De verdad que es preocupante y por ello nos hemos visto en la necesidad de salirle al paso, desde hace varios días atrás, a varios colegas periodistas, claro está, sin la menor intención de violar también el Código de Ética del gremio, pero por desgracia estos compañeros de profesión se han desviado de lo que debe ser un verdadero Comunicador Social, más si son egresados de una prestigiosa universidad, que enseña esta apasionante profesión.
Esta vez nos referiremos a la colega Carla Angola…la misma que debió salir, años recientes, de Globovisión, por cuanto perdió, a nuestro entender, la sindéresis, el equilibrio y la objetividad.
El hecho de que Carlita sea bonita, al menos a mí me gusta, y con esto no quiero que no se ponga celosa María Corina Machado, no tenemos por qué dejar pasar por alto la insensateces que dice esta colega, mucho menos dejar de fijar posición sobre su conducta, a la cual cuestionamos hoy con esta nueva entrega.
Primero debemos explicar que Carlita hace apenas escasas horas publicó un vídeo en donde se le ve diciendo que tanto el Presidente Nicolás Maduro, como Diosdado Cabello, habrían comisionado al ex diputado sirio venezolano, Adel El Zabayar, viajar a Medio Oriente a comprar armas para "atacar a EE.UU", cosa que ni el mismo Trump se lo cree.
Ante esta circunstancia de inmediato pasamos decir lo siguiente: hace prácticamente un año publicamos, en ocasión del Día Nacional del Periodista, es decir, el 27 de junio próximo pasado, un escrito, del cual extraemos hoy algunos episodios para ver si Carlita termina de entender que la profesión de periodista no fue inventada para mentir, desprestigiar, agredir, ni mucho menos para tumbar gobiernos, sino simplemente para darle relevancia, prestigio a la verdad, y contribuir a que las sociedades del mundo sean más justas y felices, desde luego denunciando también lo que es malo o aquello que no se deba hacer.
En esa ocasión dijimos que mucho se ha escrito sobre las responsabilidades innatas que deben asumir los periodistas. Hay tratados, muy completos, que hablan sobre la materia, y siempre surge aquel principio que un verdadero Comunicador Social, apegado al Código de Ética del Periodista, debe precisamente adecuarse, por sobre todas las cosas, a ser objetivo, veraz y equilibrado.
A lo largo de nuestra experiencia, y eso va contigo Carlita, pensamos que el periodista debe ir mucho más allá. En primer lugar debe dejar a un lado ese encierro, que muchas veces le producen esos postulados, que hacen que asuma conductas pocos ceñidos con la verdad. Es decir, el reportero debe actuar a conciencia, que no es otra cosa que alimentarse de la verdad y de la justicia.
Un Comunicador Social, indistintamente que no comulgue con una determinada tendencia política, o con un gobierno o con un Presidente, no tiene derecho para tomar su pluma, como arma, para atacarlo, inmerecidamente. Esto, Carlita, es directamente contigo.
Un periodista serio, amante de su patria, debe ser por sobre todas las cosas, leal a ella. No puede permitir, bajo ningún concepto, que el país que le vio nacer sea tomado por asalto para ser expuesto a los más viles ataques, solo por intereses muchas veces bastardos, más si vienen de otras latitudes.
Pero además un claro Comunicador Social debe defender, a todo trance, las instituciones públicas, el estado de derecho, nuestra Constitución y la voluntad democrática de las mayorías, sin embargo vemos, en este sentido, que tú Carlita no cumples con estos principios.
No es mentira que el periodismo que se practica hoy en día está sujeto a intereses descarnados, bien porque lo alienta con su voz de mando el dueño del medio, o porque el reportero no actúa con sinceridad. En tu caso Carlita, has demostrado, y eso lo presumo, que te pagan para hacer daño, sin importarte un comino la suerte que pueda correr tu propio país.
Es decir, el hecho que un periodista se inmiscuya o interfiera en un determinado problema no hace de él un profesional fuera de lugar, por el contrario si su voz está contribuyendo a esclarecer el conflicto, apegado a la verdad y a la justicia, está transitando el verdadero camino que debe asumir. Cosa que tú no haces Carlita.
Bajo las circunstancias actuales que vive el país no es posible que un Comunicador Social, y esto va directamente contigo Carlita, se preste para publicar las insensateces de aquellos que piden, por ejemplo, que el país sea invadido por una coalición armada, o que se permita que un leguleyo alegre exija mayores sanciones en perjuicio de la nación. En nuestro caso nos negamos a promover esos desafueros, porque nuestra conciencia no los impide.
Un verdadero Comunicador Social debería más bien contribuir con su clara óptica a corregir entuertos, es decir, estaría llamado a preservar la paz, evitar la diatriba y el encono innecesario, pues es su deber promover la mejor calidad de vida que se merece una sociedad. Entiende eso Carlita.
En estos momentos difíciles que vive Venezuela todos los periodistas del país, sin excepción, deberíamos hacer un frente común para salirle al paso a todas aquellas propuestas que vayan en contra de la reconciliación y la paz; de seguro quien pretende utilizarnos, para promover lo contrario, deberá muy bien pensar lo que va a declarar y el llamado que piensa formular.
Es hora de salir del encierro, indistintamente que se nos presenten desencuentros con los propietarios de los medios. Si el gremio en pleno asume el rol que verdaderamente nos debe corresponder, de seguro la política editorial de los medios más reacios a aceptar el periodismo ajustado a la justicia y a la paz, estarán llamados a cambiar.
Es fácil, hoy en día, a través de las redes sociales, y eso va también contigo, Carlita, imponer criterios bastardos, desde otro país, que van en contra de los buenos principios, es por ello que el Comunicador Social, apegado a la verdad y a la justicia, está llamado a desmontar esas políticas perversas, mediáticas, que solo buscan enrarecer más aun el panorama que vive la nación.
Así pues que te exhorto Carlita, a cambiar radicalmente, a enmendar tus errores...se valiente…retráctate públicamente, que errar es de humanos, pero reflexionar es de sabios…la idea es que la verdad y la justicia se imponga siempre a través de un periodismo digno y limpio, que solo busca preservar la paz que tanto nos merecemos. Por cierto, este artículo está dedicado al colega Vladimir Villegas.