Los hechos extraordinarios prueban la capacidad de resolución de problemas y el talento de las personas. Es fácil desempeñarse en condiciones normales, en la crema. Pero es harto dificil actuar bien, con garra y mente, estando contra la pared. Virgil, un talentoso dominicano manager de beísbol me dijo una vez en el Chico Carrasquel: “Me gusta mi equipo cuando estoy perdiendo 10 a cero en el tercer innings porque me permite evaluar de qué material están hechos mis peloteros”.
La Canalla Mediática, La Zamurera, trató de enredarle el volador a Chávez arreciando su ataque contra su Gobierno y sus Ministros culpándolo de la Masacre de Yare, La caída del Puente de Cúpira, la tragedia de Cumanacoa y el siniestro de la refinería de Amuay. Primero, para tratar de arrimarle la brasa a la sardina de Radonski y segundo, para crear el caos y embochinchar el país. Pero peló bola de la Buena pues Chávez en un santiamen se metió en el corazón de tan lamentables accidentes construyendo el puente de Cúpira, asistiendo personalmente a los damnificados de Cumanacoa y entrándole de frente a la problemática de Amuay llegando hasta 200 metros del epicentro del incendio y la explosion. Y contactando, casa por casa, pueblo por pueblo, a la gente de Cumanacoa.
En pocas palabras. El presidente mató el mato en la cueva. Bajó a palo limpio a la gata de a la batea. Se mudó con sus Ministros al teatro de los acontecimientos en pleno desarrollo, como dice el maestro Walter Martínez. Se llenó de barro en Cumanacoa y respiró humo en Amauay. Al mismo tiempo creó fondos financieros de asisencia para los afectados de Cumanacoa y Amuay; construyó el puente de guerra de Cúpira y ordenó la construcción del puente definitivo que ha de estar listo en tres meses. E iniciaba un plan mediato de construcción y asignación de viviendas a las víctimas. Y dispuso pensiones a las viudas de los muertos por el percance de Amauay.
Con las reservas éticas del caso me atrevo señalar que las trágicas cosas ocurridas recientemente en el país, la miserableza de La Zamurera Mediática y la eficiencia, contundencia y amor conque las afrontó el Presidente Chávez ha sido lo mejor de su campaña electoral.
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