La falsa realidad

Los imperios no escatiman esfuerzo para mantener engañados a los pueblos, para esto se valen de todas las artimañas para hacerles ver a los subyugados lo que realmente no existe. Uno de estos ejemplos fueron las tiranías católicas que mantuvieron dominadas las naciones de la vieja Europa durante el medioevo, cuando el poder terrenal (las monarquías) se coaligaba con el poder terrenal (el clero) para gobernar sobre la base del rigor y del temor.

Sobre este tema hay muchos ejemplos. Durante el proceso de adoctrinamiento se le enseñaba al infante la existencia del cielo donde reinaba papa dios y el infierno, bajo la hegemonía del diablo. Este último lo representaban artistas y artesanos de la época, sus pinturas eran colocadas en las iglesias y en el futuro, tal como hoy se pueden ver, en los museos. A este lúgubre san Pedro enviaba el alma de los pecadores para expiar sus culpas. Un sitio condenatorio de ultratumba, en donde se sometía a torturas extremas el espíritu de los impenitentes que desoyeron los designios sagrados. Entre estos tormentos se destaca el sometimiento al inclemente fuego eterno como consecuencia de la aplicación de la justicia divina. Entre tales pinturas y artistas se pueden destacar: "El infierno" del suizo Hans Memling (1485); "El juicio final" de Van Eyck; el "Detalle del infierno" de Giotto (1304); "El infierno" de Ted Larson", son algunos de los tantos creativos quienes con su profusa imaginación idearon la existencia del tenebroso infierno.

Otro artista que utilizó su magín para describir la existencia del paraíso, el purgatorio y el infierno fue el poeta italiano Dante Alighieri escrita entre 1306 y 1307. En lo que se refiere al infierno Dante describe, en "La Divina comedia" escenas bárbaras para que el lector pueda asistir al mal de manera visual. Es el sector hacia donde son enviadas el alma de los herejes, de los iracundos, los maliciosos, los lujuriosos, los glotones, los avaros, los indolentes y pare de contar la cantidad de relapsos que van a este tétrico lugar, después de la muerte, a pagar por sus pecados. Ciertamente la imaginación del poeta les infundirá temor, a través de la lectura de su poema, a las personas que sientan tentados a violar la voluntad divina.

No cabe duda, las doctrinas religiosas ha usado y aún en pleno siglo XXI utiliza aquella vetusta retórica y aquel sombrío arte para infundirles miedo a los pecadores católicos y cristianos. Evidentemente, nadie después de fallecido, ha regresado ni del infierno ni del paraíso. Aquella realidad que mostraron los creativos, pintores, escultores, poetas, escritores y artesanos no se corresponde con la verdad, es decir fue una falsa realidad que utilizó el sacro imperio y que aún utiliza la iglesia para mantener subyugado a los feligreses.

La realidad está vinculada con la existencia verdadera y efectiva de cosas y seres, de algo o alguien que existe en el mundo real. La realidad se puede tomar como sinónimo de verdad. No quiero extenderme más allá del cariz domestico del término, por lo tanto obviaré la parte sobre la cual se ocupan los filósofos quienes reflexionan a profundidad sobre este vocablo.

Tal como lo hicieron los emperadores y los curas de la Edad Media, la realidad suele ser distorsionada por los gobernantes modernos en provecho de una causa. Sin embargo, es preciso señalar que una realidad encubierta es una vulgar y vil mentira.

La moderna tecnología comunicacional (mass media) utiliza todos sus recursos para modificar la realidad en beneficio de quien paga, que por lo general son los poderosos, es decir los capitalistas. Ya Hitler recurrió a técnicas para modificar la realidad, cuando le hizo ver al mundo lo que al gobernante nazi le interesaba. Para esto divulgó una foto de unos alemanes disfrazado de soldados polacos en territorio teutón; esto valió para justificar la invasión germana hacia el pueblo de Chopin. Todo a causa de una vil mentira.

