Cuando un nuevo y trascendente momento histórico lo exige, quienes se consideran parte de sus protagonistas, deberían reflexionar seriamente si sus pasos van en la dirección correcta en eso de lograr los objetivos planteados, y que en el caso de quienes se auto definen comunicadores alternativos, no seria otro que ejercer una comunicación emancipadora.
Con ese concepto bien claro, se supone que deberían ir los comunicadores alternativos a todo evento encuadrado en esta premisa auroral, más aún si es de talla internacional, aunque eso no fue precisamente lo sucedido en el caso de la recién finalizada y fracasada VI Cumbre de Las Américas en Cartagena de Indias, Colombia.
Basta con leer las "notas de prensa" enviadas a Venezuela, para darse cuenta de este desaguisado. Sus contenidos estuvieron dirigido no precisamente a detonar ese odioso y excluyente mecanismo de in-consulta y de chantaje -que no de consenso como quedó demostrado-, impuesto por EE UU a los pueblos latinoamericanos-caribeños, lo que sí tienen bien claro los países integrantes de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (Alba) desde su nacimiento.
Más grave aun, lo que no parece otra cosa sino una absoluta perdida de perspectivas, mostrada por la referida delegación de comunicadores alternativos venezolanos en Cartagena, cuando es publico y notorio (Allí quedan las notas de prensa para la historia), que éstos no dieron ni una adecuada cobertura los hechos en donde se desarrolló la VI Cumbre de Las Américas, ni a los que ocurrieron paralelamente muy cerca de allí, o mejor aun: alternativamente; hechos estos que apuntaron a desmontar el tinglado Obama-Santo, que quedó con evidente contundencia lo que siempre ha sido: un show mediático más, oculto en un rimbombante dizque relanzamiento de las relaciones, ¡claro que de dominación y perpetuación de su hegemonía!, por parte del imperio yanki con respecto a Latinoamérica y el Caribe.
Tal es el caso de la Cumbre de los Pueblos, donde seguramente se denunciaron todas las violaciones de DD HH en Colombia, en contubernio de la oligarquía colombiana con el Pentágono, Plan Colombia, de Seguridad Democrática y Patriota por medio, con su secuela de dirigente sindicales y sociales asesinados, así como de criminalización de la protesta y de los movimientos sociales del campo y de la ciudad colombianos.
Se perdió así una valiosa oportunidad para conocer las agendas de lucha de esos sectores populares organizados, así como la de sus medios alternativos que, por cierto, desarrollan su actividad todos ellos bajo el signo de la persecución, el peligro de muerte y la estigmatización por parte de una clase política colombiana negada cerrilmente a abrir seriamente espacios para la urgente democratización que reclama su sociedad en todos los ámbitos.
Lo cierto de todo, es que estos comunicadores alternativos venezolano no informaron nada de lo que por su naturaleza les correspondía informar, conformándose en aplicar en la mayoría de sus "notas de prensa" la filosofía Gustavo Cisneros de "En una noche tan linda como esta...", a decir de su estilo incoloro e inodoro, cuando no laudatorio al propio estilo CNN y FOX New, de la que se anuncia desde ya será la última Cumbre de las Américas con la presencia de los países del Alba si para su séptima edición Cuba no es invitada.
Posiblemente la nota de prensa final acerca de la rumba con la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, se despidió de Cartagena, se le quedó el tintero a la delegación de comunicadores alternativos de marras. Pero lo que sí parece cierto es que con comunicadores alternativos así, el sueño unionista bolivariano-martiano-sanmartiniano no necesita enemigos.
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