Verdades esclarecedoras

Hace unos días, un amigo, de esos oposicionistas a ultranza, de los que creen que, la disputa entre nosotros -revolucionarios socialistas- y la cuarta república, el capitalismo y la oligarquía, es una contienda como la de los equipos de beisbol "Magallanes" y los "Leones del Caracas", o entre adecos y copeyanos; me preguntó:

¿De dónde sacan Uds. los chavistas tanto odio contra los gringos?, el estaba muy extrañado. Porque en nuestro caso, deberíamos atacar a Fidel Castro y los cubanos; ya que en Cuba si había dictadura y maldad por parte de Fidel, contra el pobre pueblo cubano. Mientras que los Estados Unidos eran unos paladines de la libertad.

Este ingenuo amigo igual que muchos seguidores de la oposición, sufre de un mal que es característico de los “no pensantes” y en consecuencia son “no recordantes”, y además eternos equivocados, porque ni siquiera están informados y por consiguiente termina siendo tontos útiles.

Aun cuando en el transcurrir del tiempo hemos venido observando esta tozuda actitud en mucha gente, y que no quieren reconocer la verdad aun cuando la vean sobre su nariz; vamos a transcribirles para su información, un ejemplo de cómo era la actitud de Estados Unidos contra Cuba hace cincuenta años y que es la misma que tenía hace 100 y 150 años y prácticamente desde sus orígenes.

Actitud belicosa, agresiva, injerencista, que hoy sigue manteniendo, contra Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Argentina y otros países Latinoamericanos que no se subordinan al imperio y sus lacayos. Casi el mismo tiempo que lleva el imperio estadounidense depredando, es el que tiene el pueblo cubano tratando de conquistar su libertad plena.

Ahora para muestra: el relato de un episodio de la agresión casi perenne de Estados Unidos contra el pueblo cubano, es un texto extraído del libro “Diario de Girón” por Gabriel Molina.

Citamos:

La atención del mundo continuaba desplazándose hacia Cuba en los inicios del año 1961, después de las denuncias del gobierno revolucionario sobre los preparativos de invasión y el brusco rompimiento de relaciones decretado en estos últimos días del gobierno del general Eisenhower.

El anuncio en Washington que un portaaviones, un submarino atómico, tres submarinos corrientes, diez destructores y otras unidades de apoyo realizarían maniobras en el Caribe, reforzaba la creencia general de que Cuba estaba en peligro.

La declaración de un vocero de que se trataba de las maniobras convex-161, donde mil infantes de marina efectuarían un ejercicio d desembarco que “nada tiene que ver con la ruptura de relaciones con cuba, hacia crecer la alarma, pues todo el mundo entendía justamente lo contrario”.

Tres congresistas norteamericanos criticaban el rompimiento, entre ellos Wayne Morse, presidente de la comisión de relaciones exteriores, quien ya hablaba de David y Goliat.

El ambiente llevaba al presidente electo, John F. Kennedy, a declarar que él no había sido consultado sobre la ruptura.

Muchos periódicos y personalidades en el planeta interpretaron esas palabras como un indicativo de que el nuevo Presidente tomaría su distancia del proyecto de la anterior administración.

El historiador Arthur M. schelesinge, uno de los asesores de Kennedy, ha descrito esos momentos diciendo que después de la s elecciones de noviembre de 1960, pidió a jhon Sharon que “le indicara el alcance y efectividad del bloqueo comercial contra cuba”.

En los días de las elecciones, la CIA había variado su concepción táctica del proyecto, abandonando la idea de una operación de guerrillas por la de una invasión anfibia.

El propio autor afirma que fueron variados el entrenamiento y la s armas. Dulles hizo una detallada explicación de la variante militar de la CIA a la nueva administración. El presidente electo le encargó que llevasen adelante el proyecto.

Schlesinger anota que:

“Todo lo que deseaba Kennedy en este asunto era tener una opción en el ataque de los exiliados contra el régimen castrista. Por ahora se seguiría preparando la operación, y después de la toma de posesión ya habría tiempo para revisarla y reconsiderarla”.

Schelesinger agrega que en diciembre el nuevo plan de la CIA se sometió al Grupo Especial, un comité secreto interdepartamental encargado de supervisar o0eraciones especiales. El grupo Especial escuchó al jefe del campo de entrenamiento en Guatemala, un teniente coronel, disertar con suficiencia militar que la idea consistía en “enviar de seiscientos a setecientos cubanos, desembarcándolos juntos en un punto aun no determinado de la costa sur de cuba”. Los ataques aéreos procedentes de Nicaragua, con antelación al ataque, anularían a las fuerzas aéreas de Fidel Castro. Estos ataques, apoyados por vuelos de abastecimientos, continuarían protegiendo a las fuerzas invasoras durante el desembarco. Los invasores dispondrían también de artillerías, y su misión consistía en apoderarse y mantener una zona lo suficientemente extensa como para atraer a los activistas anticastristas, causar defecciones en la milicia y originar un levantamiento general detrás de las líneas. El grupo especial alentó a la CIA para que acelerara el entrenamiento.

A la habana llegaban de un modo o de otro de la s noticias sobre l a aceleración del entrenamiento en Guatemala y la interrupción del reclutamiento en Miami,

Lo que era un indicativo de que estaba ‘próxima la invasión. Junto a las maniobras navales en el Caribe y el pretexto lanzado rodar de las supuestas rampas de lanzamiento de cohetes, hacían comprender que la suerte ya estaba echada.

Con esa convicción, los preparativos para la defensa, dirigidos personalmente por Fidel, se intensificaban. El propio día 11, La prensa publicaba fotos e información del comandante en jefe de las prácticas de artillería realizadas por miembros de la Milicias Nacionales revolucionarias, “en algún lugar de Cuba”. Los artilleros hacían blanco desde una distancia situada a 15 kilómetros del objetivo, bajo el mando directo de Fidel, con baterias antitanques de 85 milímetros.

También se publicaban fotos de largas hileras de milicianos en prácticas de campaña junto a los mogotes pinareños, en formación de uno en fondo.

El comandante Che Guevara despedía el duelo de los combatientes revolucionarios Osvaldo Sánchez, Martin Klein y Heriberto Guzman, y señalaba que: “la revolución sigue en pie, pero aun en peligro, bajo la amenaza del imperialismo yanqui”.

Fin del extracto.

Tres meses después de los acontecimientos aquí narrados, los Estados Unidos ejecutan la invasión de playa Girón, donde son aplastados por el pueblo revolucionario cubano en armas, al mando directo del comandante Fidel Castro. Echando por tierra, de esta inobjetable manera, la invencibilidad militar de los Estados Unidos, y destacando la imbecilidad de la política gringa. En Vietnam, años después sería confirmada esa deficiencia militar, y la falta de escrúpulos del gobierno de los Estados Unidos, que solo ha demostrado ser eficiente, contra pueblos sumisos y entreguistas, que se le han vendido por unos cuantos dólares.

Esperamos que los oposicionistas venezolanos puedan verse en este espejo histórico tan cercano geográficamente como en el tiempo.

Por ello la cuarta república y la Oligarquía venezolana: ¡NO VOLVERAN!

PATRIA SOCIALISMO O MUERTE ¡VENCEREMOS!

wiliancastillop@gmail.com


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William Castillo Pérez


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