Miranda: Precursor de la comunicación alternativa

“Compaisanos, seremos libres, seremos hombres, seremos nación. Entre esto y la esclavitud no hay medio, el deliberar sería una infamia”
                                                            Francisco de Miranda. Proclama de 1801

En la recientemente finalizada Feria Internacional del Libro de Venezuela, edición XII. 2016, se le rindió un bien merecido tributo al Generalísimo Francisco de Miranda, a propósito de haberse cumplido, 200 años de su fallecimiento, el pasado 14 de julio; tal reconocimiento es un acto de justicia para un personaje descollante no sólo de la historia venezolana sino de la  americanalidad, cuya trascendencia debe ser enaltecida cada vez con mayor fuerza y  resonancia.

Sin dudas, Francisco de Miranda  tuvo una trayectoria fascinante, fue un revolucionario de entre los siglos XVIII y XIX que aún hoy hace sentir su impronta en el acontecer  latinoamericano y caribeño. Caracterizado por Bolívar como el caraqueño más universal de su tiempo, se distinguió Miranda por ser un hombre de acción y de pensamiento.

Tránsito vital

Como sabemos, Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, nació el 28 de  marzo de 1750 en Caracas, capital de la Provincia de Venezuela en el marco de una sociedad conservadora, monacal, marcada por el racismo y fracturada por el orden de castas.

En 1771, salió de Caracas, a los 21 años, agobiado por la jerarquización social, que daba poco espacio para el discernimiento intelectual. En esta etapa, todavía, pensaba como español tan es así que va a España a enrolarse, como soldado, al ejército imperial (regresa a su ciudad natal 39 años después, a desempeñar un papel estelar en la lucha independentista venezolana).

Como hombre de acción, Miranda, tuvo participación destacada en las tres revoluciones más importantes de su época: la independencia de los Estados Unidos, la revolución francesa y la independencia de América.

Al mismo tiempo que desplegaba sus ímpetus militares, desarrolla un marcado interés por la lectura, se convierte en un lector voraz, estudia filosofía, literatura, geografía, poesía, despierta una acuciosa curiosidad intelectual, impregnándose de las ideas libertarias y revolucionarias que afloran en el mundo insurgente de su época lo cual lo lleva a cuestionar la concepción de la vida que tenía inicialmente y a perfilar las concepciones políticas  que lo conducirán a madurar las definiciones de lo que será su proyecto político: procurar la libertad de las colonias hispanoamericanas.

Miranda, como hombre de pensamiento, tiene el mérito cimero de ser el primero de concebir la independencia en base a la unidad estratégica de los pueblos nuestroamericanos.

Muchas son las facetas que resaltan en Miranda. Fue político, visionario, militar, escritor, músico (flautista), políglota (hablaba 6 idiomas), humanista, ideólogo y… comunicador, sí, comunicador alternativo; reconocido como Precursor de la emancipación venezolana y latinoamericana, a Miranda, hay que asumirlo, también, en su  condición, como Precursor de la comunicación alternativa venezolana y latinoamericana.

En estas notas queremos relievar esta última faceta, como comunicador, poco  considerada hasta ahora, a nuestro entender, por la bibliografía existente sobre  este paladín de la emancipación latinoamericana y caribeña.
Claves emancipadoras

Como ha sido resaltado por la historiografía, paralelo a sus hazañas militares, se destacó Francisco de Miranda por su capacidad visionaria que le hizo concebir un proyecto emancipador que sin ninguna duda se constituyó en una referencia ineludible para todas las iniciativas independentistas emprendidas por los revolucionarios del extenso territorio hispanoamericano.

Entendió Miranda que la liberación de nuestros pueblos  del yugo imperialista español  pasaba por la toma de conciencia de la necesaria relación entre: Identidad (pensarse como americano)-Autodeterminación (conciencia de la necesidad de ser libres para tomar las riendas de su propio destino)-Integración (unidad de todas las provincias dominadas por España en un solo cuerpo de luchas).
Tres claves del pensamiento mirandino que, como apunta la profesora Carmen Bohórquez, fueron fundamentales para la concreción teórica de su proyecto emancipador.

Concibe, en su pensamiento, que las provincias que desde el sur del Misisipi hasta la Patagonia sometidas al reinado español, deberían integrarse en un solo cuerpo para liberarse del yugo imperial y una vez libres, constituirse unidas, en una sola nación, con un solo gobierno y un solo cuerpo de leyes, nación para la cual inventa el nombre de COLOMBIA.
Con la existencia de recursos casi ilimitados, Colombia no sólo se pondría a la par de otras naciones sino que hasta ella misma pasaría a constituirse en un bloque de poder que bien podría erigirse en equilibrio entre las fuerzas que pugnaban por el dominio mundial.

Las ideas de Miranda fueron caldo de cultivo con las que se nutrieron, de manera directa, muchos de los Próceres  Libertadores de la primera independencia de América, entre ellos, Bolívar, San Martín, Sucre, Bello, O´Higgins, Nariño y otros tantos que tuvieron la oportunidad de cubrirse bajo su sombra.  Y aún hoy, es evidente, que lo que hemos presenciado los latinoamericanos de esta hora, con los esfuerzos integracionistas tales como los de la CELAC y UNASUR es expresión de la mirada visionaria mirandina.
Precursor de la comunicación alternativa

La concepción de  un proyecto de esta  dimensión revolucionaria fue producto de un sostenido esfuerzo de estudio y maduración que Miranda desarrolló a lo largo de varias décadas y que, evidentemente, no se limitó al sólo planteamiento político, ya, de por sí, extraordinario y con una gran carga subversiva, sino que estuvo acompañado de una intensa práctica política, organizativa y comunicacional, a pesar de estar sometido a una implacable persecución y férreo acoso por parte del servicio secreto español.

