Una nueva confesión: soy simple y convencionalmente erótico. Y si resulto demasiado, no correspondería a mí afirmarlo, porque la modestia – siempre - ha guiado mi acción terrenal.
Ahora… soy simple y convencionalmente erótico, no porque ello constituyera tampoco un objetivo estratégico en mi vida. Incluso, por certificación médica, he gozado, ¡gracias a Dios!, de un casi perfecto equilibrio hormonal. Vale decir, que vine a este mundo a cumplir, sin estridencia, mi básico papel de macho reproductor.
Pero escudriñando en mi alma y en mis debilidades correspondientes, he podido descubrir, que si alguna vez me he salido de mis patrones normales de comportamiento en este campo, se ha debido, justamente, a los besos franceses -que aquí denominamos, poéticamente lenguazos- y de vieja data sobre todo en la televisión venezolana y también en el cine, sobre todo desde aquel “Y Dios creo a la mujer” de Brigitte Bardot y “La isla del deseo”, también del cine francés de los 50, donde este artificio erótico se practicaba con especial maestría revolucionaria. Como resulta lógico entonces, en mi mente, aún inmadura de mi niñez (aunque creo que todavía lo es), se fue formando un rescoldo resbaladizo en relación a la semiótica del bienaventurado lenguazo. Luego vino Radio Caracas Televisión, que sobre todo desde que Marcel Granier tomara las riendas de ella, arreció en la explicitud de aquellos lenguazos tan subversivos del orden penal, que me hicieran pensar, que el sensitivo bigotudito de Bárcenas, tuvo que haber hecho previamente un doctorado en Montmartre sobre el tema.
Hoy Televén ha tomado el testigo pornografiante de Radio Caracas Televisión, y nos trae una lenguatazón (que nada tiene que ver por cierto con los “secretos” y recatados piquitos de Shakira y del afortunado Piqué) entre prototipos humanos, casi perfectos desde el punto de vista físico, que ponen a prueba diariamente mi exigida mesura de viejo fundamentoso.
Ahora bien, como quiera que hoy en Venezuela todo lo que se haga tiene carácter electoral - al extremo de que para el escualidismo Chávez no gobierna, sino que todo lo que hace es electoralista - he activado mi voluntad de pensar mal (o mi adictiva tendencia especuladora) y ya estoy por creer que esos lenguazos goebbelianos instituyen un evidente mensaje electoral para la mesa de la unidad (dizque democrática). ¿En qué sentido? Bueno, chico, en que para ganarle a Chávez no es suficiente que entre sus dirigentes se den “piquitos” fraudulentos ante sus electores como para significar que son de unidad realmente tales demostraciones tan superficiales, sino que, necesitan demostrarle más pasión unitaria a sus potenciales o cautivos electores, con lenguazos continuados a ver si entran en razón de que se debe ser más profundo en política, coño…
Y aquí habría que reconocer la habilidad del empresario Camero y de su taimado escudero Croes.
Así es que alerto a Conatel - y al mismísimo Consejo Nacional Electoral - para que tomen cartas en el asunto y le ordenen a Televén suspender esos lenguazos evidente y prematuramente electorales. Que la mesa, coño, se una por propia convicción, y no mediante la manipulación de televisivos mensajes subliminales lenguatariales, como he decidido denominarlos técnicamente para la posteridad.
Y de antemano mil gracias por la pronta atención a este (más que penoso) peneque asunto.
canano141@yahoo.com.ar