Ser y parecer

24/05/13.- Los romanos antiguos eran gente recia, familiarizados con los enredijos del poder, esa mezcla de habilidad y suerte (Maquiavelo dixit) que siempre rodea la lucha por y la conservación del dominio. Por eso, hacían sus propias versiones y aplicaciones de las sutilezas filosóficas de los griegos, cuyo patrimonio cultural saquearon con respeto, si es que es posible eso. Por eso, lo que para los griegos era una discusión de altos vuelos filosóficos, esa de la diferencia o identidad entre el Ser y la Apariencia, fue asimilada por los romanos como un breve y cortante consejo de relaciones públicas de parte de un emperador a su mujer: “no sólo debes SER, sino también PARECER”.

En criollo se suele decir: “tiene la cola como un cochino, gruñe como un cochino, es gordo como un cochino…entonces, debe ser un cochino”. Así, si entre los altos funcionarios de un gobierno siempre se ha despreciado a los académicos y los “intelectuales” porque y que no son “pueblo”; si en ocasiones se les ha llamado, desde las alturas, “habladores de paja”; si les quitan los horarios de los programas de radio, en evidentes despidos de las emisoras; si los señalan como sospechosos de “saltar la talanquera”… entonces, estamos ante una actitud de cerrazón, de oídos sordos a las observaciones, de desprecio y persecución de los intelectuales.

Otro dicho relacionado con ese abstruso asunto del Ser y la Apariencia, es aquel que afirma la relación entre el ruido de las aguas del río y el desplazamiento ruidoso de las piedras en su cauce. O sea: “cuando el río suena, piedras trae”. Todo eso, y mucho más, que salió en la presunta grabación de Mario Silva, viene sonando en el río del chavismo desde hace tiempo. Lo que parece, puede que sea, efectivamente.

Claro: cada quien ve “según el color del cristal con que mira”. La grabación muestra algo parecido a la conversación con un amigo que, circunstancialmente, tiene acceso a alguien con cierto poder, a quien quisiéramos hacerle llegar unas peticiones. Algo así como cuando un estudiante se le acerca a un profesor para que hable con el otro, para que considere postergar el examen. La oposición vio esto como un “informe de espionaje”. Uno, pobre, sólo consigue escuchar el intento desesperado de mandarle un mensaje a García a través de un amigo común.

Seguramente la grabación fue lanzada al público para, en general, “prender el ventilador” y desacreditar al conjunto de los dirigentes bolivarianos en el gobierno, en las instituciones, en el contexto de una estrategia para derribar al chavismo en su conjunto. El efecto fue otro: cierre de filas del chavismo en torno a… Mario Silva. Pero, ojo, no en torno a los señalados en la grabación. Interesante ¿no?

La actitud de los compañeros PARECE el de una solidaridad automática. Parece una actitud defensiva: evitar investigar; eso es un montaje. Eso produce suspicacias, incluso entre nosotros, los leales a Chávez y el proceso bolivarianos. Porque estemos claros: somos leales a Chávez y el proceso bolivariano.

La mujer del César debe SER Y PARECER. Mejor abrir las investigaciones. El que no la debe, no la teme.


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Jesús Puerta


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