A Gloria Cuenca, quien fuera nuestra profesora en la Escuela de Comunicación Social de la UCV, estamos cansados de leerle disparates durante los últimos años, pero lo del artículo del domingo pasado en el diario Últimas Noticias titulado “Más de lo mismo” es realmente ridículo y vergonzoso.
No logramos entender como la profesora de ética, ojo, lean bien, de “Ética”, hija del insigne humanista Humberto Cuenca, puede darse el tupé de levantar su pluma para defender a un mercenario como Leocenis García, propietario del semanario 6to Poder, el panfleto que acaba de calificar de cabareteras a varias funcionarias del Estado, publicando un fotomontaje marginal y soez que no tiene ninguna importancia periodística, más allá de la provocación.
La publicación no es más que una burda maniobra sensacionalista que tenía como propósito armar un escándalo nacional e internacional para seguir acusando a la revolución bolivariana de perseguir a los periodistas y restringir la libertad de expresión. Maniobra esta que hubiera fracasado de no haber sido porque algunas funcionarias aludidas cayeron en la trampa y se tragaron el “dulce” servido en primera página.
En verdad sospechamos que la profesora Gloria Cuenca esté teniendo problemas para sopesar la realidad. Hay que estar verdaderamente loco, o más bien loca, para hacerse solidario públicamente con un delincuente que miente ser periodista y utiliza los medios de comunicación para chantajear y amasar fortuna a costa de algunos empresarios pendejos que creen que financiando panfletos van a tumbar a Hugo Chávez.
El artículo de la profesora Gloria Cuenca es una perla negra de Pinto a Miseria sin mirar atrás. En el quinto párrafo del artículo suelta lo siguiente:
“Esta semana una vez más se violenta a un periódico crítico, por una caricatura, o mejor dicho por un fotomontaje. Para mí está claro que hace rato que la gente que está en el gobierno perdió el sentido del humor”.
Al parecer lo que quería esta estudiosa de la moral y el buen vivir es que las funcionarias aludidas, y las mujeres decentes del país se sentaran a reír de ese bodrio que solamente una disociada como ella puede ubicar en el género humorístico. Pobrecita, que no hubieran dicho de esa payasada Aquiles Nazoa o Leoncio Martínez (Leo).
Más adelante la profesora Gloria Cuenca remata con una flor en el ojal:
“Toda nuestra solidaridad con la directora del periódico Dinora Girón, con el editor y por supuesto con los muchachos que ven sus trabajos, una vez más, en riesgo. Sigue siendo más de lo mismo”.
Eso si da risa, diría Aristóteles.
jhocas10@hotmail.com