Sobre el tema de Vanessa Davies y su polémica entrevista con Luis Chataing y César Miguel Rondón, quería introducir esta nota indicando que yo no le llego ni a los talones, tomando en cuenta todo lo que ha hecho ella por este proceso revolucionario. Detenida y torturada en febrero de 1989 por agentes de la Cuarta República durante una de las masacres más abominables que ha vivido nuestro país, Davies mantuvo firmes sus principios incluso durante la tragedia de Vargas de 1999, lo que le permitió ganarse el respeto del propio Presidente Hugo Chávez, quien echó a un lado a uno de sus mejores amigos y copartícipe en la insurrección militar de 1992 por defender un principio sagrado como lo es el derecho a la vida, al debido proceso y a un juicio justo, en el caso de presuntos saqueadores ajusticiados por agentes de la Disip.
Por esta razón, quiero decir algo que tal vez no había dicho antes por no querer causar problemas en el delicado momento que vivimos: me dolió enormemente la salida del aire deContragolpe, programa que tenía 12 años al aire en Venezolana de Televisión. Pocos reconocen en estos momentos la valentía de Davies y de otros anclas que se atrevieron a dar la cara en nombre del proceso revolucionario en diciembre de 2002, acompañando a Jesús Romero Anselmi cuando se iniciaba un paro petrolero-empresarial sin precedentes en Venezuela. Gente de nuestro lado prefirió no dar la cara allí, temiendo que, si caía el proceso revolucionario, ellos serían los primeros en ser ajusticiados por la derecha. Los recuerdos de las persecuciones, las agresiones y los ataques de abril de 2002 estaban vivos en nuestra memoria.
Davies, junto a Jorge Arreaza y otros pocos comunicadores, se lanzaron maratónicas sesiones de 12 horas o más en el canal del Estado, enfrentando ellos sólos a 4 canales de televisión comerciales que habían cancelado todas sus pautas publicitarias y toda su programación de entretenimiento, incluyendo telenovelas y partidos de beisbol, para enfilar toda su carga contra el proceso revolucionario. No se vivieron momentos tan difíciles en el país sino hasta 2013.
Contragolpe se caracterizó por hacer preguntas difíciles a todo tipo de personalidades del proceso revolucionario, incluyendo ministros, vicepresidentes y al propio Comandante Chávez. La famosa frase "¿tiene usted pruebas de eso?" se repetía tanto en Contragolpe que a veces nos sacaba la piedra a sus usuarios y usuarias. Pero era necesaria ante funcionarios que -a veces con justificación- no iban a otros canales de televisión. Davies se ganó el respeto de todos al hacer esas preguntas difíciles que a otros periodistas no les permitían hacer.... o simplemente no les interesaba realizarlas.
Hubo momentos realmente desagradables, como la ocasión en la que taparon con una cortina roja a personas que protestaban en las afueras del estudio de Gradillas, en la plaza Bolívar, el 8 de noviembre de 2012 denunciando las amenazas a indígenas yukpa. Yo soy de quienes cree que la decisión del "cortinazo" no la tomó Davies, y que probablemente ella misma no estuvo de acuerdo con eso. En primer lugar, los programas en VTV no son de sus moderadores, sino de la propia televisora y del Ministerio de Comunicación e Información, quienes en muchos casos imponen o cambian las pautas de un momento a otro dependiendo de la situación política y noticiosa. Ese día había una entrevista vía satélite con Stella Lugo, gobernadora del estado Falcón, y todos sabemos que una comunicación de ese tipo requiere movilizar a una gran cantidad de técnicos y camarógrafos en horario nocturno, lo que genera costos bastante onerosos al canal del Estado. Aún si ella hubiera querido suspender la entrevista con Lugo para darle la palabra a los movimientos sociales pro-yukpa, ella no era quien tomaba esa decisión; para ella hubiera sido imposible hacerlo. El hecho es que hubo indignación generalizada por ese "cortinazo" y, al día siguiente, el entonces presidente de VTV entrevistó a los yukpas él mismo en un programa especial.
No hay explicaciones, hasta los momentos, por la salida de Contragolpe. El rumor que más esparcen los opositores es que su programa fue cancelado luego de haber hecho preguntas incómodas al presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, en entrevista concedida el 24 de enero de 2014. No creo que esa sea la razón, en primer lugar porque las preguntas no eran tan confrontadoras, y en segundo lugar porque Contragolpe continuó al aire por un mes más: el día 20 de febrero Davies entrevistó a Ramón Rodríguez Chacín, y el 28 de febrero hizo lo propio con Eleazar Díaz Rangel.
