En este artículo, desplegaré tres conceptos básicos para entender la comunicación actual. La comunicación como todo proceso vivo es cambiante, dinámica, y se nutre día a día de las experiencias de los comunicadores y de sus auditorios. Comunicar es parte fundamental de la vida, por tanto, la comunicación evoluciona, crece, se transforma. El maestro Carl Rogers, el brillante psicólogo humanista nacido en los EEUU (1902-1987) nos dejó muy claro:
"Me doy cuenta de que si fuera estable, prudente y estático; viviría en la muerte.
Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida fluida, perpleja y excitante."
Estos tres conceptos que mueven el vasto ecosistema de medios, y que voy a esbozar, son:
1. Agenda setting.
2. Objetividad.
3. Redes sociales.
Los desarrollaré de forma escueta, y a la luz de los autores más relevantes y actuales, sobre la base de sus últimas publicaciones; así como de mi experiencia profesional durante 30 años.
1. Agenda setting
Ese concepto surgió en los años 70, plantea que la agenda de los medios masivos, determina la agenda del ciudadano común. Lo que para los medios es prioridad, termina siendo prioridad para el colectivo. Los medios moderan a los consumidores o usuarios de noticias (impresas, digitales, televisadas y radiofónicas), incluso hasta sus conversaciones, sus temas a diario. Es decir, los medios dictan sobre lo que vamos a hablar.
El pionero de esta teoría fue Walter Lipmman con su libro “Opinión Pública” de 1922. Pero en reciente fecha, los investigadores Maxwell McCombs y Donald Shaw fueron los autores del primer trabajo académico sobre la función de “La agenda-setting" publicado en 1972.
2. Objetividad
Es la eterna discusión en el periodismo, si es posible ser objetivo. Quedó claro, la objetividad es utópica, es propia de las máquinas, más que de los humanos, esto por la carga de vivencias, los diferentes caracteres, perceptores internos de cada redactor o relator, la inteligencia emocional que cada periodista posee o desarrolla. El maestro chileno Humberto Maturana desplegó ese concepto en su libro “La objetividad, un argumento para obligar” (Dolmen, 1997). Lo que si podemos lograr, y es fundamental hacerlo, es ser honesto al redactar las noticias, al realizar un reportaje o una crónica. Ser fiel al evento que estamos haciendo noticioso, sin alterar autores, ni consecuencias, involucrados en el hecho noticioso.
Ahora, debemos dejar por sentado que la subjetividad no se expresa exclusivamente a través de la opinión. “También se encuentra en los temas que alguien ha decidido trabajar, en la distribución de los contenidos, en el acto de elegir a quién consultar, incluso, en lo que se ignora. Hay un orden en todo medio de comunicación (como en todas las cosas), que ha sido pensado con fines determinados.” (Doctora María Cristina Martínez)
3. Redes Sociales
Nacieron a comienzos del siglo XXI. Son la nueva forma de comunicar en masa, o a un público determinado. Son productos de la era digital que inició el invento de internet, en medio de la “Guerra fría” de los años 60. Es la forma instantánea, de bajo costo, y con absoluta libertad y ubicuidad (puede generarse desde todos los lugares y llegar a todos los rincones del planeta)
Las redes sociales comenzaron de manera significativa con Facebook en 2004, Twitter en 2006, y Youtube en 2005. Ahora los usuarios utilizan otras como LinkedIn que nació en 2009, Google group, instagram creada en 2010, Pinterest creada en 2008, y otras más. No había la expectativa de que pudiéramos obtener cualquier información que quisiéramos en cualquier momento y en cualquier lugar, desde un dispositivo que cupiera en el bolsillo. El iphone se lanzó en 2007.
En la actualidad vivimos en una Sociedad de la información, de la comunicación digital; poco a poco los nativos digitales se apoderan de los puestos de comando en cada área de trabajo e imponen su gobierno de corte digital. Y así será cada día mayor su presencia.
Los que nos formamos en la universidad con los medios tradicionales, revelando fotografías en estanques con ácidos, redactando en máquinas de escribir y publicando en la prensa , tuvimos que reeducarnos, desarrollar destrezas para insertarnos en este mundo 2.0.
De hecho yo realicé una Maestría en Tecnologías de la información durante dos años, en la Universidad Cecilio Acosta para estar a tono con estos signos de los tiempos.
El experto director de medios Martín Baron, expresó:
“En 2001 las conexiones de banda ancha de alta velocidad estaban en su infancia. La penetración de banda ancha era limitada. Sin ella, no había video en línea, ni audio, ni comunicaciones inalámbricas, ni comunicaciones móviles, ni se compartían fotos de manera significativa” (Medellín, Festival de la Fundación Gabriel García Márquez, 2016). El gran periodista nacido en Tampa en 1954, Martin Baron, director de The Washington Post, en su disertación también afirmó:
“Estamos en una sociedad digital y será mejor que nos adaptemos. No solo adaptarnos, sino acoger el cambio con entusiasmo, no es solo una sociedad digital. Es una sociedad móvil. Tenemos que apropiarnos también de esa realidad. Para 2020, es decir, dentro de solo cuatro años, se estima que el 80 por ciento de los adultos en la Tierra tendrá un teléfono inteligente.
Con este nuevo medio, la voz y la personalidad de quien escribe es muchas veces más evidente. Los lectores quieren esa conexión con el autor. Se siente más auténtico. Es más auténtico. Es obvia la dirección que debe seguir nuestra profesión” (Medellín, 2016 FNPI).
Muchos de los colegas comunicadores aún están en etapa de duelo por el viejo periodismo, tal como nos pasa cuando perdemos un ser muy querido. Pero eso no volverá, y debemos adaptarnos al cambio y seguir evolucionando. La vida es evolución, cambios, mutación.
El joven investigador norteamericano Steven Berlin Johnson, sobre los ciberlenguajes y los medios emergentes en la era digital, afirmó:
“Estamos en un punto de transición, en el que algunos mensajes pueden evolucionar más deprisa que su medio. Y al hacerlo, anticipan otro medio, que aún está en el embrión”.
Podríamos concluir afirmando: la tecnología de punta será la clave del éxito, sin ella, el triunfo no será posible en ninguna área del quehacer humano. Pero en especial en la comunicación. Por tanto, los periodistas no podemos quedarnos atrás, debemos buscar la vanguardia para ser líderes. Si nos quedamos tecnológicamente rezagados, seremos unos perdedores, unos profesionales del pasado; superados inexorablemente por la historia.