Pero resulta que esa decisión afectó sensibilidades de “Bolivarianos Revolucionarios”, que se cansaron de fingir y para demostrar que hacen bien la tarea se llevaron a Globoterror, léase Globovisión, para que reseñara la “Gran Marcha en solidaridad con el compañero Osorio.” Con eso bastó para que el sabio pueblo comentara “Cayeron máscaras, gorras, franelas y discursos”. En otras palabras payasos y maromeros salieron a la arena, pero sin indumentaria. Tal como son, de carne y hueso.
Allí se demostró que detrás del aplaudido “Control Obrero” no hubo ningún interés por el bienestar de los trabajadores y mucho menos de echar adelante a la empresa, sino de controlar a los trabajadores y satisfacer ambiciones personales, perseguir y diseminar odios por todas partes, lo cual si resultó una seria amenaza para la unidad laboral que requiere esta empresa en plena construcción.
Los ataques viscerales, cargados de misoginia y odio, contra Iraida Alfonzo no eran gratis y así lo señalamos en oportunidades anteriores. Obedecían a un plan bien diseñado, como era apoderarse de todos los puestos claves dentro de la Corporación, para desde allí afianzar su control y poder dar el zarpazo en el momento preciso.
La prueba está en las reacciones, cuando les troncharon la generosa cuota de poder que habían alcanzado. La rabia, el odio contra quien osa tomar una medida de esta naturaleza no lo pueden ocultar y se fueron a calentar la calle junto con sus aliados naturales. Mientras hubo el “Control Obrero” la corporación no tenía deudas pendientes tan urgentes. Ahora si y hay que buscar la manera de confundir para cocinar un “Carmonazo” contra el sector eléctrico. Un revolucionario es un soldado de la patria y no está secuestrando cargos ni posiciones, sino que va a donde la patria no necesite, no importa el rango ni la tarea que le corresponda realizar al momento, si va en beneficio del proceso.
Afortunadamente los trabajadores y trabajadoras del sector cada día estamos más claros y no hemos ignorado para nada las tropelías cometidas por los “controladores” contra los trabajadores honestos que no nos arrodillamos ante esas cúpulas podridas abrilistas.
Hoy más que nunca se impone la unidad monolítica, indivisible, indestructible de trabajadoras y trabajadores eléctricos para apoyar al Presidente Argénis Chávez, en todas las medidas que tome para corregir rumbos en este sensible sector y asegurar la marcha hacía la optimización de un servicio vital para el desarrollo integral del país y para el buen vivir de nuestro pueblo.
La unidad es indispensable para fortalecer los consejos de trabajadores independientes, no comités de aplausos, sin tutelas desde oficinas burocráticas, sino conectados directamente con los trabajadores, con lealtad, claridad ideológica y de frente con el Comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, para construir la patria nueva de la mujer y el hombre nuevos, donde la base fundamental sea el amor revolucionario, la humanidad, la humildad, la solidaridad y la consciencia de clase, como elementos fundamentales en la construcción del indosocialismo bolivariano.
Sabemos
que el camino es largo y tortuoso, pero es el camino y quien le tenga
miedo traiciona la causa. En ese largo camino, los disfrazados de rojo,
pero que llevan la gorra verde y la blanca en los bolsillos traseros,
se rezagarán y no les quedará otra vía que dar la cara y sumarse
a MUD, de donde nunca debieron salir, porque en esta revolución
no tienen cabida los oportunistas, porque mas temprano que tarde la
lupa del sabio pueblo los detecta y al final tienen que hacer como Yacumbele.
Lo que hicieron en la marcha mediática con el apoyo de Globoterror,
donde cayeron máscaras, franelas, gorras y discursos.
(*) Periodista
CNP 2414
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