Docencia Amena

Comunicación y transformación pospandémica

Las comunicaciones siguen siendo parte indiscutible para el eventual desarrollo y sostenimiento de la sociedad. A través de su aplicación vamos constatando que quienes se organizan de acuerdo a las exigencias regidas mundialmente por el comercio, junto a un Estado serio y responsable, dado su buen uso y provecho, logran objetivos materiales e inmateriales.

Entretanto comunidades de diferentes regiones de Venezuela alcanzan niveles considerables de estabilidad pero hay otras que les cuesta avanzar. El país caribeño tiene privilegios que la misma naturaleza se ha encargado de otorgar. Ahora bien, mientras un buen número de comunidades aprovechan los recursos tecnológicos modernos otras quedan rezagadas. Tal situación obedece básicamente al no contar con beneficios elementales que, perfectamente, serían adquiridos por el Estado o con probable apoyo del sector privado. Como ya dijimos en líneas anteriores, la naturaleza ha sido muy generosa en todo el territorio nacional.

No obstante, en fechas recientes investigaciones llevadas a cabo en sectores populares, en donde todo tipo de hogares se vieron terriblemente afectados por la falta de alimentos, interrupción de los servicios públicos, quebrantos de salud, entre otros, la comunicación y el mundo de las telecomunicaciones, cayeron en niveles no antes alcanzados. Todos en el país quedamos con las manos atadas.

En varios registros anecdóticos grupos como personas de la tercera edad, sub empleados, con discapacidad se vieron fuertemente afectados al no cumplir con ningún tipo de jornada laboral. Ejercer un arte u oficio costaba por varias razones. Entre ellas la falta de materia prima, el limitado apoyo del Estado sólo pudiendo contribuir con bonos pero nulo en brindar mejoras salariales. De modo que las comunicaciones jugaron un papel preponderante. El no contarse con una red a tiempo en donde se midiera y controlara las áreas productivas facilitó la incomunicación con núcleos de desarrollo agroalimentarios, ganadero y pesqueros. En muchas regiones del país se perdieron cosechas, carnes y peces por no llegar de tramo en tramo para distribuir esos alimentos. Recordemos lo duro que fue también la falta de combustible. En fin, muchas poblaciones quedaron aisladas, marginadas y maltrechas.

Es imprescindible la mejora de los servicios públicos luego de la crisis experimentada en el país a raíz de la pandemia del Covid 19 y el bloqueo comercial. La población aún no se recupera de un todo. Poco a poco se incorpora a la fuerza laboral. Cientos por iniciativa propia. Dentro de estas incorporaciones los adultos mayores avivan el esfuerzo por reanimar el país. Ellos fomentan los emprendimientos, las ayudas sociales y, todo esto tiene una causa, pues es gracias a los medios de comunicación que se ha proyectado la venta personalizada de ciertos productos como también la movilización bancaria. Acá las interrelaciones personales han venido adquiriendo un nuevo axioma.

De este modo la Investigación Acción Participativa muestra un camino que abre la posibilidad de despertar la conciencia en el hacer, crear, transformar. Comunicarse y valerse de los medios para hacerlo es un gran reto en tiempos de recuperación y superación en los sectores más populares del país.



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Brígido Daniel Torrealba


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