Vladimir, el ícono de Globovisión con su programa de entrevistas a la 1, sin ningún aplomo de consideración y respeto público: desnudó de rabia al fiscal general de la República, Tarek Williams, quien desde la fiscalía se esfuerza en ser el rey defensor de los derechos humanos de los venezolanos, pero también mandando forajidos, rufianes, depredadores, violadores hasta golpistas, corruptos y todo aquel que viole las leyes y las buenas costumbres a la cárcel y, como un torturador de los tiempos fingidos fue pillado de malhechor de no actuar en un caso que violó los derechos humanos sin consuelo ninguno y, él apretado de emociones se presentó al programa del inequívoco político que alguna vez de ser comunista fue chavista y ocupo cargos dinámicos que todavía muchos desearían tener, aunque sea nombrados por Guaidó, como presidente de la causa de ser elegido a cómo sea por Trump.
Usted puede ser el fiscal general -en algún momento de la entrevista, lo pensó Vladimir- pero, yo soy el entrevistador y, gústele o no, me tiene que contestar lo que yo le pregunte que es mi oficio y, el que es tiene que salir de aquí, tal es, y no como el que no es, y el mundo giró, y Tarek se molestó, ¿se alteró? No. Pataleó y se quejó, y Vladimir cómo si nada: lo veía, mientras el fiscal sudaba y no era de emoción, sino sobre una situación que quisieron pasarla por debajo de la mesa y, que Vladimir como entrevistador y, orgullo de Globovisión tenía que saber, porqué lo sucedido que no debió suceder, pero la cuestión es que a Tarek la pregunta lo incomodó y, queriéndose darse a respetar, no contestó y hasta se le olvidó la pregunta y, cuál fue esa famosa e hiriente pregunta que Tarek, lo vio con rabia práctica como si estuviera dentro de un juzgado que lo juzgaba y, ¿a él y por Vladimir? Que alguna vez en busca de la V-R eran amigos y pensaban con la mismas ideas y, ahora ese balde de agua fría en el propio verano de una entrevista y a la 1 de la tarde, ¡una guará! Y toma tu tomate.
Rabia mucha rabia helada, y un picor de desconsuelo: sintió Tarek en los pergaminos de su alma de libertario y en los folios de una tragedia de diálogo que quedaban sin respuesta con Vladimir a la 1 que, por más que pidió moderación a su persona, a quien, posiblemente alguna vez en esta vida y en las luchas por el poder coincidieron en alguna parte del camino que ahora los mantiene enfrentados con razones de por medio, en que uno solicita una pronta respuesta y el otro que se encoge por el trato y, en ese menester de repulsa en que Bachelet abrió espacio para una interpretación a su manera que tiene a muchos con los ojos afuera y a otros con los ojos adentro y, Vladimir con su cara de yo no fui, se salió con la suya mientras, el fiscal quedaba mal parado sin recurrir a las leyes que le dan el poder de actuar y, por lo que parece y según Vladimir no actuó y el que se tenía que ir al otro mundo como Dios manda y enterrado por sus deudos, se lo llevaron de largo sin dar un adiós de despedida a sus seres queridos, pero, y lo más posible el otro camino lo ocultaba de una ida que con todas las de la ley dentro de los derechos humanos lo ajusticiaron antes de que el fiscal actuara, los abe Vladimir y Raimundo como todo el mundo.
En toma y dame se fue una hora de programa con un público invisible que, latía de pudor virgo tras de los televisores sin poder favorecer ni al uno ni al otro, pero no por eso: el fiscal no dejó de quejarse de maltratado audiovisual y, más que todo con los derechos humanos hirviendo en el canal de Vladimir, donde el fiscal quería explicar y Vladimir no lo dejaba pues, veía o creía que el fiscal iba a coger por otro atajo como político que Vladimir conoce y, queriendo y no queriendo el fiscal no decía, lo que Vladimir quería oír y, como Vladimir es un periodista y Tare Williams es fiscal, entre periodista y fiscal, se perdió un buen pedazo de tiempo que el fiscal se dio cuenta por veteranía política que Vladimir sin respeto hacia él no le hacía eso a otros entrevistados y, presionado se encontraba en que Vladimir preguntaba y repreguntaba y, el fiscal que no contestaba que para eso es el programa para responder, pero lo cierto es que, Vladimir no es así con los de la oposición y si están con Guaidó menos y, mejor para el canal y al fiscal no le dieron una entrevista tradicional como no le dieron la sepultura al capitán, pero lo más engorroso y temerario fue cuando, Tarek Williams, llegó a la fiscalía y gritó: a todo pulmón: a Vladimir Villegas no me lo calo más por más que se disfrace de socialista y agarró la puerta de la dirección y le metió tremenda patada que, el coñazo lo oyó, Roberto Malaver, que pasaba por Parque Carabobo y se asustó y gritó a correr que Guaidó tomó la fiscalía.