Estimado compatriota.
Confieso que es la primera vez que me animo a escribir por este medio.
Los momentos por lo que atraviesa nuestro país requieren, por parte de la maquinaria informativa del Estado, de planes muy bien elaborados y pensados para una audiencia opositora altamente molesta, convencida del fraude, indignada y evidentemente mas motivada, por la misma rabia, que el sector de los venezolanos que apoyamos a Maduro.
Considero que la estrategia comunicacional debe evitar atacar políticamente a Capriles. Por muchas razones: La principal es que estaríamos cayendo en su juego. Él ha pretendido convertir un procedimiento tecnológico, como son el procesamiento automático y transparente de la votación, en un hecho político. Porque políticamente puede decir y hacer lo que quiera, y su valor solo depende del numero de personas a dispuestas a creerle. Estaríamos cayendo en una crisis de puntos de vistas, donde la guerra mediática es letal. Sería su palabra, aupada por la mayoría de los medios, versus la del Estado, asediada por toda una maquinaria nacional e internacional. De hecho, la MUD ha escondido a sus técnicos e ingenieros, en toda esta guerra mediática no ha hablado ninguno de los especialistas que la representan ante el CNE
No podemos negar que estamos en una crisis política, pero esta se ha generado a partir del desconocimiento de un hecho tecnológico. Y es precisamente allí donde el chavismo posee su mayor fortaleza, la verdad.
Capriles, tal como lo hizo anoche, puede responder a la cadena donde se le acusa de instigador. Es innegable que, hasta por razones de tiempo, se deba sacar videos de contexto, y él aprovecha para atacar la veracidad del contenido, y sus 7 millones de seguidores lo secundarán sin la mas mínima duda, profundizando así la rabia e indignación de ese grupo de venezolanos. Los periodistas que lo interrogan son incapaces de hacerle preguntas incómodas, centrándose en simples comentarios siempre de carácter político donde, evidentemente, se mueve a placer.
La estrategia debe estar centrada en demostrar la fiabilidad del sistema de votación. Llevar la crisis a una instancia donde la ciencia, con toda su frialdad, método y sencillez, se imponga sobre el miedo, la ignorancia, la sospecha , las conjeturas , la Fe y la superstición, que son, hasta ahora, los únicos acompañantes de la irritación opositora.
Existen millones de venezolanos que sinceramente creen en el fraude, y mientras estemos enfrascados en una pelea ideológica esas dudas no cesarán.
Las elecciones son un proceso de naturaleza TÉCNICA, VERIFICABLE, AUDITABLE, MEDIBLE, COMPROBABLE, para desmentir sus resultados se requieren argumentos de la misma naturaleza.
Capriles, en todas sus horas de alocución, solo ha mencionado tres supuestas pruebas capaces de torcer los resultados: Una supuesta inconsistencia numérica en Trujillo, unas maquinas dañadas y unos testigos "sacados a la fuerza". Todas es argucias fueron fácilmente desmentidas.
Debemos crear un contenido (5 a 10 minutos) donde refutemos, técnicamente, todos y cada uno de sus planteamientos. Hacerlo de manera elegante, respetuosa y retar a Capriles y sus técnicos a que desmientan lo planteado en el programa.
Debo decir que yo, Arquitecto, me ha tocado desmentir y aclarar a mis amigos y familiares docenas de posibilidades de fraude: que si unas máquinas votando en pdvsa, que si unos hacker, que si mesas sin testigos, que si virus, que si cambiaron los números en el centro de totalización, que si controlan las maquinas y cualquier otro mecanismo producto de la imaginación carente de conocimiento.
Este programa, que debe ser transmitido en cadena, deberá ser hecho con calidad de contenido, narrado por un profesional; pudiera ser un ingeniero o especialista de nuestro sistema. Que no sea conocido políticamente, para evitar bloqueos mentales automáticos. Y repito, en el mismo se debe RETAR a los especialistas de la MUD a que rebatan lo planteado.
Debemos tener presente que el objetivo central no es Capriles, son sus seguidores. Capriles muestra arrogancia y se da el lujo de chantajear por que se sabe apoyado por una masa importante, mediáticamente muy superior a los 7.5 millones de chavistas. El programa debe ir directo a la conciencia de esos votantes, retar su orgullo intelectual, desafiar su convicción, errada por supuesto, de que son el sector "pensante" del país. Exponer la crudeza del sistema, responder a dudas, desmentir vulnerabilidades, motivará la duda acerca del fraude en un sector importante.
No sé cual sería el impacto para el sector opositor tener la certeza de que efectivamente su candidato perdió y que todo esa crisis generada fue producto de la cobardía, talante antidemocrático, o simple cálculo de baja política. Eso lo tendrán que procesar y digerir cada uno según sus propias capacidades. Lo importante en todo caso es conjurar a tiempo una desconfianza grave para la estabilidad y paz de nuestro país.
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