para encontrar rumbos transformadores sin retorno.
La Huelga es un poema y un arma de los trabajadores movilizados para superar sus deficiencias y responder a retos nuevos que se plantean cuando hay que organizar a los no organizados y promover debates políticos revolucionarios a todos los niveles. La Huelga general conjuga las tradiciones de todas las luchas y los principios más desarrollados de la unidad y la solidaridad obrera internacional. Del campo a la ciudad. Con la Huelga se puede reforzar la unidad y la solidaridad para lograr todas las reivindicaciones y contribuir al triunfo de la revolución socialista que sólo los trabajadores pueden conducir. La Huelga llama a los trabajadores a pensarse fuertes si actúan mancomunadamente en las luchas, en el espíritu de la solidaridad mundial, si ratifican y enarbolan los derechos y los intereses de los trabajadores del mundo entero, no sólo por empleos y condiciones de trabajo decentes, además, por un mundo distinto desde su raíz, un mundo sin propiedad privada y sin estado, es decir un mundo en que la humanidad se pertenezca a sí misma y no pertenezca jamás a una pandilla de ladrones. ¿No sería eso hermoso, lo más hermoso? La belleza convulsiva.
Las Huelgas con ocupación son un paso decisivo que puede exacerbar el desarrollo de la lucha de clases y precipitar la derrota del capitalismo y eso es un poema. No se debe pensar que una situación revolucionaria surge espontáneamente porque es la fragua larga y paciente de acciones y signos que impulsan una dialéctica propia y una seguidilla de Huelgas, con ocupación de la fuente de trabajo, hasta expresar la crisis que cambia todo. La Huelga es espejo de carne que se sustenta en alas revolucionarias. La Huelga es un beso sobre el pecho, un beso sobre la frente, un abrazo bien firme y bien certero… erupción de lucha, sudor de lucha. La Huelga es boca inmensa que se llena de voces en combate: voces que toman el fusil de las ideas y las renuevan y las recrean y las superan y las superan y las superan... el vientre de Huelga general es un puño cerrado, envuelto en amores para seguir viviendo esta vez de otro modo… de modo digno. Huelga general y torbellino de ánimos como sábana de estruendo cosida por la mano obrera. Huelga general, vientre y parto implacable y amoroso, de labios indomables cantarines y vocingleros, con explosiones y brechas entre besos de la historia. Silencio todos… La Huelga está pariendo sus propios sueños. Que son nuestros.
A estas horas las condiciones concretas de los trabajadores son un esperpento de contradicciones; son indignas, humillantes y criminales. A estas horas el Trabajo nos taladra con inseguridad y salarios paupérrimos. A estas horas paseamos nuestras penurias en los supermercados y los aparadores. El Trabajo es una fuente de enfermedad y muerte donde la miseria exhibe sus designios obscenos. A estas horas estamos hartos del trabajo alienante, del hambre, del desempleo, de la vejez solitaria y náufraga, de la niñez desvencijada, del futuro ciego, del pasado amnésico. A estas horas el Trabajo, que a otros da riqueza, a nosotros nos deja desesperación y rabia, hasta para las cosas más pequeñas… en lugar de servirnos para desarrollarnos y fortalecernos el Trabajo, bajo las condiciones actuales, es una noche de estertores, sorda donde el capitalismo acelera su decadencia devastadora, organizado y con armas, para seguir robando su Trabajo a muchos trabajadores todavía desorganizados e inermes. Esta sociedad enferma produce trabajos enfermos, hambre y angustia como patíbulo de silencio e indiferencia. Se nos va la vida cuanto más trabajamos.
Tal cómo se usan hoy, las invenciones y los progresos técnicos son absolutamente incapaces de producir riqueza material para todos. Hay más privaciones y sufrimientos. Más desempleo, más esclavitud, más alienación, más inestabilidad generalizada; saltamos de una quiebra a la otra. Hay charlatanerías de toda especie según las cuales bajo las actuales condiciones históricas, el Trabajo ha dejado de tener importancia para los individuos y las sociedades.
