Si mi memoria traicionera no me vuelve a fallar, los últimos golpes certeros de la CIA fueron los del Cono Sur, hace ya tres décadas. Ha tenido pocos éxitos desde entonces. Engolosinada con los que consiguió en Chile con Salvador Allende, en la Argentina y en el Uruguay, ha seguido con su monomanía golpista universal.
Sus desastres en el Medio Oriente son tan torpes como criminales. No ha pegado una en décadas. Ah, sí, los golpes gazmoños, “suaves” y de colores en países como Ucrania, Georgia, Kirguisia y otros de nombres laboriosos para nosotros tan lejanos. Pero como ya se les vio la costura, no caminan. No funcionaron en Bielorrusia, no sirven en Venezuela.
Y hablando de Venezuela... El de 2002 no pudo ser más bufo. Ahí todo fue grotesco, cuando no francamente avieso, como los francotiradores alevosamente apostados contra una marcha desviada de modo no menos aleve. Harían ruborizar a los Tres Chiflados, quienes en comparación eran caballeros serios y circunspectos. Es que esta dirigencia opositora es así: un corrincho de borrachines, malandrines y badulaques. Míralos. Si hay excepciones no son dirigentes porque no figuran. Conozco personas opositoras muy bien puestas en razón, honestas, competentes, pero no son dirigentes porque les falta Globovisión y ya ves qué calidad de dirigentes promueve ese canal. Otrora la derecha eran Churchill, T. S. Eliot o De Gaulle. Ahora son Berlusconi, Sarkozy y los fantoches de aquí. Si eres de derecha, esos son tus líderes.
En Honduras el golpe ha caminado, ¡pero en qué condiciones! A Pinochet Allende no se le refugia en una embajada. A Videla el pueblo no le coge la calle por tres meses seguidos. Ha sido una victoria pírrica, porque lo perdido supera lo ganado.
La CIA es hoy un desastre burocrático. Abre siempre el mismo sobre de manila con las mismas instrucciones. Porque tiene los planes archivados en sobres de manila. No es metáfora torpe, es que es así.
No recomiendo subestimar a la CIA, porque es poderosa y aun en su torpeza puede hacer mucho daño, como en el Medio Oriente, como en Honduras, como los que hicieron aquí durante el Golpe y el Paro. Es solo constatación de un cambio de época. Como decía Pedro Pablo Barnola: “Noto y anoto”.
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