Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
http://www.strategic-culture.org
¿Estaremos en presencia de un movimiento de censura global en Internet? ¿En efecto, estaremos asistiendo a un gradual intento de desalojar a Rusia y a sus medios de prensa del libre flujo de las comunicaciones internacionales?
Podría tratarse de una suerte de sistema Apartheid a través del cual ciertas naciones podrían quedar incomunicadas con el resto del mundo a través de Internet.
El concepto podría parecer escandaloso, una idea imposible. Imaginémonos por ejemplo, una analogía con el sistema internacional de aviación que sea controlado policialmente por ciertas naciones para volar sus líneas aéreas civiles hacia cualquier destino excluyendo a otras.
Imaginémonos otro ejemplo, redes globales antiguas de comunicación telefónica que estuvieran bloqueadas para ciertos países.
La sola noción que enormes extensiones del mundo sean vetadas para el transporte y las comunicaciones de ciertos países pareciera ser inimaginable en términos que constituirían una violación del internacionalismo.
No obstante, ¿no estamos ya en presencia de este perverso hecho en pleno desarrollo? El sistema global de transacciones financieras bancarias dominado por Estados Unidos ya está siendo sobornado por las decisiones políticas de Washington.
Rusia, Irán, Venezuela y otros países están siendo constantemente excluidos por las decisiones políticas norteamericanas de llevar a cabo lo que uno consideraría como la normal realización de operaciones financieras bajo la rúbrica de "sanciones económicas".
Se trata solamente de un pequeño acomodo en el mismo proceso de Washington de estar en contra dentro del ámbito de las comunicaciones globales, específicamente Internet.
Esta semana presenciamos un nuevo avance dentro de esta vituperable situación. La empresa Facebook en Internet de propiedad norteamericana, tomó la decisión de bloquear a una empresa periodística afiliada a la red noticiosa RT con base en Rusia.
https://www.rt.com/news/451773-facebook-block-maffic-media-censorship/
La decisión fue tomada a raíz de alegaciones de cierta prensa norteamericana en el sentido que ese servicio informativo ruso estaba "vinculado con el Kremlin". En consecuencia, cientos de páginas en Internet y millones de lectores suscritos al servicio vieron cancelados sus medios informativos. Todo a causa de la alegación políticamente suscitada que tales servicios de algún modo estaban produciendo una expansión de la "influencia rusa" la cual, según los prejuicios, es "mala".
Cuando la red mundial o Internet fue concebida décadas atrás por un científico inglés, se pensó que fuera un foro mundial para la discusión y el intercambio de todas las ideas. Pero sucede que gran parte de Internet ha sido basado y controlado por países occidentales, principalmente por Estados Unidos. Del mismo modo el sistema financiero bancario.
La plataforma de medios sociales de Facebook sostiene que realiza comunicaciones para dos mil millones de usuarios --es decir, casi un cuarto de la población mundial.
Para que una empresa con base en Estados Unidos tome la decisión de cerrar su red a un segmento de una red noticiosa rusa se trata de un acto en extremo político. Aún más, puesto que la decisión se basó en acusaciones de una empresa periodística con base en Estados Unidos que hizo peyorativas y dudosas acusaciones en contra de la red noticiosa rusa.
Lo que aquí está siendo cuestionado es la libertad de información. Se supone que esta debe ser un principio fundamental de la democracia y de los derechos humanos. ¿Con qué derecho una empresa con base en Estados Unidos que opera en Internet determina que grandes espacios noticiosos del sistema global de comunicaciones deben quedar marginados o dicho de otro modo "censurados"?
Existe la razonable sospecha que el verdadero problema es sencillamente que el sistema político norteamericano y las empresas periodísticas tienen problemas políticos para tratar con noticias e informaciones que contradicen su visión del mundo y la visión que ellos prefirieran que los ciudadanos del mundo aceptaran. La red noticiosa afiliada a RT censurada esta semana por Facebook, sostiene que la prohibición se debió a recientes opiniones críticas acerca de los intentos para desestabilizar a Venezuela a favor de un cambio de régimen.
Se supone que la crítica, la libertad de expresión y los puntos de vista alternativos constituyen pilares de cualquier democracia. Sin embargo, pareciera que aquí tenemos el caso de un medio de prensa que cumple con su democrática función y luego entonces es censurado por hacerlo.
"La guerra informativa" es a menudo la expresión que emplean los norteamericanos y sus aliados occidentales para describir a los medios noticiosos rusos. La realidad es que tanto Estados Unidos como sus aliados que durante décadas se han salido con la suya en la guerra informativa dirigida a sus propios ciudadanos con el propósito de mantenerlos aterrados y en estado paranoico y en contra de los eternos enemigos designados tales como la Unión Soviética.
Esa fue la Guerra Fría. Pero, pareciera que nada ha cambiado.
En un abierto mundo de comunicaciones, noticias e informaciones, todos los ciudadanos, al margen de su nacionalidad, debieran ser libres de decidir ellos mismos lo que es acertado y confiable en cuanto a la descripción del mundo que los rodea y a los grandes eventos. Esto traiciona el Orwelliano e inseguro carácter de los denominados países democráticos occidentales cuando sus autodesignadas autoridades deciden que sus ciudadanos son proclives a la "influencia rusa".
Sucede en realidad que las organizaciones periodísticas rusas como RT son muy respetadas por las audiencias internacionales, incluso en países occidentales debido al hecho que publican reportajes y análisis críticos y precisos.
Bloquear los servicios noticiosos de la prensa rusa sobre la base de acusaciones tendenciosas en el sentido que se trata de "propaganda del Kremlin" es un síntoma de profunda desconfianza en sus propios pueblos de parte de las autoridades occidentales y en su propia racionalidad política.
Conclusión: El cierre de Internet y la imposición de sanciones contra las redes noticiosas basadas en Rusia que operan en los países occidentales. Esto es tan vituperable como cerrar la aviación a las líneas aéreas rusas o de otros países que sean considerados como "parias". Es tan censurable como cerrar para algunos países los sistemas financieros internacionales --disculpen, eso ya está sucediendo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, esta semana aseveró que la agenda política de los ideólogos anti rusos norteamericanos y aliados eventualmente expulsarán a Rusia de Internet. Podríamos considerar que semejante medida es una afrenta a las comunicaciones internacionales y a la libertad de expresión –todo lo cual está en pleno proceso.
Pero, semejantes abuso de poder solo puede ser temporal. La humanidad siempre encontrará la manera de superar las cadenas político-tecnológicas. Y cuando lo haga los pretendidos tiranos quedarán impotentes y despreciados. La libertad del ser humano es algo que las instituciones norteamericanas y occidentales aseguran que elogian. Pronto estarán descubriendo por la vía dolorosa que a causa de sus medidas represivas están exhibiendo lo contrario.
Las comunicaciones globales al igual que la "democracia" constituyen una quimera retórica que las clases dominantes occidentales carecen de toda noción en cuanto a su respeto en la práctica. Todos sus esfuerzos por controlarla resultan auto acusadores de sus propias y fraudulentas pretensiones. En el mundo se está despertando una consciencia colectiva y no hay manera de hacer que el genio vuelva a la botella. Dejen que las actuales autoridades occidentales traten de censurar todo lo que quieran, sus contradicciones regresarán y serán mordidas por ellas.
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