Evidencias desestabilizadoras dejó nuestra prensa impresa que hace campaña de oposición contrarrevolucionaria, en ocasión de la captura del narcotraficante y asesino por quien el gobierno de Colombia ofrecía 5 millones de dólares.
Periódicos de circulación nacional en sus titulares del Lunes 4 de Junio 2012 “olvidaron” desfachatadamente incluir la noticia, es decir, desinformaron a sus lectores y echaron a un lado de manera intencional la noticia más importante, porque como es costumbre les dan grima los éxitos del gobierno bolivariano revolucionario, en este caso en la lucha permanente, frontal y valiente contra el tráfico de drogas.
La colaboración de los gobiernos de Venezuela y Colombia ratificada en reunión de sus Ministros del Exterior, dio frutos al detener en Barinas junto a diez escoltas paracos, al narco Diego Pérez Henao alias “Diego Rastrojo” imposible de ser localizado por la DEA gringa, ni su similar colombiana el DAS.
En nuestra patria soberana fue capturado como otros tantos extraditados a su país de origen o a la nación que los reclame por delincuentes, provocando que una vez más hicieran el ridículo medios de agitación social que en Venezuela únicamente les preocupa hacerle campaña al aspirante presidencial de oposición, casi precandidato… considerando que son muchos los opositores quienes no esconden ni disimulan sus deseos por cambiarlo, habida cuenta que el candidato no levanta entusiasmo, ni solidaridad masiva, ni simpatías sinceras.
Se retrataron en su podredumbre periodística medios que si reflejan los hechos de manera exagerada o sobredimensionada, cuando se señala a Venezuela (así sea sin pruebas), para acusarnos de no combatir al narcotráfico incluyendo entonces reseñas funestas.
Más allá de la vergüenza queda la irresponsabilidad de los que se hacen llamar “medios de comunicación social”, aunque por no estar a la altura profesional los escribo en diminutivo, me refiero a los diarios: “tal cualito”, “el universalito”, “últimas noticitas”, “el nuevito país” con sus añejos inventos asquerositos…, el “dosmilito amarillista” y quienes los imiten. Sólo El Nazi-onal le dio un pedacito de cobertura en primera plana, una ñinguita…, desdibujando el concepto de la importancia noticiosa al resultar detenido el poderoso narcotraficante, redactando la información de manera temerosa y una especie de sentido de culpa por no quedarles más remedio que reseñarla.
Si a ello unimos la seria denuncia hecha por el Ministro Andrés Izarra, indicando que se investigan presuntos vínculos de narcotraficantes infiltrados en Venezuela, con factores empresariales y políticos opositores, finalizamos repitiendo el titular de este artículo de opinión, narcomplicidad ¿¿¿periodística???.