Pero estos rumores se esparcen con mucha rapidez cuando sale del aire un programa con doce años de trayectoria, surgido en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia moderna, sin siquiera permitir a su presentadora despedirse de sus usuarios y usuarias, y sin que haya respuestas oficiales. Algo que se ha vuelto normal y cotidiano en nuestro proceso revolucionario, lamentablemente. Tal vez porque los mismos usuarios y usuarias no nos damos a respetar.
Así como Davies ha dicho en dos ocasiones que ella era fanática del programa de Chataing, yo puedo decir que hubo momentos en los que yo no dejaba de ver Contragolpe, y que prefería enormemente sus entrevistas a las de otros comunicadores del canal del Estado. Se ganó mi respeto y mi admiración desde 2002, y en todo momento la he tenido en muy alta estima, tanto por Contragolpe como por el trabajo que ella y otros excelentes profesionales realizan en el Correo del Orinoco. Hay que decir, además, que Davies tiene un elevado sentido ético, y que por muchos años se negó a recibir honorarios de VTV, pues cobraba un sueldo en otro medio de comunicación para el que escribía una página de salud.
En lo personal, recuerdo que en algún momento en 2002, alguien creó la página web "Reconocelos.com", en la que opositores fascistas instaban a reconocer, perseguir y hostigar a los chavistas allí reseñados, colocando sus nombres, fotos, direcciones y su "expediente". A mí me colocaron como supuesto "jefe de los círculos bolivarianos de la Facultad de Ciencias de la UCV", pero mi foto salía junto a la de Vanessa Davies y Alí Rodríguez Araque, y yo estaba orgullosísimo de ello. Se lo mostraba a todo el mundo como si fuera una medalla :)
Esa alta estima hacia Vanessa Davies y su trabajo sin duda que se pone a prueba cuando uno la ve al lado de personajes como César Miguel Rondón o Luis Chataing, en entrevista transmitida este 20 de junio por Circuito Éxitos.
El problema, en realidad, no es que ella se siente junto a ellos a dialogar. Los ministros, el presidente Maduro, el vicepresidente Arreaza y el Comandante Chávez se han sentado con todo tipo de líderes políticos y empresariales de la oposición. Eso, en principio, no está mal. Pero así como uno tiene que ser firme con sus principios y convicciones, asímismo uno tiene que darse a respetar, y el reaccionar riéndose o diciendo "ay chico, no seas así" cuando ofenden nuestras creencias y principios es algo imposible de aplaudir.
Rondón y Chataing no son dos adolescentes confundidos por ver excesiva televisión. Son operadores políticos de derecha con objetivos muy bien definidos. Personajes que se burlaron del Presidente Chávez en su enfermedad, que se burlan con frecuencia del pueblo chavista, de sus íconos, de sus principios y de sus valores, y que obviamente no son el tipo de opositor con quien uno puede sentarse para intentar demostrarles que no somos unos monstruos comeniños. Rondón hace apenas unos días estaba tuiteando, burlándose de Hugo Chávez: "Para lo que quedó, muñeco de cera y fantasma. Sin él no son nada", escribió el pasado 6 de junio. Ellos están muy poco interesados en la conciliación. Más bien, están pendientes de aprovecharse de cualquier desliz nuestro para justificar luego cualquier barbaridad que quieran cometer.
Aún así, sintonicé la entrevista ansioso de volver a escuchar aquella famosa frase: "¿tiene usted pruebas de eso?". Esperaba que, así como Davies le ha hecho preguntas difíciles a ministros y vicepresidentes, también le hiciera a Chataing alguna que otra pregunta difícil, más allá de su profesión o su número de esposas. Por ejemplo: qué le hizo llegar a la conclusión de que fue el gobierno quien presionó para sacar su programa del aire. Lamentablemente, nunca le preguntó eso.
Antes de continuar esta nota, quiero acotar que tal vez, si yo fuera otra persona sin formación política, muy probablemente sí tendría un montón de excusas para irme a cualquier medio de la derecha a despotricar por cosas que me hayan pasado. Por ejemplo: a pesar de mi carácter casi insignificante dentro del proceso revolucionario, soy uno de los chavistas a quién le han dedicado más tiempo al aire desde el canal del Estado, Venezolana de Televisión, para hablar bravuconadas de mí. En febrero de 2011 me dedicaron casi una hora en el programa La Hojilla de Venezolana de Televisión por el tema de las tecnologías libres, insultarme a nivel personal con bravuconadas y hasta delatando el lugar donde vivo. El pasado mes de diciembre de 2013, el conductor de otro programa de VTV me dedicó casi una hora de su espacio para denigrar de mí por un comentario sobre los resultados electorales que hice en mi Facebook personal.
