El rostro del poder mediático

Las mega-corporaciones (que no solo manejan los medios de comunicación masivos, sino que cubren áreas que van desde la extracción de petróleo hasta la fabricación y venta de armas) nos suministran cotidianamente una "realidad" y una visión del mundo que es la adecuada para mantener el predominio de los grandes capitales acumulados que ellas representan y el poder político que los acompaña.

Cada día se va haciendo más público y notorio el hecho de que en nuestra realidad actual, los medios de comunicación social privados en el ámbito internacional e interno constituyen la más poderosa herramienta de dominación -de mucho mayor alcance que las armas- que utilizan las elites dominantes para mantener su poder sobre nuestros pueblos, esto es, a expensa de las grandes poblaciones del planeta.

El conglomerado de mega-corporaciones que controlan no sólo a los medios de prensa, radio y televisión, sino también al inmenso negocio del entretenimiento y la cultura de masas (que comprende el mundo editorial, el de la música, el cine, la producción y distribución de contenidos para televisión, y maneja en todo el mundo salas de cine, de teatro, sitios de Internet y parques temáticos al estilo de los creados por Disney) es quien elabora los mensajes comunicacionales que nos bombardean diariamente.

El nuevo Orden Mediático Mundial. En sólo meses, el contenido de los medios de difusión nacional e internacional ha sufrido un profundo cambio en Occidente. Estamos siendo testigos del nacimiento de una "Entente" cuyos verdaderos iniciadores y objetivos reales aún se desconocen pero cuyas consecuencias directas contra la democracia ya son palpables.

Desde hace alrededor de 40 años puede verse un reagrupamiento paulatino de los medios de difusión en trusts internacionales. Hoy en día, más de dos terceras partes de la prensa occidental pertenece a sólo 14 grupos: 21st Century Fox, Bertelsmann, CBS Corporation, Comcast, Hearst Corporation, Lagardére Group, News Corp, Organizações Globo, Sony, Televisa, The Walt

Disney Company, Time Warner, Viacom y Vivendi. En este momento, la alianza montada entre Google Media Lab y First Draft está creando vínculos entre esos grupos, que ya se hallaban en posición dominante.

En ese andamiaje mediático están además las 3 principales agencias de prensa del planeta –Associated Press (AP), la Agence France-Presse (AFP) y Reuters–, lo cual le garantiza una posición hegemónica en materia de información. Es evidente que se trata de un caso de "entendimiento ilícito". Pero su objetivo no es uniformizar precios sino uniformizar las mentes, imponer un pensamiento ya dominante, único. Esta es la pretensión del capitalismo salvaje.

En un común acuerdo de objetivos e intereses, estas mega-corporaciones (que no solo manejan lo comunicacional, sino que cubren áreas que van desde la extracción de petróleo hasta la fabricación y venta de armas) nos suministran cotidianamente una "realidad" y una visión del mundo que es la adecuada para mantener el predominio de los grandes capitales acumulados que ellas (y el resto de sus primas y hermanas) representan y el poder político que los acompaña.

Son muchas las formas en que este sistema hegemónico impone en las mentes y corazones de la gente "su" verdad. Es complejo el sistema que se ha desarrollado para el control, y el estudio de sus diferentes facetas implica un esfuerzo para quienes tratamos de combatir este proceso. Facetas que van desde la ocultación o la deformación y falsificación de los hechos, hasta las formas más sutiles de imponer subyacentemente sistemas de valores y creencias, o que llegan hasta presentar e imponer una "realidad virtual" adecuada a los intereses de quienes manejan los hilos del poder.

Y todo esto no constituye mera palabrería teórico-ideológica, es una realidad cotidiana presente todos los días en los mensajes de la comunicación nacional e internacional que recibimos cada vez más abrumadoramente.

Una de las formas que tenemos quienes intentamos una comunicación alternativa de combatir esos efectos, es mostrar, denunciar y señalar esos intentos concretos de manipulación cotidiana.

Ya no parecen existir ningún tipo de límites para el uso descarado del poder mediático en sus formas más brutales, en función de proteger al costo que sea los intereses de los centros de poder.

La manipulación feroz nos está mostrando su despiadada cara, cada vez más contraída y deformada por el huracán de la crisis y la progresiva pérdida de dominio de los amos del mundo. Combatámosla haciéndola pública y mostrando sus intenciones ocultas.

En suma, he aquí el verdadero rostro del criminal poder mediático, el principal aliado del capitalismo salvaje.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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