¡USA-MANIPULADORES DE SUBCONSCIENTE!
Desde el imperio de la maldad y desde hace muchas décadas –al venezolano de a pie— se le fue envenenando sibilina y subliminalmente su ego, su mente y su entorno de vida. El fin no fue otro que trabajar su mente y sembrarle en el umbral de su conciencia el miedo y la aversión por su cultura, identidad, valores patrios y aniquilamiento de la sublime historia patria. De modo de que no se tuviera tiempo de pensar, discernir, reflexionar y discriminar sobre nuestros propios y genuinos valores.
A todas estas, el venezolano inocente y puro de pensamiento sin darse cuenta del invisible trabajo subliminal que se le hacía –tipo psico-disfuncional y venido de laboratorios imperiales— hizo mella en el subconsciente del venezolano y poco a poco fue envenenando su carácter, estilo de vida y sentido de pertenencia. Valga decir, masiva invasión orwelliana a través de medios escritos, audiovisuales, ondas hertzianas y film cinematográficos. Y de colofón Walt Disney, Internet, Twitter, Facebook, Fast Food, Mac Donald, etc., etc.
Fue mucho el daño que se le hizo al pueblo venezolano en las últimas 4 décadas del siglo pasado, y fue más que evidente el mantuanismo de gobiernos abyectos y entreguistas, en el que el honor, el gentilicio, identidad, sentido de creatividad y pertenencia habían desaparecido por completo… Fue mancillado, subyugado y explotado con la más permisiva y servil actitud, los recursos petroleros propios de la nación, del pueblo, y de los legítimos herederos de la madre patria.
En fin, nos vendieron toda una ilusoria oferta al mejor estilo ‘American Way of Live’ o ‘American Dream’. Las cuales fueron estudiadas y diseñadas con meticulosa perversidad y calco orwelliano, para que bajo el embrujo de la ‘democracia perfecta’ (o dictadura perfecta) viviéramos el “Mundo Feliz” de Aldous Huxley… Una perfecta sociedad de esclavos amando su servidumbre…
Total, ese perverso modelo alienante –made in USA— preparado para nuestro medio sociocultural, fue hecho con la canalla intención de derrumbar nuestros propios y genuinos valores. A sabiendas de que con la siembra de esos nefastos modelos ajenos a nuestra cultura e idiosincrasia, se le estaría dando un flechazo en el corazón a nuestras raíces originarias. Ello, por supuesto, llevando implícito –cual bomba atómica– el derrumbe de la identidad, principios, cultura, costumbres y aniquilamiento de nuestras raíces venezolanistas.
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