En 2011 también, el entonces ministro de Comunicación ordenó despedir a cuatro periodistas muy valiosos de La Radio del Sur, junto a la profesora Cristina González. Además, esa persona se comunicó con dos ministros de Cultura distintos para exigirles que me despidieran a mí y a otro periodista por haber denunciado lo ocurrido y habernos solidarizado vía Twitter con ellos. La verdad, fueron muy pocas las solidaridades públicas que recibieron estos camaradas, y de hecho Vanessa, hubiera querido verte defenderlos de la misma forma que defendiste a Chataing. Creo que ellos se lo merecían, y su libertad de expresión y derecho al trabajo sí que fueron vulnerados por un funcionario público. Y con ellos no hacía falta un "¿tiene usted pruebas de ello?", porque con levantar el teléfono podías comprobarlo.
A pesar de todos esos rencores que uno podría acumular; a pesar de las opiniones muy negativas sobre VTV y el Minci que me he formado desde mi subjetividad por estos y otros hechos, acumulando todos estos trancazos a través de los años, ¿eso justificaría que yo o cualquiera de los afectados nos acercácemos al programa de dos furibundos opositores, que no nos dieron tregua ni durante la muerte del Comandante Chávez, que aún hoy se burlan de él, que sólo buscan el más mínimo pelón, el más mínimo desliz, la más mínima falla para usarlas contra el proceso revolucionario? Pues no. Ninguno lo hizo.
Y si yo hubiera decidido ir, ¿debo reaccionar con un "¡ay, chico, vale, jijiji!" cuando se insinúa que las Fuerzas Armadas están llenas de cubanos, una mentira que además está cargada de xenofobia? ¿Por qué insistir una, dos y hasta tres veces en que fue el gobierno el que mandó a cerrar el programa de Chataing, si no se ofrecen pruebas de ello? Si Maduro respondió sobre el asunto e informó que él había hablado con los dueños de Televen sobre el tema, ¿por qué tenemos que hacerlo quedar como un mentiroso? ¿Hay necesidad de criticar al Presidente por no acudir al programa de Luis Chataing en un momento en el que él estaba lidiando con un golpe de estado continuado, una guerra económica y tres meses de guarimbas que han dejado 42 muertos? El propio Chataing nos cuenta que el hijo de Nicolás Maduro acudió a conocerlo, le expresó su admiración y la de su papá, se preocupó por Chataing cuando se cayó de un escenario, ¿y entonces vamos a creer que Maduro fue quien le mandó a cerrar el programa? ¿Cómo se le puede creer a César Miguel Rondón hablando de reconciliación, al mismo tiempo que ese señor, con su pinta de buenagente, tuitea llamando "muñeco de cera y fantasma" a Chávez? No me molesta la discusión sobre si las Fuerzas Armadas deben autodenominarse "chavistas", pero ¿tener esa discusión con ellos, que sólo buscan argumentos para desmoralizarnos? ¿Y decir que una parte del país está siendo excluida?
Todo esto, sin embargo, estoy tratando de decirlo con el mayor respeto y admiración hacia Davies, pues creo que es una camarada ejemplar que ha hecho muchísimo por este proceso, de quien sabemos que hará aún mucho más, y a quien tenemos que escuchar como a cualquier otro revolucionario. Ni estoy de acuerdo en que la llamen "traidora" o "saltatalanqueras", ni estuve de acuerdo en que el programa Contragolpe fuera eliminado sin la más mínima explicación, ni me gustaría ver que la saquen de la dirección del Correo del Orinoco (aunque sé que están en su derecho de hacerlo).
Pero caray. Creo que quienes tienen responsabilidades dentro del proceso revolucionario tienen que darnos el ejemplo, bien sea para pedir pruebas de lo que se dice, o para ofrecerlas si se las piden. Y también tiene que darnos el ejemplo dialogando con personas de oposición, con quienes tenemos que convivir por el resto de nuestras vidas. Pero ese diálogo es condicionado: así como no vamos a llegar llamándolos "escuálidos" o "fascistas", tampoco podemos reaccionar con una sonrisita ante frases xenófobas y ofensivas, ni podemos permitir que se burlen de nosotros diciendo que "tú eres el tipo de persona que requiere la revolución bolivariana para que podamos entendernos y convivir" al mismo tiempo que insultan vía Twitter al Comandante Chávez.
Vienen momentos difíciles, dijo Jorge Rodríguez. No los hagamos más complicados sin necesidad.