-Y tú por qué estás bien sonriente: –conciencia mía. Preguntó, Nitu seria.
Chama –respondió la conciencia- y, disculpa que te diga chama que ese lenguaje es orillero y sátiro y, sé que a ti no te gusta, pero como estás vestida de colegiala jai, se me ocurre que fue a propósito en recordar que, una vez fuiste una adolescente ardilosa con voluntad esotérica.
-No –amada mía. Riposto Nitu. Me vestí así, porque perdió Capriles con trampa y, eso me tiene turuleca de engaños depositarios que me humedecen el nervio óptico de una gran crisis invasiva que se mantiene sin precedentes.
-Pero eso es una mala e irrazonable confusión que te enturbia el momento que como pudiste ver con esos ojos de tortuga en asecho que, Capriles al perder el camino: felicitó al presidente con una sonrisa amoblada de tranquilidad –dijo, la conciencia y a la vez le señaló: -esta noche tienes un pose de Juana de Arco, masticando chicle en privado antes de ver a san Miguel.
Con una risa sorpresiva Nitu exclamo: -¡Oh conciencia mía! Cada día que pasa te distancias más de mí como si yo fuera un testamento político sin cuentas claras y, lo que más me molesta es que no te disculpas cuando debes –asomó Nitu en el estudio.
-Ya no sé que eres y, es tan así que, he dejado de rezarle y, encomendarte a la patrona de los quejumbrosos al ver que la ira que te invade es de un anticomunismo atrincherado en tu alma que te tiene de mal en peor con un detritus de sin razón que a veces te pierdo de vista frente a mí –sentenció la conciencia.
-Tomé la decisión de entrevistarte en esta mala noche de agonía punitiva en que el desorden de la desesperanza nos invade y, en vez de animarme con tus sabios consejos, me sacas el puñal chavista e irónicamente lo metes en el eje imaginario de mi rabia en que la coordenada de la paz está del lado de ellos. Lo veo y no lo creo –conciencia infame. Aclaró Nitu y soltó una lágrima de la marea de sus ojos que nadaban de furia en el océano de su iris.
-Y yo acepté la invitación -pensando como lo pensé que- habías madurado en la barrica del proletariado en que se han curtido los grandes estudiosos que no guardan rencor al convivir con el neoliberalismo del mal patriotismo que los corrompe a ustedes, así como se corrompieron los dueños de este canal que te mantiene al día con la frescura de sus mentiras al igual que a un grupo de ingratos que no razonan y, que consumen su vida en maldecir al pueblo en odiar y odiarse y, a ti en particular te quema las neuronas de tu vejez cada domingo en que marchitas tu tiempo en hincarte de rodillas en el velatorio de tu infamia, pillando un inconformismo que te desnaturaliza y te envilece a los ojos de otros que te los cargas furibundamente por pensar y actuar diferente a ti –mujer egoísta –puntualizó la conciencia alterada.
-Sigo sin entender las elecciones venezolanas y por más que tú me ofendas –conciencia mía- y, juegues con mi existencia a tu manera, jamás me sacarás del plano que me he trazado en desarrollar mis pensamientos que aunque no gusten a tus encantos solapados, tienen una buena maternidad en otros hogares en donde se refugian y son acogidos con razón y, mis ideas que no son tus ideas siguen el ritmo que a diario vivimos en este país partido en dos y, en que nosotros somos mayoría y, si esta vez ganaron en cámara lenta o con distracción de líneas comunicativas o con técnicos cubanos, habrá tiempo más que suficiente de demostrar que tenemos la razón y, gústete o no, aquí seguimos con la oposición y con Capriles ansioso de poder.
-Y, yo qué te puedo decir que remiende lo irremediable: si sigues siendo una excusa que se pierde todos los domingos en minutos y, que es sólo tuya y en nada se parece ni se acerca a mí que sigo siendo tu conciencia puritana, pero eso sí: bien alejada de ese mundo que Globoterror te desgarró sin darte cuenta te arrancó un pedazo de tu tranquilidad interna para compensar la parte externa que confunde a otros, menos a mí –ironizó tranquilamente la conciencia de Nitu.
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