Nostalgia de la hojilla

Confieso que, aquí muy entre nos, tenía nostalgia de La Hojilla. Contrario a dos o tres amigos, que se consideran puristas del lenguaje y la moral victoriana, será, siempre he sentido que entre los espacios de opinión de VTV representa uno de los de mayor pegada; y son de antología sus denuestos, particularmente contra los que Lenin llamaba los enemigos del pueblo, los camaleones, aprovechados y toda esa punta de revolucionarios de medio pelo que en momentos de apuro se convierten en traidores a cambio de un puñito de dólares y una visa americana.

Mario Silva, pues, se volvió a presentar sonriente y una emoción contenida, con un discurso donde aflora la gramática de los sentimientos de inmensa fidelidad al Comandante Chávez, como lo señalara ayer sábado el mismo Presidente Maduro al llamar al programa inaugural de esta segunda etapa de La Hojilla. Cuestión ésta que agregó mayor valor a la emisión, porque disipó las dudas acerca de si el compañero Maduro y la primera dama CiliaFlores guardaban distancia hacia el hombre de inmensa humanidad y compromiso por la revolución bolivariana y chavista, que nuevamente enfrenta el aguijón punzante de la contrarrevolución, mediante conspiraciones y el golpe continuado.

El ariete de la palabra, al modo de un ciudadano de la polis griega que compromete su honor, que es como decir su vida misma, con miras a mantener la ciudad y el Estado como una entidad soberana e independiente, que se da sus propias leyes y no está sujeta al tutelaje de ninguna potencia extranjera, así en la guerra como en la paz, que es parte del legado del Comandante Hugo Chávez, encuentra en el conductor de La Hojilla, Mario Silva, su razón de ser. O diremos también su logos fundante.

Este programa inicial de la segunda etapa del decano de los programas de opinión defensores de la gestión y el ideario de Chávez y que enseña a la oposición falaz la forma de hilar lana, ya que muchos de sus leadership en la mayoría de los casos no acomete gallardamente sino que rueda en sus dislates conspirativos y salen trasquilados, nos deparó buen material. No sólo para la polémica sino que aportó valiosos datos para reconstruir y comprender, por analogías imperfectas pero valiosas, la forma de proceder de los disimulados atores de la guerra económico y paro continuado de la oligarquía venezolana contra el pueblo venezolano y el presidente Maduro, en el empeño de ésta por acumular riquezas mediante la especulación, el acaparamiento y distorsión de la cadena de distribución de alimentos y demás bienes de primera necesidad, por ejemplo, mediante la informalización.

La entrevista al siquiatra Hiriberto González, quien elaboró una hipótesis plausible acerca de la guerra económica, representa un aporte desde una perspectiva de las ciencias humanas, particularmente la psicología social, que está disponible en internet pero los medios de comunicación tradicionales no la habían difundido suficientemente, como lo hizo anoche Mario Silva en La Hojilla; y que revela cómo una disciplina puede ser aplicada en el marco de un laboratorio social, ya que a partir de la introducción de una variable dependiente o intervinientepredicen y modelan conductas de desasosiego, descontento y rabia en la población venezolana, (disponible en: Guerra económica y psicología de masas. Entrevista a…hoyvenezuela.info/guerra-economica-y…7 Ene2015).

Finalmente, dedujo que como la actual coyuntura de Venezuela muestra indicadores delicados, todos los factores de la revolución bolivariana tienen obligación de unirse en torno al proyecto fundamental, que está contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Plan de la Patria 2013-2019, cuyo líder viene a ser el Presidente Nicolás Maduro. Contrario a la opinión de mis dos o tres amigos, mantengo la creencia que programas como La Hojilla y el estilo pugnaz de su conductor resultan de gran valía con fines de desvelar la verdad de ciertos discursos y prácticas sociales y políticas de ciertos actores sociales, cuyos elementos más profundos de sus lógicas de sentido, intensiones y fines, suele estar oculto. Por eso, con perdón de la exageración a algunas figuras al modos de filósofos antiguos, asumen el rol de desvelar aquello que está subyacente, des ocultar. Una tarea no siempre grata pero necesaria… deseamos mucho éxito a Mario Silva en esta nueva etapa de La Hojilla, ahora en un horario sabatino estelar.



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Luís Saavedra

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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