Mas parecido al “autogolpe” que se dio a si mismo Chávez en el 2004, imposible. Militares “preñados de buenas intenciones” que lo custodiaban en su paseo que hizo a la Base Naval de Miamo y a la Isla la Orchila donde fue a esperar a unas hembritas para pasar un fin de semana con ellas y como no llegaron, entonces mintió al país diciendo que le habían dado un golpe de Estado.
Correa debe pagar por los cientos de heridos que hubo cuando la policía hacia lo imposible por contener a las bandas de “delincuentes” que salieron a las calles y que para rescatarlo. Además es responsable de los muertos y los daños ocasionados al carro presidencial por las balas que le destrozaron los vidrios y la carrocería, todo debido a las mentiras de Correa que además hizo hacer una convocatoria para una reunión de urgencia de la OEA y de UNASUR. Correa, como Chávez deben ser juzgados por una Corte Internacional de Justicia presidida por el ex presidente colombiano Uribe y donde el Fiscal sea el ex presidente estadunidense Bush.
¿Hasta cuando van a permitir los pueblos del mundo esas mentiras de los lideres populistas que los gobiernan?. No se puede seguir jugando con la fé popular y hay que desenmascarar a esos bufones de la política. Menos mal que hay esperanzas como ya sucedió en IRAK con Husein y en Honduras con Zelaya donde las fuerzas del bien vencieron a las fuerzas del mal y hoy esos pueblos gozan de progreso y bienestar.
Alertamos a los pueblos de Nicaragua y Bolivia para que no dejen que sus presidentes se hagan autogolpes, pues son los pueblos los que ponen los muertos y heridos mientras a ellos no les pasa nada. Deben entender que de suceder algo parecido deben ponerse del lado de “las fuerzas” del orden” para que están hagan bien su trabajo de restablecer la paz perdida debido a las mentiras de estos pseudos lideres que han jugado con sus esperanzas. La próxima vez y donde sucedan hechos de este tipo, quédense en sus casas viendo TV y disfrutando de las extraordinarias programaciones que los canales de TV tienen para Uds. No se dejen engañar por emisoras radiales comunitarias o canales oficiales que les incitaran a ir a las calles a servir de carne de cañón y podrían evitar que Uds. dejen de conocer el desenlace de las novelas que están pasando en sus canales favoritos.