La decisión embarcarse en la cruzada por tratar de impedir que la nación primeramente y mi región mas tarde, se siguieran hundiendo en el abismo que nos conducía el neoliberalismo capitalista. Hizo entender los riesgos a los cuales había que exponerse; como también entender que solo no se lograría nada; más aun, lo que pasaría si no se actuaba. La angustia que ocasionaba la dispersión, el egoísmo y las apetencias de jefatura, que mantenían a la izquierda ocupada, en lo que no era su finalidad, descuidando lo que debería ser el paso de organizar la vanguardia que conduciría a la clase obrera a desplazar a la burguesía entreguista del poder.
Todos los intentos por lograr una unidad en torno a un proyecto de sociedad y país, fueron en vano, ni la vía armada, ni la electoral, ni la vía popular de base, cada sector cuidaba su mini parcela de dominio, todos exigían la unidad, pero estando ellos como epicentro. Era solo una ambición por tener su propio feudo, ser jefe e imponer su pequeña voluntad.
Desde que aparece Hugo Chávez en el escenario político nacional, ese amplio sector del pueblo que siempre anheló la unidad de acción frente al enemigo que nos acosaba y nos hundía más en la miseria y la indignidad; se identificó y lo asumió como el líder necesario para conducir la lucha. Corriendo algo de riesgo, por no conocer las intenciones del emergente rebelde, pero nuestra situación era tan desesperada, que cualquiera que izara su voz y espada contra el orden establecido, era visto como algo propio por el pueblo y necesario acompañar. Era identificado como el ejecutor de la voluntad y deseo popular por romper el yugo. Todavía está fresca en mi mente la algarabía en el país después de la acción de aquel 4 de febrero, como también es imborrable la ejecución armada contra el pueblo 3 años antes.
Finalizando el 2009, varios años después ese hombre demostró que no nos equivocamos cuando creímos en su rebelde acción contra el enemigo opresor. Está allí, dando combate, ya no solo contra esa burguesía asesina y viciosa. Esa burguesía, cual cáncer, se multiplicó y fue reforzada por todas las burguesías mundiales y los poderes diabólicos más fuertes que existen en el planeta, cuyo objetivo es impedir que los mancillados se liberen y sirvan de inspiración a otros.
Hay que comprender, que el hombre en si, no representa nada, ni peligro ni amenaza. Pero su idea, la germinación de ésta en la conciencia del pueblo. Eso si es una aterradora amenaza para esa burguesía explotadora mundial. Por esa razón es que vemos y escuchamos a personas procedentes de lugares que pensábamos no existían, venir desde tan lejos a atacar al líder y a su pueblo, a la idea, a la posibilidad cierta de romperles su orden establecido de dominación. Por ese motivo, se reactivaron los golpes de estado, se encendió la maquina de hacer gorilas, de civil, de militar o mixtos Ese enemigo vive angustiado, mandando señales desesperadas de lo que está dispuesto a hacer y lo va haciendo: Palestina, Irak, Afganistán, Honduras, Colombia etc. No crean que sea tan absurdo, al creer que somos el centro del que hacer mundial. Pero si somos parte de un todo que se resiste a ser dominado y eso nos pone en el ojo de la bestia. Es una lucha que se viene dando desde otros espacios, pero nos hemos convertido en un nuevo y peligroso frente de batalla para ellos. Por tal razón, cada latifundio arrebatado y entregado al pueblo, cada empresa convertida a la producción y propiedad social, cada misión de salud, cada misión de educación, cada madre atendida, cada niño estudiando, cada obrero trabajando, cada campesino trabajando su tierra, cada gesto solidario con otros pueblos, cada paso por la unidad de la región latino sur caribeña, cada obra de infraestructura hecha, cada sonrisa de un ser humano, cada familia feliz, cada vivienda entregada, cada gesto de independencia, cada plato de alimento en la mesa de un ser humilde, etc. Es una herida en el alma avara de la oligarquía mundial. El imperialismo, es un cáncer esparcido por todo el mundo, su centro de expansión está en USA, pero tiene serviles en cada oligarquía y miserable explotador del mundo. Son una minoría, que como célula enferma, mina el cuerpo social de los pueblos del mundo y los aniquila.
En todo esto, ese factor de unidad llamado Hugo Chávez Frías, representa la garantía de la fortaleza de la unidad, la posibilidad de evitar que la anarquía, presente ayer en la izquierda, se destape otra vez y explote el sueño del pueblo de ser libre, al igual que la derecha vendida por dos billetes verdes sin valor real. Yo le tengo tanto temor al imperialismo y sus mecanismos de dañar, como a la izquierda anarquizada y atomizada en muchos caciques y pocos indios. Siempre he sostenido que nuestro pueblo es de izquierda y progresista, que ha sufrido un bombardeo por parte de la derecha y la izquierda ciega, que lo había neutralizado y, anulado su fuerza poderosa cuando se une. Por eso es importante Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia, Daniel en Nicaragua, Humala en Perú, Correa en Ecuador, Zelaya en Honduras, Aristide en Haití, Piedad en Colombia, por eso es de suma importancia la conciencia popular y el reconocimiento de los pueblos de su propia fortaleza en la unidad global, por eso la salvación es el comunismo mundial. Cuando refiero a la izquierda, esa egoísta, no involucro en ella a hombres y mujeres tan valiosos como Fabricio Ojeda, Argimiro Gabaldon, Argelia laya, Alfredo Maneiro, Aly Primera, Américo silva, Aly Rodríguez, y otros mas de esa misma estirpe, que no tienen nada de relación con los egoístas que solo buscaron meritos personales como los Teodoro, los Américo, los Pompeyo o, lo que indignamente hoy se denomina, Bandera Roja.
Esa fortaleza revolucionaria del pueblo unido por su futuro, sin la sectaria influencia de los divisionistas, se encuentra presente y en plena ebullición en Honduras. Pero las fuerzas detractoras y esclavizantes también se activan, están tratando de adormecer la lucha, de dar legitimidad a un gobierno espurio, salido del vientre de los golpistas secuestradores de voluntad popular. Están confabulando para reconocer un régimen ajeno a la voluntad mayoritaria de la población hondureña, paralelamente asesinan, encarcelan y persiguen al legítimo dueño del poder político: el pueblo de Honduras. A ellos toda nuestra solidaridad y apoyo. Uds. no están solos hermanos Hondureños.
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