El Presidente de la República ha sido un objetivo en reiteradas oportunidades de la cantidad de insolencias y desplantes de periodistas psicóticos, que por defender su salario, sobre todo de mujeres, ofenden al pueblo venezolano, por cuanto actúan con premeditación y alevosía al presentarse como provocadoras, buscando siempre al final ser victima de esa acción, ordenada por sus patronos. Por mas, que ellos y ellas llamen hipócritamente a la conciliación, no vamos a tener sino las acciones de desplante, es mas, su razonamiento más cercano a su disociación es que demostramos debilidad ante sus posiciones sectarias, por lo cual es simplemente un caso perdido. Pareciera también que algunos funcionarios de gobierno dudan y vacilan al considerar lo que ellos afirman, cuando atacan el canal Venezolana de Televisión y lo comparan con los canales de la derecha, solicitan acceso a las fuentes, acusan sin pruebas, ocultan verdades, manipulan y otras más. Señores por muy amigos que sean de ellos, nunca van a cambiar con esas posiciones blandengues, desgraciadamente para ellos; solo que le den una patada en el trasero por su propio patrón les cambia la forma de pensar. Aquí, como en otras profesiones de diferentes ramos es necesario ir decantando para no caer en la ingenuidad de ser amplios y generosos y después tener que recibir una bofetada como lo hecho por este periodista del principal partido mediático de la oposición, como muy bien lo definió nuestro canciller.
Con todo la consideración a los verdaderos periodistas y comunicadores sociales, los hechos relacionados con el rechazo de William Echeverría al premio metropolitano, nos indica claramente el desprecio que existe y la disociación psicótica por parte de profesionales de diferentes áreas con pensamiento de la derecha, personas que no tienen ni la más mínima idea de la clase a las cuales pertenece, ellos se creen dueños de las empresas mediática a las cuales sirven, son como los esclavos que le tienen miedo a la libertad. Esos periodistas solicitan tener acceso a las entidades del estado para disponer de la información, pero sabemos con certeza que ese acceso lo utilizan para disparar por mampuesto y no para los fines del periodismo profesional. Ejemplo el señor de los tornillos y otros de esa misma camada. Por último, es importante sacar de ello una reflexión, ya basta de colocar una y otra vez la mejilla, para ser utilizado en afrentas publicas, podemos estar pasando de ingenuo a estúpidos, ser ingenuos es de por sí grave.
La lucha de clase se manifiesta ahí, si continuamos profundizando el proceso mismo no va cesar los enfrentamientos, por lo tanto no seamos ingenuos.
Por último, lo que verdaderamente les molesta a un disociado es no poder cumplir con el mandado de su patrono.
