Al parecer algún acuerdo
hubo entre el tiempo y la historia para que en el mes de Septiembre
se juntaran en Chile tantas fechas que tienen que ver no sólo con su
devenir sino también con su carácter nacional, con su personalidad
como pueblo. De esto comenzó a hablar durante la transmisión uno de
los relatores de Meridiano TV, en el partido Chile 2, Venezuela 2, aunque
no llegó sino a mencionar unas dos o tres fechas...
En Chile están bien demarcadas las cuatro estaciones, verano, otoño,
invierno y primavera, siendo de todas estas épocas la primavera el
tiempo que da como la sensación de ser no sólo el verdadero comienzo
del año, sino un renacimiento de la vida.
Los árboles, que habían quedado sin hojas en el otoño, vuelven a
reverdecer, las flores explotan por los jardines y bajo un sol que no
calienta mucho, pero que por lo menos alumbra, después del nublado,
llovido y hasta nevado invierno. Todo parece nuevo, sobre todo las mujeres,
que después de meses cubiertas desde los lanudos gorros o los altos
cuellos de tortuga hasta las propias botas, vuelven a mostrar sus carnitas
por aquí y por allá y los hombres andan como locos, como si nunca
hubieran visto una fémina...
Bueno, la primavera comienza en Chile en Septiembre, el día 21,
y durará tres meses, cuando entregará el testigo al verano.
Y, a propósito de un tiempo renovado y renaciente, el 18 de Septiembre
es en Chile el Día de la Independencia,
que unido al 19, Día del Ejército (celebración que viene de antes,
no fue una imposición de Pinochet, y se recuerda por aportes de esa
fuerza cuando la independencia, no por lo hecho durante la dictadura
del viejo ladrón ya mencionado). Estos dos días son feriados y si
tocan en miércoles y jueves, el puente es de pronóstico. En tiempos
de cuarta república, cuando no se reivindicaban más allá de lo nominal
los valores nacionales en nuestro continente, un amigo venezolano me
decía un día lo bien que le había caído que en Chile la fiesta más
importante del pueblo no fuera la navidad ni la Semana Santa (¡!) sino
el Día de la Patria, precisamente por lo desvalorizadas que en aquellos
tiempos estaban esas fechas, copadas de mucho protocolo pero de poco
pueblo. En Chile, y sobre todo en la provincia y en el campo, el tiempo
de comprarse ropa, de estrenar zapatos y de tomar y bailar y comer de
lo mejor es para el 18 de Septiembre, existiendo incluso la ley
no escrita de que a los borrachitos que andan trastabillando por la
calle, la policía no los lleva presos en tal fecha: otra buena razón
para brindar con vino tinto o del otro, por la Patria y en Septiembre:
¡Salú!
Para seguir con celebraciones, el 4 de Septiembre eran las elecciones
en tiempos de la democracia pre-Pinochet, así que en este significativo
mes chileno celebramos que el 4 de Septiembre de 1970 el pueblo chileno,
convocado por la Unidad Popular, ganara las elecciones llevando a la
Presidencia de la República al médico Salvador Allende Gossens,
primer presidente marxista del mundo elegido en votación democrática,
universal y secreta. En su gobierno de sólo tres años se nacionalizó
el cobre, el salitre y el hierro, toda la industria estratégica textil
o metalmecánica, se profundizó la Reforma Agraria, se democratizó
la ensenanza, la salud y el crédito... Una ley de educación, con amplios
propósitos de calidad e inclusión, basada en las ideas del venezolano
Simón Rodríguez, fue interrumpida por el golpe fascista y no alcanzó
a ser promulgada...
Pero las fechas de Septiembre también guardan las tristezas del pueblo
chileno. El 11 de Septiembre de 1973, con el respaldo de la oligarquía
chilena y el imperialismo yanqui, Augusto Pinochet encabeza el golpe
militar que asesina a la democracia chilena y el compañero presidente
Salvador Allende muere en combate defendiendo el Palacio de La Moneda,
casa de los presidentes de Chile. Se inician así 17 años sin derechos
humanos, y con un inventario de por lo menos 3500 asesinados o desaparecidos,
según lo reconocido “oficialmente”.
