Las corporaciones mediáticas, a favor de la Casa Blanca, medios tradicionales que siguen siendo una de las principales herramientas de la burguesía fascista, que tratan de preparar el terreno ideal para promover intentos golpistas y otras estrategias de desestabilización, al pueblo venezolano, van 25 años que tienen los gobiernos de los EE.UU y la Unión Europea, tratando de sacar al Gobierno Chavista de Miraflores, por la vía violenta, hasta ahora no ha sido posible. Desde el pasado mes de julio Nicolás Maduro, ha refrendado su mandato en las urnas por el pueblo venezolano, las máquinas de desinformación e injerencia de las mal llamadas democracias burguesas occidentales han acelerado un proceso de acoso contra la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Las corporaciones mediáticas al servicio de la Casa Blanca, había sido activado meses antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Este proceso incluyó una estrategia de golpe mediático que comenzó con una guerra de encuestas cuyo objetivo no era otro que crear tensión e incertidumbre con el fin de desconocer unos resultados electorales que, de antemano, se sabían muy difíciles para una oposición: dividida, desorganizada, sin estrategia ni apoyo significativo entre los propios venezolanos. La figura del hoy autoproclamado agente de la CIA, Edmundo González Urrutia, no es más que una sombra, un simple parche seleccionado por la verdadera mano que mece la cuna: la ultraderechista fascista María Machado. Que al día de hoy no sabemos si está en el País.
La llamada Dama de hierro María Machado, sigue representando a los sectores más radicales de la oposición terrorista venezolana de los apellidos, aquellos que, respaldados por Washington y las corporaciones mediáticas internacionales, han logrado monopolizar la oposición, a pesar de que, sin duda, existen en sus filas otros nombres más capacitados y mucho menos apátridas. Aquellos que apoyaron las sanciones contra su propio pueblo, conspiraron con la OEA, para derrocar a toda costa al gobierno revolucionario e incluso participaron en los intentos del fantasioso gobierno del exdiputado rastrojo Juan Guaidó por provocar una intervención armada del Comando Sur en territorio venezolano, son los mismos que hoy pretenden presentarse ante la comunidad internacional como los legítimos representantes de la soberanía de su país. No son más que títeres del imperialismo, puntas de lanza del saqueo y dominio de los recursos naturales del pueblo venezolano, algo que los gobiernos de Washington y Bruselas, con la participación de diversas multinacionales, llevan planeando abiertamente durante décadas.
La permanencia del Chavismo en el Gobierno en el pueblo venezolano, representa un aliado fundamental por la creación de un nuevo orden mundial llamado: Multilateralismo, que es contrario al orden mundial del policía del mundo, conocido como: mundo unipolar. La caída del Muro de Berlín marcaría el fin de la bipolaridad en el mundo, a partir de entonces se experimentaría un periodo de aproximadamente 25 años de hegemonía por parte de Estados Unidos. No obstante, durante la primera década del siglo XXI las tendencias de crecimiento de la economía en China, así como una nueva etapa en el desarrollo de armas en Rusia, dejarían ver que el mundo experimentaba el inicio de un cambio de paradigmas que se reflejaría en nuevas dimensiones y relaciones del poder económico, político y militar, respecto de la influencia dominante de Estados Unidos en el ámbito internacional.
La permanencia del Chavismo en el Gobierno en el pueblo venezolano, representa un aliado fundamental por la creación de un nuevo orden mundial llamado: Multilateralismo, que es contrario al orden mundial del policía del mundo, conocido como: mundo unipolar.