Comunicación popular y alternativa, un David contra dos Goliat

Ningún fenómeno social ha sido más evidente a los ojos y oídos de la opinión pública nacional en estos 11 años de revolución bolivariana, que el intento contumaz de las clases dominantes desalojadas del control del Estado por conservar su hegemonía político-ideológica, valiéndose de sus “actos de habla” mediáticos para lograrlo, como diría el lingüista Teun Van Dijk**; y cómo en contraposición las clases populares han salido del silenciamiento y la invisibilización a que eran sometidas apelando a los recursos que le ha dado su histórica lucha de resistencia antiburguesa y anticapitalista, y que en el caso de Venezuela se materializa en la insurgencia esta vez exponencial de la comunicación popular y alternativa.

Cual recién nacido este sector comunicacional vino dando sus primeros pasos y balbuceos en esta década, no sin las incomprensibles algazaras propias de su condición neonatal. Su inevitable cuan necesaria irrupción se produciría en aquellos 11, 12 y 13 de abril de 2002 de protagonismo popular callejero y también comunicacional, vía “radio bemba”, que en gran parte derrotó el silencio mediático y golpista, hasta traspasar esta primera década del siglo XXI resistiendo, ahora no sólo a sus enemigos históricos ubicados en el campo de la derecha y extrema derecha venezolanas, sino además a unos enemigos agazapados en el campo mismo de una revolución cuya defensa constituye su principal razón de ser y existir.

Hoy, pues, la comunicación popular y alternativa en Venezuela se bate estoicamente, por un lado, contra la poderosa guerra mediática de los enemigos de la revolución bolivariana, que persigue el desmoronamiento de las esperanzas de nuestro pueblo en un mañana más justo; y por el otro, contra una enquistada burocracia comunicacional aferrada a “lo comunicacionalmente correcto” que les inculcó el campus académico, tan conservador como siempre, y contra el oportunismo de ciertos grupos burocráticos de poder que se enjuagan la boca en cada ocasión que se les presenta con la comunicación popular y alternativa, para después arrojarla; o peor aún, esgrimiendo una relación “condón” con ésta.

Una idea de lo hasta aquí expuesto quedó evidenciada hace dos años cuando con bombos y platillos se realizó en Caracas un encuentro contra la guerra mediática, y al ser interpelado el ministro de comunicación anfitrión de esa oportunidad sobre el por qué de la ausencia de un vocero de la comunicación alternativa en el distinguido panel de invitados, este argumentó que se trataba de un evento para “especialistas de la comunicación”. Tan seria fue su postura, que el único evento dedicado a la comunicación alternativa, consistente en un conversatorio de los invitados con representantes de ésta, sería sacado a última hora de la programación.

Quienes así actúan desde el gobierno frente al insurgente fenómeno de la comunicación popular y alternativa en Venezuela, es porque siguen manejando cual su Biblia la concepción simplificada, reduccionista y pragmática, de origen yanki, del modelo emisor-receptor pasivo de mensajes, o lo que es lo mismo: “Tú, Juan Bimba: no hagas comunicación, nosotros la hacemos por ti”. Vaya manera de asumir la defensa de un derecho fundamental como el derecho a la comunicación e información que tienen todos los ciudadanos y ciudadanas.

Desde el Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC), hemos venido impulsando la Misión Comunicación, pues sólo avanzaremos en esta crucial confrontación, retomando, extrapolando y oponiendo al de “guerra mediática imperialista” el concepto de “guerra de todo el pueblo contra el imperialismo norteamericano y sus lacayos internos, también en el plano comunicacional”, que dicho sea de paso es la primera arma desenvainada en todo guerra imperialista dirigida a derrotar la conciencia de clase revolucionaria de los pueblos”.

Por ello hablamos de “construir un país de comunicadores” como una de nuestras principales consignas, y que no significa otra cosa sino abrir centenares de miles de trincheras comunicacionales, sean estas impresas, radiales, muralistas, audiovisuales y digitales, en cuanto entorno social inmediato actúen los colectivos y movimientos sociales que defienden la revolución Bolivariana en todo el ámbito nacional.

No se puede hablar, pues, de comunicación alternativa si su práctica no conlleva a enfrentar sin tregua y sin descanso, desde la calle, el barrio, el caserío, la empresa socialista, la Misión, el discurso hegemónico imperialista y oligarca; en una indoblegable actitud de resistencia discursiva contra hegemónica, ejercida a través de la difusión de las ideas y valores más humanistas aportados hasta ahora por el pensamiento crítico y emancipador; de las experiencias de las nuevas relaciones sociales, incluidas las de producción, y de poder popular, que afloran en la construcción de nuestro socialismo bolivariano; y no menos importante: de la denuncia permanente contra toda acción que persiga la restauración del orden de injusticia social que se busca superar, que no es otro que el capitalismo y sus antivalores.

¿Acaso pudo impedir Goliat que el diminuto David lo derribase de un solo chinazo? Hoy son miles de David con sus hondas cada vez más efectivas y certeras. Es la hora de demostrar a quienes desde afuera y desde adentro buscan impedir que cumplamos con nuestra razón de ser y existir, que la comunicación ha vuelto a manos del pueblo venezolano y más nunca se la dejará arrebatar.

*Integrante de la Coordinación Nacional del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC)


** Teun Van Dijk. Catedrático de Estudios del Discurso en la Universidad de Ámsterdam hasta 2004, y es profesor en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona desde 1999. Licenciado de la Universidad Libre de Ámsterdam, y de la Universidad de Ámsterdam, se doctoró en la última universidad en 1972 con una tesis sobre la gramática del texto.

Las otras áreas de su investigación en los estudios del discurso han sido la teoría literaria, la pragmática del discurso, la psicología del procesamiento del discurso, las noticias, el discurso racista, la ideología, el conocimiento y el contexto – áreas en que publicó varios libros.

Es uno de los fundadores del Análisis crítico del discurso y fue editor-fundador de las revistas Poetics, TEXT, Discourse & Society, y Discourse Studies – de las cuales todavía edita las últimas dos - y es además fundador de la revista de Internet Discurso & Sociedad.

mov.soc.mac@gmail.com


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Carlos Machado Villanueva*

Integrante del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC).

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