¿Estamos asistiendo, en vivo y en directo, a la caída del Imperio Americano, y por tanto, del Occidente capitalista, tal y como lo conocemos? ¿Se rompe el espejismo de la inmortalidad ilusoria de un imperio que se creía universal? Lo cierto es que la humanidad hoy está en peligro de irse a la destrucción porque este imperio genocida y cobarde, apoyado por otros imperios y naciones serviles, se lanza a las conquistas neocoloniales en nombre de la libertad y del supuesto combate contra el narcotráfico y el terrorismo, excusa para saquear nuestras tierras y dominar con su sistema neoliberal ampliando su mercado capitalista.
El sur marcha hacia una sociedad menos egoísta y con una visión a más largo plazo, el Sur está despertando y el Sur dará el golpe fatal a este monstruo hoy herido. En este dossier donde hemos trabajado un equipo de periodistas y politólogos, dirigidos por el colega Colombiano Horacio Quiroga Santander, abordamos la situación de un modo llano y frio, tal y como ha venido desarrollándose y donde forzosamente partimos de verdades harto conocidas y otras sin conocer, de ahí nuestro propósito de llegar a todos los hombres para que se empeñen en liberarse de ese yugo que nos somete a este vil imperio deshumanizado, asesino, ladrón y cruel.
BUSCANDO LA DESINTEGRACION DE NUESTRAS CIVILIZACIONES
En el inventario del Pentágono realizado en el 2008, el mundo supo que el imperio de EU se mantiene de 865 bases militares instaladas en más de 40 países, con un despliegue de más de 190 mil soldados en más de 46 países y territorios.
Se sabe el caso singular de Japón y la base de Okinawa por cierto, plagada de escándalos sexuales, droga, de los disolutos militares estadunidenses que llevan 64 años ininterrumpidos de vulgar ocupación.
Ahora bien con Las siete bases militares adicionales de EU en Colombia elevarán su total planetario a 872, lo cual no tiene equivalente con ninguna potencia pasada y presente: ¡Este imperio invadió literalmente al mundo!
Según ambos países, el propósito de este acuerdo es combatir el narcotráfico y el terrorismo en la región. No obstante el “Plan Colombia” estrategia insigne norteamericana que les ha costado más de 7.5 millones de dólares en los últimos años y cuyo principal objetivo era la lucha contra las guerrillas y el narcotráfico ha tenido resultados inversos. Desde que se inició en 2000, el Plan Colombia tenía por objetivo reducir el cultivo y la producción de cocaína a la mitad hacia 2006, sin embargo, un informe sobre políticas de drogas de mayo del 2006 del Transnational Institute da cuenta que para 2005 las hectáreas sembradas de coca pasaron a 144,000 de 122,500 que eran en 1999. Por otro lado, la producción de cocaína que era de 600 toneladas anuales en 1999 pasó en 2009 a 1,450 toneladas, de las cuales se abastecen unos 30 millones de consumidores estadounidenses según fuente de la misma DEA. Es decir la producción de cocaína, lejos de reducirse se ha incrementado; y las guerrillas colombianas remotamente y que desarticuladas, por el contrario, se mantienen en las selvas y en las zonas rurales de este país fortaleciéndose cada día más.
Esto hace suponer que el objetivo concreto no son las FARC ni el narcotráfico, sino el control político, militar y económico del hemisferio, tal como se dejó entrever en el informe 2009 Global En Route Strategy de la fuerza aérea estadounidense. Eso es en esencia que esta presencia va más allá. Estados Unidos persigue mantener la hegemonía en la región, frenar las relaciones de países latinoamericanos con China, Rusia e Irán, desarticular el surgimiento de fuerzas patrióticas y movimientos populares revolucionarios, debilitar a los gobiernos de izquierda e impedir el surgimiento de otros y asechar las reservas petroleras venezolanas. Hay que recordar que la región andina proporciona el 25 por ciento del petróleo que consume Estados Unidos y la Amazonia proveería los recursos vitales para la supervivencia de esa nación.
Desde hace muchos años el tema Latinoamérica ha dejado de ser político para los Estados Unidos y se ha convertido en un tema militar. Para los militares gringos los gobiernos de izquierda (gobiernos de populismo radical) surgidos en los últimos años en América son una “amenaza emergente”, y se constituyen en uno de sus enemigos. Consideran que sus líderes se han aprovechado de las frustraciones derivadas del fracaso de los gobiernos sudodemocráticos en materia social y económica, y que pueden socavar los intereses de los EU en la región con posiciones radicales y exacerbando el sentimiento anti-estadounidense. Fácil es dscubrir que dentro de ese “populismo radical” están considerados los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Cuba
”. (Continuara…)
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