El 16 de Septiembre del mismo año del golpe, aparece asesinado el
cantor y director teatral, Víctor Jara. Su cuerpo amanece tirado
en un barrio marginal de Santiago. La gente pobre de la zona, que lo
conoce bien, lo reconoce aún cuando está tan desfigurado por la tortura
que las manos, machacadas a punta de culatazos, parecen desprendidas
de sus brazos. Víctor, además, nació
un 28 de Septiembre de 1932.
Unos días después, el
23 de Septiembre, fallece el poeta chileno, Premio Nobel de Literatura
1971, Pablo Neruda, cuando era movilizado de su casa en Isla Negra
a Santiago por la Embajada de México, para su traslado como exiliado
a ese país, donde se le trataría, además, su delicado estado de salud.
En Venezuela, Alí Primera diría, con razón, "porque
era mucho poeta / para ver morir su pueblo / y sobrevivir al hecho."
El 29 de Septiembre de 1976,
en Washington, oficiales del ejército pinochetista, de la CIA y
gusanos cubanos de la patota de Posada Carriles, hacen explotar
el carro de Orlando Letelier, Ministro de la Defensa y también
canciller del gobierno de Salvador Allende. También muere su secretaria,
de nacionalidad estadounidense.
El 30 del mismo mes, pero del año 1974,
en Buenos Aires, asesinan a Carlos Prats,
Comandante en Jefe del Ejército Chileno cuando Salvador Allende. Una
bomba hace explotar su carro, asesinando también a su esposa. Prats
era un general patriota de amplia cultura y gran sensibilidad social
y humana (escribía poemas, por ejemplo...) Los pinochetistas que lo
acusaban de "allendista", forzaron su renuncia del alto cargo
que ocupaba, poco tiempo antes del golpe.
Atropellándose para salir del frío y oscuro invierno y entrar en Septiembre,
y siendo la primavera tan importante en la alegría de vivir de la gente
chilena ( con sus explosiones de amor muy al estilo de las flores en
las plazas públicas y jardines ), y por ser las fiestas patrias del
18 y 19 de Septiembre tan intensas y llenas de manifestaciones de felicidad,
cada chileno tiene, además, su propio calendario de afectos personales
con éste que sienten como el Mes de la Patria Chilena.
En lo que a mi respecta, como sucedía con todo el pueblo chileno
en Fiestas Patrias, antes del golpe criminal de los fascistas, mis recuerdos
de niñez se cruzan con un Septiembre de ir con mi padre a ver el desfile
militar, en medio de un pueblo que era querendon de sus Fuerzas Armadas
y de donde agarré la idea de ser marino y mi actual estatus de marino
frustrado profesional, a punto de jubilarme deso, ya.
En lo que a mi respecta, un día comprendí que no podía ser
marino en un país donde a la oficialidad sólo podían aspirar los
que tenían rancio abolengo o plata suficiente para pagar grandes fianzas
en garantía por los estudios en la Escuela Naval. Entonces ya militaba
en las Juventudes Comunistas de Chile, que cumple años cada día
5, de Septiembre, por supuesto...
En lo que a mi respecta, mi padre cumplía años el 9 de Septiembre,
pero mis recuerdos hacia él en ese mes no me llevan a cantarle el cumpleaños
feliz, sino a cuando, pocos días después del golpe, y estando los
militares en plan de "peinar" la ciudad calle por calle. casa
por casa, el viejo tuvo que quemar como media biblioteca, y mientras
lloraba a moco tendido junto al barril de gasolina donde hacía la fogata
en el patio de la casa, esforzándose por disipar la gran humareda,
sin conseguirlo, para no crear sospechas, le trataba de explicar a mi
madre que el especial papel en que estaban impresas las obras completas
de Lenin producían un humo muy irritante para sus ojos que no dejaban
de llorar...
Lagrimas y alegrías de un pueblo hermano en el fin del mundo.
Y en Septiembre, un mes que mientras siga pariendo las primaveras de
Chile, un día de estos verá nacer victorias otra vez..!
El Tano
abrebrechaucv@yahoo.com