La maldición de los medios privados de comunicación

Los medios de comunicación social privados han sido, y siguen siendo, parte orgánica de la conspiración en este país. Ni siquiera han cumplido con su elemental deber. Las características de la praxis de éstos ha sido el ocultamiento, la mentira, la complicidad, la distorsión y la manipulación. Y permanentemente la conspiración. Estos medios de comunicación masiva están desacreditados. Echaron la credibilidad por la borda y están rebajados a la vulgar condición de cómplices de delitos y crímenes. Unos medios privados apátridas y cipayos. Desde afirmar, en su momento, que la bala que mató a Jorge Tortosa recorrería más de 400 metros y doblaría en la esquina de La Bolsa, para llegar a la humanidad del comunicador hasta intentar tapar al sol con un dedo a punta de comiquitas, mientras se instalaba la más férrea persecución contra el pueblo. Cómplices del sabotaje petrolero, instigadores al odio, mentirosos a toda carrera, así como partícipes de la soberbia y el golpe de Estado. Impulsan la prepotencia social de los intocables. Además de hacer los grandes ridículos de un show.

Un vendaval de basura mediática ante un crimen monstruoso, que no tiene ninguna justificación. Es cierto: se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. No obstante, aquí nadie puede ni debe prescribir la opción. La investigación ha de seguir su curso y sea quien sea responsable debe pagar y ha de ser castigado con todo el peso de la ley. Así de simple. Los corrosivos medios de comunicación privados quieren condenar o declarar inocente a quien ellos, según sus intereses, consideren como tal. Es cierto que nuestro sistema de justicia ando cojo. Pero incluso para construir una oposición decente es vital e impostergable impedir la impunidad.

La impunidad sería el elemento que enterró a la IV República. Ante el desafuero de la corrupción desborda, sólo un chinito estuvo preso en el saqueo de de RECADI. Si la Democracia Participativa se impregna de ese cáncer social, nace con esa metástasis, apadrinada desde los sectores poderosos, llámense militares, jerarquía eclesiástica, banqueros, medios privados, burguesía, oligarquía, políticos, sindicaleros, corruptos de toda laya y demás especímenes, tendría una gran mácula la revolución y se comprometería el proceso revolucionario. Transitar el mismo camino de la IV República sería un verdadero despropósito. Una traición al pueblo, un disparate político. Una gigantesca ofensa al legado de Chávez.

En la historia de la nación sólo una vez hemos observado por los medios, que alguien dice la verdad y asume la responsabilidad de la emprendido. Ése personaje fue el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, a propósito de la rebelión del aquel 4 de Febrero de 1992. Los medios corrompidos crearon la cultura de la mentira. Los medios no pueden seguir condenando o exculpando, según sus intereses económicos egoístas. La maldición de estos medios privados está, desde hace rato,en que se han apartado de la verdad para imponer la prepotencia social de los intocables. Se torna necesario, una República decente. Resulta impostergable instituir el imperio de las leyes. Democracia Socialista o nada. Poder Popular o nada. Revolución o nada.

Este escrito sería la editorial que publicaríamos en el tabloide intitulado Poder Cultural. N° 1 entre el 30 de noviembre al 15 de diciembre de 2005. El equipo de trabajo estuvo constituido por Ernesto Sánchez, Iván Lira, Isaida Vegas, Rafaela Moreno, Dallana Moreno y Efraín Valenzuela. Ya han pasado más de una década, quince años para ser exactos, y todavía tiene vigencia supina. Demasiada actualidad aquellos planteamientos. Parafraseando al texto bíblico ante nosotros se ha puesto una maldición y una bendición. Esta última tiene relación con los Poderes Creadores del Pueblo. La primera con una derecha que desea a todo trance que invadan a la Patria de Bolívar. Allí radica la maldición de los medios privados de comunicación.



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Efraín Valenzuela

Católico, comunista, bolivariano y chavista. Caraqueño de la parroquia 23 de Enero, donde desde pequeño anduvo metido en peos. Especializado en Legislación Cultural, Cultura Festiva, Municipio y Cultura y Religiosidad Popular.

 efrainvalentutor@gmail.com

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