"Él puede parecer un idiota

y actuar como un idiota,

pero no se deje usted engañar,

es realmente un idiota"

Groucho Marx

Humorista estadounidense

La jocosa expresión del fallecido humorista nacido en New York Groucho Marx, la utilizo de epígrafe en el presente artículo, porque sirve para calificar al mentiroso compulsivo whitedog, quien sin duda se ha convertido en un personaje por demás folklórico, nunca imaginado por productor alguno de Hollywood. Desde el mismo momento de autoproclamarse, se convirtió en el principal aliado del imperialismo, para bloquear y aplicar medidas coercitivas contra la población, para después negarlas con una cantidad de falsedades; recurso para justificar tan macabro proceso, nada fácil conseguir en el currículo de una persona, lo que le asegura un lugar privilegiado en el libro Guinness.

El imperialismo se encuentra en estos momentos, buscando cualquier pretexto para tratar de tapar la tragedia, que agobia a la población estadounidense. Las cifras de muertes e infectados son aterradoras, y lejos de amainar, cada día se agudiza por una razón muy sencilla: para Trump, y su séquito la prioridad es la economía, lo demás depende del sálvese quien pueda. Uno de los recursos para solventar cualquier crisis en los Estados Unidos, es la intromisión y la aplicación de bloqueos criminales a los países más débiles económicamente–Cuba– y ahora de manera directa, con la ayuda del cabrón de Guaidó, han venido saqueando a nuestro país, bajo la amenaza permanente de una invasión. Todo lo que hacen lleva un tinte propagandístico, contra el gobierno de Venezuela, sabiendo el daño que causan. Ahora DirecTV, es la punta de lanza.

Es tanto el enredo en el que ha caído el desquiciado autoproclamado, que en el comunicado la compañía de manera muy somera presenta el siguiente argumento para no seguir operando en el país: "las sanciones de Estados Unidos a Venezuela prohíben la transmisión de los canales Globovisión y Pdvsa TV. En vista de que es imposible para la unidad de Directv de AT&T cumplir con los requisitos legales de ambos países, AT&T se vio obligada a cerrar sus operaciones de televisión paga en Venezuela". De esto no dice nada el perrito faldero; todo lo quiere tapar con mentiras, aplicando el método del jefe de propaganda nazi Joseph Goebbels. Por supuesto, el aparato mediático gringo, consiguió en Guaidó, un títere nunca visto para desarrollar su intervención en Venezuela.

¿Por qué el escándalo sobre DirecTV? Todo tiene una explicación, y depende de la ubicación económica de cada quien. Hasta hace poco, un número importante de los que se encuentran en la línea de ataque contra el gobierno, solamente querían línea movistar, nada de Movilnet se rayaban. Así, estaba pasando con las compañías proveedoras de televisión por cable; los que podían buscaban DirecTV, y muchos de los que no podían hacían el esfuerzo, pero ahora llegó Guaidó, con la contraseña emitida por Trump, para desconectar la señal por medio del bloqueo, y como costumbre la culpa es de Maduro.

El papel de este vocero oficial de Trump en Venezuela, es lo más cínico de venezolano alguno en su historia de lucha. Todo lo que haga el gobierno de Trump, contra el gobierno de Maduro, lo va aplaudir, no le queda otra. Tan es así, que lo último en el ámbito internacional, son los cinco tanqueros desplazándose en una larga travesía, desde Irán, cargados de solidaridad para tratar de agobiar el grave problema de la gasolina, inducida en parte por el bloqueo económico, pero el Guaido, que, como él no hay dos, ahora está viendo terroristas en los barcos. ¿Qué hizo, cuando lo fotografiaron con el grupo los "rastrojos"? El único recurso que todavía esta utilizando, es el apoyo de algunos medios, que se embarcaron en una aventura, y están saliendo con las tablas en la cabeza, pero no les queda otra, sino seguir remando contra una corriente: el bravo pueblo, el cual ha aprendido a luchar contra un enemigo muy poderoso, pero en franca decadencia, y por eso recurre a un idiota: Guaidó, comprobado en una entrevista con Carla Angola, quien debe estar arrepentida de haberlo invitado.