El proximo 27 de mayo se vence la concesión de RCTVAIS (versión maracucha de RTVAS). Estaba haciendo un ejercicio mental: lo visualicé con todos los colectivos en la calle a lo largo de toda Venezuela desde cinco pa´ las doce de la noche con el televisor en el modo de antena puesto en el canal dos, con el conocimiento que tendremos que soportar los últimos pataleos en plena extinción de esa televisora, supongo que cual el animal herido dará zarpazos a cuanto le parezca.
Me imagino a los colectivos con la canción de "cinco pa´ las doce", y cuando el relog de Cagigal anuncie que falta un minuto, todos agarrados de las manos estarán a la espera del nuevo año comunicacional. Faltando los cinco segundos ese pueblo el cual respalda al proceso de cambio, a la revolución socialista, bolivariana y cristiana, ese pueblo el cual anhela un nuevo modelo de televisión, a viva voz empezrá el conteo regresivo:
¡CINCO!
¡CUATRO!
¡TRES!
¡DOS!
¡UNO!
!FELIZ AÑO COMUNICACIONAL!
¡VIVA TEVES!
¡VIVA EL PUEBLO!
¡VIVA CHAVEZ!
Me imagino el cielo iluminado con bombas (fuego pirotécnicos) cual guerra asimétrica para volver locos a los aviones invasores, como se acostumbra el fin de año en Maracaibo y otras ciudades de nuestra República Bolivariana de Venezuela.
Lo vi todo, por el televisor, por el canal dos: a las doce se apagó la señal de RCTVAIS y me estremecí como cuando en abril de 2002 vi a Venezolana de Televisión salir de nuevo al aire, pero ahora era la nueva televisora la cual nos daría lo que anhelamos, con sus productores independientes en franca conversa exponiendo el nuevo modelo y trasmitiendo en vivo desde la calle, desde el pueblo, en sus comunidades celebrando el nacimiento de su hijo, de su producto de los foros, manifiestos, cartas, opiniones de toda índole: era TEVES...