"No hay peor cuña que la del mismo palo", dice un dicho, y así pudiera ser interpretada esta nueva entrega que hoy hacemos pública, con motivo de la supuesta salida forzada de Globovisión de Vladimir a la 1.
De acuerdo a un twitter que el mismo conductor de este espacio de entrevistas dio a conocer hace apenas unas horas, asegura que deja el controversial canal debido a la presión directa que ejerció sobre la directiva de la planta televisora el propio presidente Nicolás Maduro.
Se vería poco elegante y poco solidario, al mismo tiempo, en mi condición también de periodista, que salga de una vez con un "mazo en la mano" a caerle a golpes alegremente al colega Villegas, -pero dice un dicho que "por la verdad murió Cristo", y en eso nos valemos, aunque a muchos no les agrade, para presentar este nuevo escrito.
¡Qué podemos decir de Vladimir Villegas cómo periodista?...sin duda serían más los elogios que las criticas, no obstante en periodismo nos enseñaron, sobre todo a los que egresamos de la Universidad del Zulia (LUZ), ya hace varias décadas, que es pecado mortal apartarnos de la ética, de la objetividad, de la veracidad y del equilibrio, por cuanto eso hace que el trabajo que presenta un Comunicador Social deje de cumplir con las normas intrínsecas que establece el ejercicio propiamente dicho del periodismo.
En lo personal fueron muchas las veces que nos comimos las uñas, viendo a Vladimir entrevistando a personajes que alentaban, escúchese bien, la debacle y el caos que está viviendo hoy en día el país.
Si bien estas personas tenían todo el derecho de exponer sus argumentos en contra del gobierno revolucionario, en ningún momento compartimos que un periodista se preste al juego sucio que permita desconocer el estado de derecho, la Constitución y la voluntad de las mayorías, como regularmente pasaba en las entrevistas de Vladimir con sus amigos opositores.
Sin duda, Vladimir cayó muchas veces en este último escenario, pero lo que molestaba más, en nuestra condición de periodista, insisto, es que a lo largo de estas entrevistas se dejaron espacios abiertos, claramente definidos, para rebatir lo que se planteaba o formular preguntas, que nunca Vladimir hizo uso de ellas.
Por ejemplo, se promovía que en el país no funcionan los hospitales, que no hay medicinas, que la comida no se consigue, que los bancos dejaron de ser eficientes, que el sistema eléctrico nacional es un caos, que la producción petrolera cayó a su mínima expresión y últimamente que nos quedamos sin gasolina, todo por culpa del gobierno, pero en el fondo no se abría la ventana para debatir las razones reales que causaron todos estos problemas.
En periodismo no vale hacerse el menso o el soquete…cualquier otro colega te pone al descubierto rápidamente…Vladimir abusó muchas veces de esta situación…dejaba asomar, al mismo tiempo, su reconcomio, quizás por aquello que dejó de pertenecer al gobierno revolucionario, según él, porque le incomodaron o no estuvo de acuerdo, en un pasado reciente, con algunas posturas gubernamentales.
¿Pero que pretendía Vladimir?....¿Que el presidente Maduro no tuviera derecho o oportunidad a la defensa?…craso error…es decir, todo el chavismo, al parecer, tenía que conformarse con los ataques, muchas veces descarados de la oposición, mientras el interlocutor guardaba sepulcral silencio.
Al parecer, insistimos, se quería evitar que el chavismo ofendido no reaccionara antes estos ataques, muchas veces enmarcados fuera de la ley.
Por cierto, cada vez que Vladimir entrevistaba al fiscal general de la República, Tareck William Saad, ese día, de acuerdo a nuestra percepción, Vladimir a la 1 elevaba el raiting, por cuanto, sin pelos en la lengua, el reconocido fiscal le cantaba las mañanitas al entrevistador, que de paso le hacía elevar el tono de voz, demostrando estar encolerizado.
Fueron muchas las veces que el colega Vladimir, en el caso anterior, trató de evitar que el entrevistado pudiera defenderse, es decir, profundizar sus repuestas, no obstante a este hecho, poco ético en un periodista, siempre sentimos que el colega periodista salía quebrado, y desde luego, quedaba muy mal ante la audiencia.
Indistintamente de las razones que prevalecieron para que Vladimir a la 1 saliera del aire, no podemos olvidar que desde que Globovisión pasó a manos de otra junta directiva, de inmediato la oposición estableció toda una estrategia, por demás antiética, para mal poner a este canal de noticias, cosa que nunca se hizo mientras estuvo dirigido por el declarado golpista Alberto Federico Ravell, hoy prófugo de la justicia venezolana, enconchado en Colombia.
Así pues que a Vladimir simplemente le aplicaron lo que se venía venir desde hacía tiempo…no enmendó sus errores y mucho menos evitó dejar a un lado la manera poco equilibrada de como venía entrevistando a sus invitados…a unos los favorecía abiertamente, mientras otros los ponía contra la pared, pero incluso, en sus editoriales personales dejaba entrever, de manera clara, que apoyaba a la oposición, lo cual tampoco significaba que era un pecado, pero desde luego, se percibía mal.
Lo que si vimos en Vladimir, finalmente, fue promover la paz, quizás temeroso de que los misiles también pudieran caerle en la cabeza, que es un aval que al colega periodista le favorece. A propósito, que dirá de todo este embrollo su hermano Ernesto ….quien actualmente es el ministro de Cultura.