Por
iniciativa particular dentro del incentivo popular, por tratarse de
haberse celebrado el pasado 27 de junio del año en curso: el día del
periodista. Nos hemos internado en el rebusque del prontuario de los
seleccionados en el panorama nacional que, se ha tenido a bien
considerar con la lupa de la equidad en cada caso:
otorgar, una vez examinados los logros negativos de algunos villanos
informáticos que resucitados han sido con prontitud, cuyas
personalidades más destacadas en desinformar con peculiar atención
inmediata ha hecho posible que los medios de comunicación en manos de la
oligarquía nacional como defensores de sus privilegios sociales y
económicos que resguarda tanto a la oposición mediocre venezolana, como a
sus lacayos nacionales e internacionales, sean éstos los seleccionados
favorecidos mas no merecedores del premio, pero, por su engaño
permanente que se aquilata en la comunicación escrita, radial y
televisiva. Dejando a un lado a la Internet y demás formas posibles de
contacto comunicativo que a cada momento con sus mensajes, dislocan la
tensión y la paz interior y llenan de pavor a todo ser humano que haga
uso de ellos y, por tal incidencia, se ha dispuesto asignar el premio:
“El Caradura de Oro” sin vacilación alguna a los “comunicadores” que a
continuación se nombran sin cédula de identidad, ni otro requisito que
conforma su importancia y, ellos son y solo ellos:
Marcel
Granier Haydon, de lánguido altruista sin nada que regalar como
egocéntrico de la farándula familiar, trepó rápidamente en la escala
social de la alta sociedad del Country Club por su matrimonio, que lo
metió de lleno en la pantalla chica como entrevistador, empresario y
director general, detrás de cámaras con mucha audacia, adulancia,
chantajes y explotación diaria a los técnicos, locutores, artistas y
demás enroque de personas afines que hacían posible salir al aire y
desarrollar todas las actividades posibles dentro de ese medio. Obtuvo
grandes sumas de dinero que desconoce poseer de los gobiernos
adeco-copeyano del punto fijismo que en forma bien fácil se adentro en
todo tipo de actividades inherentes en conseguir publicidad,
referencias, padrinazgo, préstamos y cuantas cosas más de su altísima
preocupación en desarrollar en el espacio en que fue RCTV, con métodos
perversos bien preventivos, deshonestos, denigrativos dentro y fuera
conspirando cómo tumbar el gobierno del presidente Chávez sin salir al
aire que es suficientemente ideal, para retribuirle en premio: un bigote
plateado al natural sin escarcha, las esperanzas de Pedro Carmona
Estanga en el poder y una réplica de El Caradura de Oro.
Guillermo
Zuloaga Siso, pequeño, pero gigante en voluntad que lo ha hecho
glorioso en llevarse por delante todas las obras del Gobierno Nacional
que se ha dignificado en indiscutible personaje que vino a Venezuela
como embrión oculto en un barco de La Compañía Guipuzcoana que, por su
empeño enfermizo de desnaturalizar con su línea editorial -que ni se
compra ni se vende- lo que se le antoje como fin mediático y como
activista capitalista de las causas que van en contra de la democracia,
se hizo un buen ciudadano pitiyanqui y, mantiene en alerta permanente a
todo el personal de Globovisión que debe estar siempre
despotricando las 24 horas del día de todo lo que huela a chavismo con o
sin toyotas de su concesión, sin saturar la parrilla de su información
que lo ha llevado a convertirse en el gran capo del deterioro que le
inyecta de frente a sus seguidores que mueren en penas de odio
consuetudinarias y, por su valía indiscutible le sale un “Machito”
rojito sin placas de circulación y una “Calavera” de travesía mediática
que puede ser “La pinta”, “La Niña” o “Santa María” y finalmente El
Caradura de Oro con alfileres opuestos de esperanza 2012.
Andrés
Mata, por su aceptada consideración de hablar mal del régimen y recoger
todo lo que vaya en contra de la ética periodística que confunda a sus
usuarios, para obtener más publicidad de todos los entes del Estado y
sobre todo del Ejecutivo Nacional. Solamente le sale El Caradura de oro
en plomo.
estebanrr@cantv.net