Sigue en crisis la auto-dirección del proletariado a nivel mundial. Las fuerzas productivas se destruyen. Ni los genios del capitalismo, creador de este muladar degenerado son capaces de idear una salida. Sin una revolución social capaz de instalar al Trabajo des-alienado, en el lugar histórico que le corresponde, la humanidad está amenazada y alcanzar ese lugar depende del proletariado, de su vanguardia revolucionaria, si logra salir de sus crisis de dirección y dirigentes. Sólo el derrumbe de la burguesía puede constituir una salida. ¿O no? Ya deberíamos emprender, a como de lugar y desde abajo, todos los que somos estos muchos, la dignificación definitiva del Trabajo que consiste, también, en arder en guerras contra la miseria. Pero no del trabajo tal cual lo conocemos y padecemos hoy… sino otro Trabajo, de uno nuevo que salga de estas ruinas y sea mejor, que nos de riqueza, alegría… creatividad de todos y para todos. ¿Será muy difícil? "El mal endémico de la desocupación, la desnutrición, la ausencia de planes de salud, educación y vivienda que afectan a millones de trabajadores resultan la moneda corriente de esta época, que junto a las interminables jornadas laborales muestran el futuro de barbarie que el capitalismo nos ofrece. Los procesos revolucionarios abiertos en Latinoamérica muestran de una manera contundente la diferente actitud de los trabajadores ante la profunda expoliación por parte del capital. Bolivia, Venezuela, Ecuador y sus movilizaciones callejeras, con obreros y campesinos asumiendo de manera directa la democracia obrera, insuflan nuevos vientos al pestilente veneno capitalista." Angel M. Perouch
No concibamos el Trabajo separado de nuestras mejores guerras. Es necesario terminar con el espíritu blandengue. Transformemos este circo de explotación enferma y decadente en una realidad fértil nueva y de todos; que sea para el corazón y los sentidos una sacudida amorosa y concreta con Trabajo no alienado. Esto es un llamado a los trabajadores, todos, que sueñan y trabajan por transformar el mundo.
Sabemos que hay riesgos como nunca en las circunstancias presentes. Es imposible revitalizar el mundo en que vivimos, es inútil aferrarse a él, es preciso atreverse a cambiarlo desde sus logros mejores. Y eso tiene costos que son hoy por hoy ineludibles. La lucha por dignificar el Trabajo conducirá a la humanidad a sus fuentes verdaderas. Pondrá a trabajar incluso creativamente a los miedos, todos, para que sirvan a la construcción solidaria del futuro. ¿Podremos?
La Huelga es una artillería de convicciones que sopla su viento promisorio en la moral revolucionaria de los trabajadores que a estas horas insuflan vida a las fábricas que serán suyas. Por eso los huelguistas dicen con sus vocees los conjuros obreros que todos cargamos en las bocas. Los obreros hacen la vida tumultuosa, movediza y promisoria mientras ejecutan las ideas de todos plena maduración del socialismo...El humo de las Huelgas desmadeja el paisaje burgués y su travesía brumosa de lujos mal habidos. La Huelga es un fantasma transeúnte que recorre el mundo para reunir a la luna con los mástiles, al viento con las cenizas, a las voces con los nombres, a la salida con la llegada, a los adioses con los pañuelos, a los pechos con los corazones, a la justicia con los obreros…Si hay poesía naciente, nueva, la hay porque hay procesos revolucionarios en el mundo entero y la huelga es una fábrica de signos, una revuelta de los signos, un ascenso semiótico, artístico, comunicacional, revolucionario y permanente. La poesía la Huelga nace de la lucha, no sale de los discursos, nace de la Revolución misma acicateada por las Huelgas, también.
Trabajadores del Mundo todo con el pueblo de Honduras:
Preparemos la supresión de la esclavitud. Quitémonos las lágrimas y pongámonos las mejores luchas de los trabajadores, de un continente a otro. Hagamos permanente este llamado mundial para el rescate del Trabajo como una operación social conjunta. El Trabajo alienado es lo que nos hunde en el pasado. El Trabajo esclavizado nos enseña la moral de los esclavos y nos impone el modelo psicológico del patrón con sus ambiciones por explotarnos de manera, siempre, más voraz.
