Durante el Consejo de Ministros radio-televisado que se realizó en la
tarde del sábado 20 de octubre, el Presidente Chávez aprovechó para, de
manera sutil, girar instrucciones a algunos de los integrantes de su tren
ministerial, todo en aras de, según lo manifestó el propio primer
mandatario nacional, aumentar la eficiencia en la gestión del gobierno.
Uno de los que recibió instrucciones fue Ernesto Villegas, encargado del
Ministerio de Información y Comunicación (MINCI). De este ministerio el
Presidente Chávez espera que logre generar una acertada política de
información y comunicación y que logre estructurar un eficiente sistema
nacional de medios de públicos, todo en función de hacer más visible la
acción del gobierno nacional y de los gobiernos estadales y locales, así
como de los demás poderes del Estado.
Está entonces en manos de Ernesto Villegas armar ese complejo rompecabezas
compuesto por los medios de información y comunicación, los contenidos que
se deben informar y comunicar y los públicos destinarios. Una tarea nada
fácil sobre la que siempre penderá la espada de Damocles sostenida por el
propio Presidente Chávez, quien, ante cualquier falla que observe, no
vacilará en dejarla caer en plena trasmisión pública.
Es de suponer que el nuevo responsable del MINCI debe estar ya tomando las
previsiones del caso, para que nada, en lo posible, se le escape de las
manos. Para ello seguramente que ya debe estar metiéndole la lupa a la
programación y contenidos de los medios públicos, y a la relación que el
gobierno ha tenido con los medios privados. También debe estar ya
evaluando la política informativo-comunicacional que ha sido
desarrollada desde las diferentes gobernaciones y alcaldías, así como la
generada por las diferentes sedes diplomáticas que tiene abiertas
Venezuela en los cinco continentes. En fin, un trabajo ciclópeo que
requerirá de un inmenso esfuerzo.
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