Un gobierno que se identifique con el socialismo o que se auto denomine socialista no puede mantener en cargos públicos a elementos que hayan incurrido en actos de corrupción administrativa o que se les sospeche de tal actuación, porque eso desdice de la ética y la moral que todo militante y funcionario socialista debe tener y practicar, pues esa conducta está opuesta a la teoría y praxis de todo militante socialista que se caracteriza y diferencia de los militantes de la derecha por su concepción ideológica basada en el bienestar colectivo y común y no en el lucro personal e individual. La moral socialista es la moral de la satisfacción de las necesidades sociales colectivas, y un funcionario que se apropie de recursos del Estado se apropia de recursos públicos es decir, que pertenecen a toda la población por ser bienes de la nación y no de particulares.
La moral de los revolucionarios es la moral que el combatiente Ernesto Che Guevara escribió en su obra “La Moral Comunista”, y esa moral es la que le falta a los altos funcionarios del gobierno regional de Hugo Cabezas y de ministerios y organismos públicos autónomos de la nación. A ellos hay que hacerles una contraloría permanente, pero la actual situación de secuestro del partido lo impide. Ya nuestro Libertador Simón Bolívar en un Decreto sobre la corrupción dictaminó la pena de muerte para aquellos funcionarios que cometieran actos de corrupción administrativa. Este flagelo que se generalizó durante la cuarta República se ha incrementado en lo que va de la Quinta República, queramos aceptarlo o no, ya que no ha transcurrido mucho tiempo para hacer cambiar la mentalidad de los cuarto republicanos formada durante el lapso de 179 años de la Cuarta República, cuyos herederos ingresaron al MVR y posteriormente al PSUV.
Esta conducta no es propia y exclusiva de este partido, pues hasta el Partido Comunista de Venezuela ha sido contaminado por este vicio, prueba de ello son los casos de corrupción administrativa tanto regional como a nivel nacional que ese partido ha experimentado. El pecado de la corrupción de ex funcionarios públicos del PSUV en el Estado Trujillo corresponden a ex alcaldes y demás funcionarios de la gobernación del Estado Trujillo , y a nivel nacional a ex gobernadores y altos ex funcionarios del gobierno nacional y de organismos autónomos como Fogade y las Misiones, quienes han sido acusados de cometer actos de corrupción administrativa , incluyendo los más recientes casos de apropiación y utilización de fondos de ahorristas de entidades bancarias privadas, las cuales fueron fundadas con dineros provenientes de organismos públicos, supuestamente en forma ilegal. Y en la lista de sus accionistas hay muchos funcionarios públicos de alto rango vinculados al alto gobierno central, pero que no han sido revelados por tratarse de personajes de mucha relevancia nacional, pero que de igual forma deben estar en la lista de cuestionados por el Presidente Chávez, y que saldrán de la administración pública tarde o temprano para ser sustituidos por militantes de mayor compromiso y formación moral y ética.
En la China de Mao, ya estos ex funcionarios públicos hubiesen sido ejecutados, y en Cuba socialista estuviesen cumpliendo prisión. El Ministerio Público y los tribunales de Venezuela deben actuar con mayor contundencia para castigar los actos de corrupción administrativa aplicando con todo rigor la Ley contra la Corrupción, y de no ser así , la Asamblea Nacional debe destituir a tantos infiltrados en esas instancias de los poderes públicos de la nación, para así contribuir con el saneamiento de la administración pública, dar cumplimiento cabal al Proyecto Nacional Simón Bolívar, y refundar las instituciones para hacerlas más proclives a los cambios que nos conducirán a una sociedad y un Estado verdaderamente socialista, de lo contrario las esperanzas que el pueblo tiene en un país soberano, libre, próspero y desarrollado se esfumarán, brindando la oportunidad a las fuerzas fascistas a que den un zarpazo y tomen el Estado para instaurar una nueva dictadura, y con eso se alejarían los sueños de las clases populares.
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