Fue Miranda un prolífico e incansable escritor, impresor y comunicador que redactó infinitud de cartas, documentos, informes, programas, proyectos, artículos, ensayos, periódicos y proclamas; actividad que supo combinar con su faceta de organizador de una red conspirativa de revolucionarios que actuó en el vasto territorio hispanoamericano, difundiendo las subversivas ideas libertarias que sirvieron de nutrientes ideológicas y políticas de los movimientos independentistas que se desarrollaron en el vasto territorio por liberar.

De esa red de revolucionarios, está suficientemente testimoniado, formaron parte patriotas oriundos de  distintas provincias americanas, tales como, Bernardo O`Higgins y Manuel José Salas (chilenos), Manuel Gual (venezolano), Antonio Nariño y Pedro Fermín de Vargas (neogranadinos), José Baquijano, Pablo de Olavide y José del Pozo y Sucre (peruanos), así como patriotas ecuatorianos, mexicanos.

Siempre tuvo presente Miranda la significación del factor comunicacional en el desarrollo y expansión del proyecto emancipador, en ese ámbito, es legítimo sostener que fue un adelantado de su tiempo al concebir, en la práctica concreta, un modelo comunicacional que como los que fueron desarrollados en procesos revolucionarios posteriores, como es el caso del ruso y muchos otros, más recientes, apelaron a medios expresivos específicos de acuerdo con el desarrollo tecnológico de la época en la que les ha  correspondido desenvolverse.

En la experiencia mirandina fue la imprenta la herramienta decisiva, como en la leninista, en la que el periódico, a decir de Lenin, cumplía la múltiple función de agitar, propagar y organizar, ni más ni menos, la funcionalidad que 100 años antes le había asignado la visión revolucionaria mirandina a la tarea impresa.

Aquí, en nuestra Venezuela contemporánea, como sabemos, el modelo comunicacional de la revolución bolivariana, impulsado magistralmente por el Comandante Chávez,  fue y debe seguir siendo, a nuestro entender,  el del uso y vinculación de todas las formas expresivas desde las más artesanales hasta las más sofisticadas desde el punto de vista tecnológico, es decir, el empleo del más amplio haz de expresiones comunicacionales que hagan posible estimular la conciencia crítica antiimperialista de nuestro pueblo y su capacidad y eficacia política-organizativa en aras de consolidar y hacer irreversible la revolución.

Para el genial Miranda, la imprenta fue una herramienta fundamental, en la expedicion que organizó, en 1806 en función de la independencia de Venezuela, además de traer la bandera tricolor que hoy es símbolo patrio de tres naciones hermanas, trajo, a bordo del Leander, la primera imprenta, de la que se tenga noticias en el país; en ella se imprimió, entre otros documentos, su proclama "A los pueblos y habitantes del Continente Américo-Colombiano".

Ya, en Londres, luego del fracaso expedicionario, a comienzos de 1810,  contando con la colaboración de un equipo de patriotas latinoamericanos, imprime el periódico “El Colombiano”, del cual se editan 5 números, apareciendo el primero el 15 de marzo de ese año, cada número constaba de 8 páginas impresas recto-versas a 2 columnas. Este periódico de marcada orientación anti napoleónica, tuvo como propósito sensibilizar a la opinión pública inglesa a favor de la independencia de la América española y a través de la red conspirativa fue publicado y puesto a circular en el continente americano, desde Caracas hasta Buenos Aires, Santiago, Trinidad, Río de Janeiro, La Habana y Veracruz. En sus páginas se divulgaban las ideas de libertad, justicia e igualdad de las que estaban privados los hispanoamericanos.

A raíz de los sucesos acontecidos en Caracas, en abril de1810, en los que el Cabildo caraqueño procede a deponer al Capitán General español, Vicente de Emparan, recibe, en su casa de habitación en el número 27 de Grafton Street ( que hoy en día es la sede de la embajada venezolana en Inglaterra) la visita de Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez y a instancias del futuro Libertador recibe la invitación para irse a Caracas, a la cual retorna en diciembre de ese mismo año, a desempeñar papeles estelares y, también, trágicos, en los acontecimientos de los primeros años de la revolución independentista venezolana.

Acontecimientos en los que hay que resaltar, en materia comunicacional, el desempeño que tuvo en la defensa del principio de la libertad de pensamiento y de expresión que fue consagrado, a instancias suyas, en la Constitución de 1811, la primera del país, de la cual fue firmante en su condición de diputado constituyente.

Hay que destacar, así mismo, que en su afán por la escritura, tuvo la virtuosa previsión de escribir sus memorias que están insertas en su archivo personal, por él denominado, “Colombeia”, que consta de 63 volúmenes, por lo cual ha sido considerado como el más grande memoralista de su época y que hace pocos años fue definido como parte del Patrimonio de la Humanidad.

Qué duda cabe, Francisco de Miranda, es un personaje histórico excepcional, que merece el mayor de los reconocimientos de los pueblos y de los revolucionarios nuestroamericanos, es una deuda que tenemos con él, la de redescubrir y difundir su trascendente obra, en especial la relacionada con su olvidada faceta como comunicador alternativo en la que no dio ni pidió cuartel a quienes ejercían el dominio espiritual, cultural y mediático de su bien amada Colombia, la Grande, como diría Chávez.

Tal vez quien mejor define esa faceta poco conocida de tan extraordinario compaisano sea el General Daniel Florencio O´Leary, edecán del Libertador, “…aunque él se enorgullecía de ser soldado, sus batallas más grandes fueron libradas con su pluma”.



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Miguel Ugas

Miembro de la coordinación nacional del MoMAC

 miguelugas@gmail.com

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