Aporrea, termómetro de la revolución

Nuestro escudo mediático

En los días determinantes de abril del 2002, se fraguó esta esperanza que el devenir ha descubierto como una herramienta de las más importantes a la hora de empalmar las piezas de la nueva base popular para fortalecer mínimo el rumbo de la nave. Un punto de convergencia que recogiera las simientes y esparciera las diásporas al tiempo inmediato. Mucho tiene que ver aporrea con una bandera venezolana en Australia, con un apoyo a Irán desde Oslo a través de este medio; encuentro, descarga, aviso de la resistencia, desenmascaro al insolente. Cita nuestra con Ramonet y el francotirador de Falluyah. En fin, avance subterráneo por el espacio cyber. Estandarte del abanderado, aporrea es espía, es la descubierta de la vanguardia, carta bajo la manga del Presidente Chávez. Este es un reconocimiento a los aporreáticos, como los denomino, que a nuestro modo (me incluyo) hemos eslabonado un equipo como una gran nación sioux: el Gran Espíritu habla por cada uno de sus hijos, no importa la distancia que los separe, la lengua. Asamblea del desposeído: la herramienta pareciera no pertenecerle por su lejanía con la tecnología, no importa, otros lo acoplan, su llanto, mejor, su amor lo lleva, lo irradia, lo esparce: lo conecta. Es más, ya está en camino. Insospechados lazos han nacido de este abrazo cyber. Ya veo paisanos regreso del campo, tecleando al fondo de malla rojiza, su propuesta, la exigencia o gratitud brotar de su propia mano. Ya veo la fallida emboscada enemiga, aporrea la revela.

Es ingente la importancia de aporrea en estos días de cambio. Yo en lo particular no soy escritor de carrera, sin embargo se me dio esta oportunidad de mostrar mis ironías y conclusiones en este importantísimo matutino-vespertino-nocturno-madrugador que no desdeñé la ocasión. Aporrea ha venido ser el escudo mediático del proceso. No menosprecio a los demás medios rotativos, televisivos, radiales, pero ninguno de ellos cubre al mundo como aporrea, que vuela, rasero o en lo alto los anhelos y denuncias de este pueblo, de este planeta. Aquí nadie es personal de nada: La empresa es el socialismo. No existe, se fragua. Su poder ha sido, es y ahora es cuando será necesario para implementar el aprendizaje solidario. ¿Dónde está el Gusano de Luz? En su dulce crisálida de sombras, desde su postura golpista no atinó la hermandad que alimenta nuestros anhelos, pues los suyos como que bajarían del cielo cual maná… Pues el cielo como que se equivocó, o no estaba de su lado. O Dios es insurgente.

 

Que no baje la inspiración, que se siembre la fe que motoriza –ahora- el sueño de los desposeídos, que golpee al engañoso espejismo de tantos vicios por extirpar, que siempre permanezca engrasada de astucia y sabiduría para armar la estrategia contra los vicios que nos azotan de mucho atrás. Nunca duermas aporrea, pues eres el termómetro de la revolución, pronto serás necesaria para el mundo, ya lo eres, energía solo-reanima-gente, contra lo cual no hay sanción que te condene.    

           



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Arnulfo Poyer Márquez


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