Los productores de Hollywood son los mejores en eso de modificar la realidad, ellos fueron y son los encargados de difundir hacia el mundo entero el llamado "sueño americano" de un país. Quiero referidme a EEUU donde, aparentemente, todo marcha a la perfección. Un mundo de oportunidades donde todos los jóvenes pueden alcanzar una fortuna trabajando como ejecutivo de una empresa. Según el "sueño americano" todo ciudadano puede tener una casa con piscina, un auto deportivo, un celular de última generación, poseer la nombradía de un club de golf, asistir a los mejores espectáculos deportivos y de la farándula, entre tantos de los que podría disfrutar cualquier ciudadano estadounidense. El "Paraíso" de Dante. Pero todo lo anterior es una falsa realidad. Quien llega a EEUU encontrará un país racista, donde se debe trabajar muy duro, hasta dieciséis horas diarias para poder medio vivir y pagar las tarjetas de créditos. Un mundo de oportunidades limitadas, solo reservado a los ricos, el 1 % de la población, quienes disfrutan de un alto nivel de vida a costa de la explotación de los trabajadores. Sin dejar de lado que USA es el país de mayor número de muertos por consumo de opiáceos, la nación donde se produce numerosos muertos como consecuencia de tiroteos sobre la población estudiantil, resultado de la tenencia de millones de armas de fuego, alguna de estas en manos de enfermos mentales. Estas, entre tantas adversidades, es la verdadera y triste realidad que debe afrontar un inmigrante o turista al llegar a EEUU.

El Departamento de Estado y el Pentágono, después de la Segunda Guerra Mundial, se ha dedicado y se consagra a desvirtuar o falsear realidades, dentro y fuera de EEUU, solo para evitar que surjan en otros países gobiernos desobedientes al mandato imperial. Fue el caso del macartismo que desdibujó el concepto del comunismo, acusando a sus militantes de "comer niños", responsabilizando de todos los males del mundo a la doctrina creada por Karl Marx. El macartismo fue una especie de caza de brujas, mediante la cual cualquier enemigo del gobierno era acusado de comunista y eso bastaba para encarcelarlo. El senador Mac Carthy fue el genio del mal, el creador de tales procedimientos (1950). Entre sus víctimas se destacaron dueños de medios de comunicación, artistas de cine, periodistas, empleados de la administración pública, entre tantos. Esta falsificación de realidad, trascendió las fronteras de EEUU y aquellos gobernantes que no se supeditaban a los mandatos del Departamento de Estado de USA eran acusados de comunistas y como consecuencia, derribados, bien producto de una invasión o bien, mediante un golpe de estado financiado por diferentes gobiernos de EEUU. El supuesto comunismo era algo así como una peste negra que había que exterminar por cualquier vía.

Actualmente los procedimientos de los gobiernos de EEUU no se han modificado un ápice. Con el cambio producido en el panorama internacional, un mundo multipolar, el departamento de Estado utiliza otros adjetivos para desvirtuar la realidad de un país con un gobierno insumiso. Ya no se le tilda de comunista, ahora se le acusa de terrorista, de narco estado, de estado fallido o forajido, cualquiera de estos epítetos sirve para justificar una intervención militar.

El ejemplo más palpable es el gobierno del presidente MM. Resulta que el país que produce más cocaína es Colombia y EEUU el mayor consumidor de drogas. Es decir, en ambos países se mueve dinero parejo, uno como vendedor y otro como comprador, pero es el gobierno de USA el que certifica a los otros países y le endilga el trato de narco estado, como lo hace con Venezuela. Así mismo, resulta que EEUU ampara a numerosos terroristas en suelo estadounidenses además, financia, dota de armas y entrena a terroristas del estado islámico, pero es EEUU el que califica y certifica si una nación es terrorista o no, si está incluida o no en el eje del mal. Una forma de desvirtuar la realidad.

Actualmente la "comunidad internacional" es decir la "derecha internacional" mediante un ataque sistemático está buscando, por cualquier vía, que Venezuela se declare en quiebra La mass media, controlada por el sistema financiero, divulga a través de los medios de comunicación que el gobierno de Maduro entró en default, una especie de default mediático que falsea la realidad, simplemente para que Venezuela se le niegue el acceso al mercado financiero. Ciertamente, estos agentes entre ellos el apátrida de Julios Borges, parecen desconocer que Venezuela canceló sus compromisos con los tenedores de bonos, que firmó el refinanciamiento de la deuda con Rusia, además, como señala el prof. Earle Herrera: cómo un país con la quinta matricula universitaria del mundo, con el más alto número de viviendas construidas por el Estado para su población, con las más grande reservas petroleras del planeta, con un pueblo decido a afrontar y resolver los problemas, puede estar en bancarrota. Esta es la verdadera realidad y no la falsa que pretende vender en el mundo la exánime MUD.

Por mucho que se quiera inventar realidades, es decir falsear la verdad, siempre existirán medios y hombres capaces y audaces para mostrarle al mundo la verdad de lo que está sucediendo en Venezuela. Estamos por encima de la maldad de Julio Borges y sus secuaces. Así mismo, muy por encima de la voluntad de algunos de entregar nuestras riquezas a las empresas globalizadas. Por todo lo anterior creo en las palabras del conspicuo Simón cuando afirmó en una carta a Páez en 1827: "Los malvados no tiene honor ni gratitud, y no saben agradecer, sino temer". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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