En su artículo Carta [muy] Privada a Hugo Chávez Frías, publicado en esta misma página, el amigo Evaristo Marcano Marín, dejó escritas estas palabras que hago mías:
Tú no debes sentirte satisfecho oyendo siempre de una mujer venezolana la frase: ¡Chávez te amo! Debes considerar el sentido de la comunicación y darle la oportunidad y seguridad al pueblo de un retorno (feed back) sin que haya la necesidad de crear nuevos puntos burocráticos. Hay la necesidad urgente de romper ese cerco de seguridad comunicacional que te han montado. Una cosa es la seguridad personal y otra el vínculo comunicacional con el pueblo. (Subrayado nuestro).
Aquí hay una verdad que seguramente al igual que nosotros, se ha discutido un montón de veces entre camaradas, pues a nuestro modo de ver (al igual que Evaristo) hay un cerco que rodea al Presidente y le dicen lo que más les conviene, mientras que la cruda realidad se pasea entre la gente de los pueblos cuando se enfrenta a la ineficiencia no solamente de los gobernantes regionales y locales, sino en ministerios e institutos públicos.
El mismo Presidente ha dicho que se ha dado el caso de que un funcionario no ha rendido en un cargo y después lo encuentran en otro hasta más alto y de paso premiado. ¿Y quién hace esto? Supuestamente una mafia que se ha dado a la tarea de imponer personas no solamente de la oposición, sino que no están aptos para los cargos y de paso hacen campaña en contra del proceso revolucionario. Es una verdad que se sabe, pero al Presidente no hay quien le informe, sino que lo engañan diciéndole otras cosas, inflando cifras y señalando una supuesta eficiencia. Y como el Presidente no puede estar en todo, debe creerle a estos que de paso han traicionado la confianza que les brindó el Comandante.
Por eso, urge (repito como Evaristo) romper ese cerco comunicacional que les esconde verdades al Presidente; aunque es difícil, primero porque Chávez no lee esto y los incursos en dicho cerco no van a hacer pendejos, para hacérselo saber. Pero hay que intentarlo, porque algo hay que hacer, de lo contrario el enemigo va seguir adentro echándole peste a la revolución y se corre el riesgo de que ésta se pierda. Por eso ojalá que algún pajarito le diga esto al Presidente.
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