Pero la culpa no recae en sus trabajadores, quizás muchos de ellos, ajenos a los acontecimientos reciben órdenes desde arriba, y si no las cumplen, pa´fuera. Los jefazos capitalistas proceden de esa manera, es su esencia. Otros si están cónsonos con la línea editorial, pero son muy pocos, aun así, todos los trabajadores deberían ser respetados por los dueños de esa empresa comunicacional. Globovisión apostó al golpe de estado del 2002, y falló. Apoyó el saboteo criminal de la “Gente del Petróleo” y, fracasaron. Lo mismito que le ha sucedido a la oposición desde la Coordinadora Democrática hasta la MUD, le ha sucedido a Globovisión. Simple. Han querido suplantar a los partidos políticos, convertirse en voceros exclusivos de la clase burguesa y de los intereses ocultos transnacionales. Pero, de fracasos en fracasos. Nunca han asumido su barranco. Pensábamos que cuando pagaron la multa, habían reflexionado, pero no, los sucesos lamentables de Amuay les dieron nuevos aires desestabilizadores.
Zapatero a su zapato, reza el viejo adagio popular. Una televisora con una señal que pertenece al estado-nación, y que su función -lo dicen sus estatutos- es el de informar oportuna y verazmente y, lo que hace es todo lo contrario. La tergiversación es el pan de cada día de este canal. Es una lástima que venezolanos pierdan sus trabajos porque sus jefazos desean tumbar a un gobierno.
Globovisión quedara como estudio obligatorio en las cátedras de Comunicación Social, de como una empresa privada por su irresponsabilidad pierde una valiosa concesión radioeléctrica.
Venezuela cambio para siempre, el Proceso Revolucionario es Irreductible e irreversible no hay vuelta atrás. Dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada.