Resulta extraño que García Márquez haya escrito tan poco, o casi nada, acerca de Hugo Chávez Frías, sobre todo si tomamos en cuenta que ambos resultaron ser amigos muy cercanos a Fidel Castro, lo que supone ha podido ser una coyuntura importante para que el colombiano se interesara más por Chávez.
Al parecer, El enigma de los dos Chávez, crónica aparecida en la revista Cambio de Colombia, en febrero de 1999, fue lo único publicado por el Premio Nobel entorno a la figura del líder revolucionario recién fallecido. Ni siquiera en la autobiografía Vivir para contarla (2002) Gabo se refiere ni por circunstancias a Hugo Rafael Chávez Frías.
Sin embargo esa única crónica escrita por García Márquez luego de realizar un viaje con Chávez de La Habana a Caracas, a pocos días de su toma presidencial, no cabe duda que es uno de los mejores perfiles que se hayan hecho del político más importante del siglo XXI, entre otras cosas, porque la crónica, bastante visionaria se escribió sin que ni siquiera Hugo Chávez hubiera jurado por primera vez como presidente de Venezuela.
Quizás lo más importante de la crónica El Enigma de los dos Chávez es el último párrafo en el que Gabo escribe: “Mientras se alejaba entre sus escoltas de militares condecorados y amigos de la primera hora, me estremeció la inspiración de que había viajado y conversado a gusto con dos hombres opuestos. Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país; y el otro, un ilusionista que podía pasar a la historia como un déspota más”.
El famoso escritor colombiano, que también sufrió un cáncer y que en esta hora menguada sufre de demencia senil, colocó al final del famoso artículo esas dos opciones posibles. Solo que al parecer Gabo se inclinaba por la segunda, y es lógico, ya que es muchísimo más fácil acertar que un político pase a la historia como un déspota más, a que se convierta en salvador de un país, como, por fortuna, lo hizo el presidente Hugo Chávez Frías con Venezuela.
El diario Notitarde de tendencia fascista, ha publicado la crónica de Gabriel García Márquez en dos oportunidades no con la intención de que los lectores juzguen con libertad el excelente trabajo periodístico ,sino más bien con el propósito de persuadir al público de que Chávez no murió como un salvador de la patria sino como ellos quisieran, es decir , como un déspota.
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