¡Sí se pudo! Es la arenga estelar de los corazones rojos de obreros, campesinos y estudiantes hondureños al ver a Zelaya refugiado en la embajada de Brasil. Decenas de miles están concentrados en la embajada para evitar la represión y captura de Mel Zelaya (lo cual planteará denuevo el tema del Golpe en la agenda internacional).
Al principio, el golpista Micheletti, dijo que era mentira que Mel este en Tegucigalpa. Pero cuando los mass media pasaron la imagen de Zelaya refugiado en la embajada de Brasil, la piel se le puso de gallina. Y después de una reunión de 5 horas con sus aliados golpistas, decretó el toque de queda, cerró aeropuertos, cortó las comunicaciones, etc. para evitar una movilización de masas que produzca su derrocamiento. De este modo, Micheletti, está pensando como un hombre al borde del abismo.
No obstante, la dictadura derechista neoliberal, todavía controla el aparato estatal (ejercito formado por USA), y tiene capacidad de respuesta. De hecho, los golpistas, acaban de enviar a cientos de policías a reprimir las manifestaciones de apoyo a Zelaya con el objetivo de capturarlo (hay decenas de heridos y se habla de dos muertos).
Pero el Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado (FNRGE), ha convocado, a una marcha nacional sobre Tegucigalpa. “…Les invitamos a que realicen manifestaciones de repudio a los golpistas y apoyo al retorno de Mel en sus comunidades, aldeas, pueblos, barrios y colonias, cerca en lo posible de sus casas, para evitar ser reprimidos y apresados… A toda a resistencia se les convoca a una manifestación pacífica mañana miércoles 23 a las 8.00 a.m. frente a la Universidad Pedagógica Fco Morazán…”, dice el FNRGE (http://contraelgolpedeestadohn.blogspot.com/).
Por otro lado, Micheletti, declaró, “Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones…instó a los representantes de la Sociedad Civil una demostración pública para que “sienta el mundo entero que la mayor parte del os hondureños queremos vivir en paz, democracia, que queremos ir el 29 de noviembre a ejercer el sufragio, sin temor”, (diario La Tribuna, 22-09-09).
Esta situación permite avizorar una perspectiva de gran confrontación social y explosividad a niveles inimaginables (insurrecciones, conatos de guerra civil, etc.). “Los últimos serán los primeros”, dijo Jesús. Y dialécticamente esto puede ser comprendido como la Ley de los saltos de la cantidad a la calidad. Esto es justamente lo que está sucediendo en la tierra de Francisco Morazán, que estaba a la retaguardia de todo el proceso revolucionario continental, y ahora, por el “accidente” de golpe contra Zelaya, pasa a la vanguardia planteando la lucha por el socialismo (leer: http://www.bloquepopularjuvenil.org/).
Temiendo esta perspectiva, Hilary Clinton acaba de declarar que, “…Ahora que el presidente Zelaya volvió, sería oportuno devolverle su puesto y seguir adelante con las elecciones previstas para noviembre, tener una transición pacífica de presidentes y devolver a Honduras el orden democrático y constitucional…”.
El imperio del Norte tratará de imponer el chaleco de fuerza del Acuerdo de San José (que plantea la reconciliación con los golpistas y la anulación de la asamblea constituyente). Pero no está claro que las masas acepten esto. Más aún cuando producto de la presión social, Zelaya, ahora, viene agitando la histórica consigna que caracterizó a Fidel Castro y la revolución cubana, que luego Chávez convertiría en “Patria, socialismo o muerte”, y que Zelaya modifica diciendo, ¡Patria, restitución o muerte! Nosotros debemos agregarle: ¡Venceremos!
¡Abajo la dictadura capitalista de Micheletti!
¡Larga vida a la lucha democrática de nuestro pueblo hondureño!