En la lucha los trabajadores necesitamos, ahora más que nunca, organizaciones de masas, ante todo sindicatos capaces de luchar contra todo sometimiento al estado burgués que busque maniatar al trabajador con fascistas o "demócratas". Solamente los trabajadores, capaces de dirigir sus sindicatos con un grado firme de independencia política y de clase, pueden tener éxito contra las manías de la burocracia reformista y eso incluye a la estalinista. Hay que combatir, además, las tentativas sectarias de "pequeños sindicatos revolucionarios" que se hacen pasar por ediciones de bolsillo del "partido" para socavar a los trabajadores su derecho legítimo a la dirección de la clase obrera sin mecenas ni caudillos. Cada fábrica, tierra, actividad laboral cualquiera, debe abrirse con furia, con nuestros motivos, profundos y pesados, por el vórtice y el vértigo, nuevo y eterno, contra un mundo esclavizante que nos ata los cascabeles de la explotación más infernal cabalgando a lomos de sollozos resignados. Va siendo la hora de rescatar el Trabajo de ese mundo mutilado donde nos desgarramos, va siendo la hora de pegar un salto grande hacia la revolución del Trabajo, de una vez por todas, que cambie el mundo…. que cambie la vida.
La Huelga General no es una medicina milagrosa. Su poder y su poesía están amenazados permanentemente, de una parte, por las condiciones y manías objetivas del capitalismo en descomposición y por otra, con la política de traición de ciertas "organizaciones obreras" avejentadas y corruptas, secuestradas por burócratas tutifruti. Los trabajadores viven agobiados bajo aparatos burocráticos que los han traicionado miles de veces. Negocian y venden Huelgas de manera rápida. Son una plaga de parásitos que los trabajadores deben identificar y combatir, con todas sus fuerzas, porque ha costado muchas luchas y vidas, entre otras cosas. Tarde o temprano se a esos parásitos, a veces infiltrados, en las fotos de los diarios abrazando a los empresarios y a los políticos de turno.
La Huelga endereza la espalda del obrero, quiebra la yunta del esclavo, mata al fantasma de los miedos… ese es su papel cada jornada, su papel contra la espalda fatigada, contra el peso de las sombras, contra el paso dolorido. Las Huelgas verdaderas son poemas y son incendios que propagan la luminosidad de la revolución. En brazos de la Huelga todos los principios obreros son obuses encendidos que estallan en el corazón de la hora presente. La Huelga es una subversión, no sólo intelectual, que se hace para salvar a las generaciones futuras, es un poema sin moral de reconciliaciones hipnóticas. Un poema de lucha, agitación, propaganda y organización. Poética de la lucha para superar las condiciones objetivas con la revolución como guía y contra la falta de madurez que aun aqueja la capacidad de dirección del proletariado que, nos e queda quieto y ya fragua dirigentes genuinos y nuevos. Poema de todos contra la confusión y descorazonamiento con que nos envenenan los traidores… contra la falta de experiencia, contra el desánimo. Contra el miedo. Poema que escribimos entre todos para ayudarnos a luchar, para ayudarnos a encontrar el camino hacia la transformación definitiva y permanente del mundo, de las mentalidades y de los corazones. Todo un poema.
En las condiciones del capitalismo en descomposición, los trabajadores cuentan con la Huelga para impulsar un método de lucha que permita derrotar la vida triste de los oprimidos, las amenazas del pauperismo. La Huelga general es una herramienta hermosa e implacable. Reivindica el derecho al trabajo y una existencia digna para todos. Que nadie nos asuste, no podemos entregarnos a la degeneración burguesa y vivir como trabajadores humillados crónicamente, de las migajas de una sociedad en descomposición, porque somos los productores de toda la riqueza… que nos saquean y hurtan. Contra toda esta degeneración criminal contamos con nuestra fuerza organizadora y, además, con la Huelga general… Urgen más Huelgas, más luchas rebeldes, más almas y también más fuerzas para renovar incluso al viento, para zarandear el trapo de las banderas dormidas y levantar como soles nuestros brazos entumidos. Es necesario terminar con el espíritu blandengue. Hay que avanzar con la revolución armados con Poesía de Huelgas, también, que trasformen a los trabajadores, los enamore de su fuerza y sea una puerta abierta que nos conduzca donde no hemos llegado… una puerta para entrar a la vida verdadera. Al cielo que nos pertenece.
