El Presidente Chávez ha insistido en el uso civil de la energía nuclear, pero la canalla insiste en asociarla a fines militares y destacan en enormes titulares, noticieros y programas de opinión, la cínica intención de los EEUU de “vigilar muy de cerca a Venezuela”, por su firme decisión de construir una planta nuclear.
Cuando el Presidente Chávez y el Gobierno Revolucionario visualizan a Venezuela dentro de 100 años (proyectos de largo alcance), o diseñan estrategias para el periodo 2013-2019, obviamente están haciendo análisis de entorno y conjugando variables como: tiempo, recursos, crecimiento, desarrollo sustentable, bienestar social, crecimiento demográfico, etc., con un gran objetivo como lo es, la supervivencia de la especie humana y la pacha mama.
Es por ello, que el Gobierno Revolucionario busca sustituir fuentes de energía “sucia” como el petróleo, por fuentes más potentes y “limpias” como lo es la energía nuclear.
Es oportuno responderle a estos medios entregados al imperialismo, y ahora disfrazados de “ecologistas”, con las palabras del científico británico James Lovelock: “La energía producida por un kilo de material nuclear equivale a la energía producida por un millón de kilos de carbón. Por lo tanto, las emisiones de CO2 producidas en la extracción del uranio es un millón de veces menor que aquella necesaria para extraer el carbón”
La revolución tiene dos tareas: primero, desarrollar una pedagógica campaña informativa sobre el uso civil de la energía nuclear e implicaciones y segundo, confrontar a la canalla.
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