En la edición en esperanto de febrero de 2010 de Le Monde Diplomatique,
aparece un artículo titulado “Impetego al la afrikaj teroj” (Codicia por
las tierras africanas), escrito por Joan Baxter
(http://eo.mondediplo.com/article1575.html), donde se explica el fenómeno
de la entrega de millones de hectáreas de tierras cultivables africanas a
compañías multinacionales de la agroindustria y a gobiernos de otros
países africanos y de otros continentes, para ser destinadas a actividades
de producción y exportación de alimentos y biocombustibles, lo que puede
llegar a tener consecuencias negativas para las sociedades, la naturaleza
y la agricultura local en ese continente.
Como ejemplos concretos de esa situación están los casos de la concesión
de 2,8 millones de hectáreas otorgada a China por la República Democrática
del Congo, para establecer la plantación de palma más grande del mundo;
el arrendamiento de 1 millón de hectáreas al sur de Sudán por parte de la
compañía estadounidense Jarch Capital; la oferta hecha por
agroindustriales sudafricanos a la República del Congo-Brazaville, para
adquirir 10 millones de hectáreas de selva húmeda; y los 3 millones de
hectáreas ofrecidos por Etiopía a la compañía agroalimentaria Cargill.
Según el International Food Policy Research Institute (IFPRI), con sede en
Washington, durante los dos últimos años, 20 millones de hectáreas de 30
países africanos han sido vendidas o arrendadas hasta por períodos de 30 a
100 años. Al respecto la organización no gubernamental Grain, considera
que muchas de esas transacciones se han realizado de una forma poco clara
y acelerada.
Para los financistas y los grandes grupos industriales, el propósito
principal es producir en esas tierras agrocombustibles a partir de caña de
azúcar, palma aceitera, mandioca, maíz o jatrofa (planta considerada por
algunos como el “oro verde”, ya que produce un aceite cuyas cualidades son
similares a las del diésel).Todo eso ocurre en unos países africanos que
permanentemente luchan por su seguridad alimentaria, en medio de una
situación de merma de sus reservas de agua y de condiciones climáticas
adversas.
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