La huelga por si no lo es todo… nos falta mucho todavía. Después de una Huelga uno aprende la diferencia sutil entre extender una mano y encender una revolución, un alma y uno aprende que la Huelga no significa sólo compañía… significa seguridad de fuerza unida fraternalmente. Y uno empieza a aprender verdaderamente, que los huelguistas no son abstractos, no son promesas, uno empieza a aceptar sus posibilidades concretas de triunfo. Con la cabeza alta y los ojos abiertos permanentemente. Como la revolución.
Son absolutamente vitales los comités de fábrica. Son parte de la preparación paciente y profunda con que los trabajadores construyen un doble poder al interior de la fábrica. Y es responsabilidad nuestra, como trabajadores, apoyar a la consolidación de esos comités que, tarde o temprano, serán motores de todos los movimientos sociales verdaderamente importantes. La formación de los comités bien puede ocurrir también en espacios de lucha contra las guerras, contra la inflación, contra la represión y la censura… en fin… su importancia radica en que comportan mil maneras en que la lucha de clases perfecciona los medios y los modos para fortalecer la unidad y las luchas por todas partes. Pero siempre hay que mantener en claro que no hay transformación social posible, parcial, si no hay transformación social completa… si no se produce una revolución socialista y permanente. Es muy fácil caer en espejismos si se mira sólo la superficie de los problemas y si nos conformamos, ilusionados, con reformas y bisutería política. El debate entre el capital y el trabajo no debe olvidarse ni debe olvidarse que, en la raíz de todos nuestros problemas está la propiedad privada y el estado burgués.
Hace falta la Huelga General y existen buenas condiciones para ello. Pero necesitamos una dirección buena. Seguir la lucha hasta vencer. Huelgas fortalecidas, extendidas a todos los sectores, organizadas por comités de Huelga en cada empresa, centro de estudio, barrios... como una oleada con vientos frescos, decidida y clara. Que inspire confianza y provea fortaleza. Ahora mismo millones de jóvenes y trabajadores han probado en la práctica que se puede luchar, que se tiene fuerza para poder ganar esta batalla, que no se trata de una minoría débil o frágil. Ni en Francia ni en Usa, ni en China ni en Ecuador… Hay un despertar de la lucha preñada de política revolucionaria. Mientras el capitalismo sólo ofrece guerras, miseria y explotación nosotros podemos ofrecernos el socialismo auténtico, con los métodos de la clase trabajadora, la única que puede conseguirlo.
Amar nuestras Huelgas abona el mañana. Hacerlas nuestras siempre como estallido consciente y dirigido a ganar el cielo y la superficie de la luna, incluso. No falta mucho. La Huelga tiene sus sábanas impregnadas con la aurora de la revolución. Iremos mucho más lejos porque tiene sentido, porque debemos escribir la historia por nuestros medios más concientes… elevar contenido de nuestras ideas mejores y nuestros proyectos más ambiciosos: la humanidad liberada por sí misma. Huelga color humano con impulsos de corazón y acción insurrectos. La Revolución está por hacerse, todos los medios son buenos (si no son injustos) para aniquilar las ideas burguesas, la explotación, la propiedad privada, la acumulación… sin concesiones. Contamos también con la Huelga como Poesía contra toda clase de conformismo, Poesía de los trabajadores con espíritu nuevo, de horizontes ensanchados, para ganar todas las armas y las herramientas que ayuden a crear una vida plena, esta vez de todos, nacida de lo mejor que sepamos ganar y crear…maravillosa por eso. Un poema en serio. Sería hermoso. "Solamente lo maravilloso es bello".
Honduras será un gran triunfo de los trabajadores.
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